¿Hay acceso a Dios? JI. González Faus



1. ¿Hay Acceso a Dios? ¿Hasta Dónde?

3. El Dios Cristiano

4. Conclusión: Creer en el Amor

La fe cristiana profesa que hay una manera
infalible de contactar con Dios, y es la
dedicación amorosa a los sufrientes de la
tierra. Ese contacto podrá entonces ser
percibido o no, pero se dará sin duda.

Hoy se acusa a los cristianos de que no sabemos hablar de Dios.
Y es que de Dios no se habla bien mirando las nubes ni contempládose a sí mismo, ni dando latigazos moralistas sino mirando a esta tierra sufriente y utópica. Sufrir para concluir dos posibles universos de lenguje sobre Dios.

a) "Amor que mueve el sol y otras estrellas". Con esa frase concluye la inacabable Divina Comedia del Dante. Ya otra vez hice caer en la cuenta de su empalme con el primer verso del
poema: "persido en el camino de la vida"...Ambos versos se empalman y muestran cual debería ser la trayectoria del ser humano y cómo se orienta a Dios nuestra presencia en esta tierra:

desde la dispersión casi infinita de energía en la "gran explosión inicial(Big Bang)a un proceso de aproximación y fusión destinado a terminar en un "gran abrazo"(big hug), en el que Dios sea todo en todas las cosas, se da un proceso inacabable y difícil movido sólo por el amor, por el acercamiento. Un proceso desesperante a veces porque quisiéramos que Dios tuviera(o hiciera actuar)otros motores más rápidos a los que tenemos como más eficaces.

La fe en el Dios revelado en Jesucristo es una fe en el Amor como la Realidad última que es Fuente y Verdad de la vida. Y comparte el compromiso de convertir la propia vida en una entrega al amor y un aprendizaje del amor. Tal aprendizaje no excluye el empeño para que ese amor sea ciego, sino lúcido e inteligente.

b) "Sin confusión ni división". Según el cristianismo la relación de Dios con el ser humano cabe toda en esos dos giros adverviales. Ambos fueron acuñados por un Concilio del siglo V (Calcedonia), para definir la relación Dios-hombre en Jesucristo. Pero analógicamente, pueden valer para todas las dualidades que se expresan en la fe cristiana: Dios y nosotros, Dios y la creación, sobrenatural y natural, gracia y libertad.

Sin confusión quiere decir que Dios sigue siendo Dios y el hombre sigue siendo hombre tras la unión. Sin división quiere decir que, pese a eso, Dios y el hombre conforman una única realidad inseparable. Como he dicho otras veces, más allá del lenguaje metafísico de la subsistencia y la naturaleza, inservible para muchos hombres y mujeres de hoy, esos dos adverbios son simples y claros de significado también para hoy, y pueden ser lo más duradero de la dogmática cristlógica.

c) Desde todos los focos anteriores podemos concluir con otra frase dialéctica: para un crisriano Dios es la más importante y la mejor noticia que se nos puede dar a los seres humanos. Y es comprensible el pensamiento de Pascal: "sólo hay dos clases de personas a las que uno puede llamar sensatos: los que viven para Dios porque le han encontrado, o los que le buscan sin cesar porque aún no le han encontrado".

Pero al mismo tiempo Dios puede ser una cuestión de importancia relativa porque la manera más verdadera de amarle es amar a lo que ël ama; y se reveló en Jesús diciendo: "tanto ama Dios al mundo que nentregó a su hijo no para condenar al mundo sino para salvarlo". O con otra frase atribuida a Mounier: los hombres se dividen (hoy)según que hayan hecho o no acto de presencia ante la miseria del mundo(no según crean o no en Dios). Para el futuro, y desde el evangelio, me parece perfectamente válida la tesis de M. Gauchet: el cristianismo es "la religión de la salida de la religión". Pero no de la salida de Dios.

Ver: JI. González Faus. Cristianisme i Justicia, N. 190 2014
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