Allah, ¿es Dios o no es Dios? (Disidente, Fernando)

He venido presentando en este blog los temas principales del diálogo de religiones y civilizaciones celebrado 15-17 de este mes en Cuenca. Con esa ocasión he presentado varios temas sobre el Dios Cristiano y el Dios Musulmán. El diálogo en el blog ha sido muy intenso y no quiero ni puedo recogerlo en su totalidad. Pero me ha parecido oportuno compendiar algunas aportaciones de Disidente y Fernando, por su nivel de abstracción y su importancia teórica. La discusión entre ambos (muy extensa) se sitúa en un nivel de especialistas. La he recogido aquí, en lo esencial, como material de reflexión para los lectores. Los diálogos de Cuenca han sido esquisitamente respetuosos. Los del blog han sido algo más duros, pero en el fondo han sido también respetuisos.

El tema es la posibilidad de que Allah pueda llamarse Dios. Disidente lo niega, afirmando que sólo el Dios Padre de Jesús (Trinidad) es el Dios verdadero y que los demás (incluso Allah) no lo son. Fernando supone que el término Dios se puede emplear de un modo más extenso, de tal forma que incluso Allah puede y debe llamarse Dios. Disidente sigue la línea de identificación y exclusión (sólo el cristianismo es la religión verdadera, las demás son idolatría). Fernando se sitúa en una línea de diálogo de religiones, desde dentro de la tradición cristiana. Quizá los lectores menos especialistas pueden dejar a un los términos lógicos de la discusión.
Nos hallamos ante dos teología muy distintas, que brotan del mismo gran "tesoro" de la tradición cristiana. Será bueno que aprendamos a escucharnos unos a otros... El diálogo entre Disidente y Fernando no ha terminado. Ellos lo dejan abierto, así hemos querido dejarlo.

1. Disidente

TEOREMA Alá no es Dios
Demostración. Necesitamos este principio de la Lógica de Predicados de Segundo Orden: Principio de indiscernibilidad de los idénticos. Si dos objetos son idénticos, entonces son indiscernibles. Esquemáticamente:
/\x/\y [(x = y) → /\φ (φx ↔ φy)]
con φ un símbolo de predicado cualquiera.
Por el postulado de particularización del cuantificador universal y aplicando Modus Tollens, siendo x = Dios, y = Alá, y considerando el predicado T: 'Trino', se tiene, según lo preexpuesto, que : TDios, ~TAlá luego no se verifica que /\φ (φDios ↔ φAlá) y, en consecuencia, Dios ~= Alá. QED.
Y no vale decir que el Islam posee una percepción deformada, incompleta, de Dios (del único y auténtico Dios, del Dios-Trino), puesto que forma parte de la esencia teológica islamita (definida en el Corán) que la esencia del ente teológico Alá sea no-trina, en contradistinción con la esencia del ente teológico Dios, que sí lo es. Pretender la igualdad entre dos entes incompatibles es un fraude lógico, ontológico y teológico. Pues esta, estimados amigos, es la inconsistencia a la que los predicadores de la 'Alianza de Civilizaciones' pretenden llevarnos. El Islam es una impostura teológica. Alá no es Dios. Una razón para no ir a Cuenca.

Cada vez me sorprendo más de que seres inteligentes, presuntamente racionales, puedan admitir como verdaderas dos proposiciones lógicamente inconsistentes entre sí, simultáneamente, sin que su razón se ruborice. Y la sorpresa es mayor en la era de la Ciencia y la Razón. Pero esto no es de extrañar, si la propia Filosofía ha renunciado a encontrar la verdad. Sólo hay una religión verdadera (podría no haber ninguna): la Católica Apostólica Romana. Y repitámoslo para los anestesiados de razón: Ni Alá es Dios, ni por supuesto Mahoma es profeta de Dios. Este último (por sus obras los conoceréis) en todo caso del Demonio.

2. Fernando

Disidente, es un placer leerte, lo reconozco, pero tengo un pero: eres un indocumentado en lógica. Para poder establecer un procedimiento lógico, tienes antes que formular de forma correcta qué tipo de enunciados o forma de proposiciones permiten razonamientos deductivos. En el caso que nos ocupa, “Dios” o “Ala” no son enunciados (p, q) sobre los que poder operar con conectores, como sucede en el modus tollens ([p → q) /\ –q] → –p) salvo que sean reducidos a términos absolutamente unívocos. Son términos analógicos, en los que rigen más los presupuestos de equivocidad (diferencia) que los de univocidad (semejanza). Ahí está la sabia consideración de Tomás de Aquino cuando decía que no poseemos conceptos concretos (unívocos) y a la vez “infinitos” para referirnos a Dios (Summa I q. 13 a. 1, ad 2), lo que por cierto también fue enunciado por Avicena y después por Averroes.
No caigas en lo que Francisco de Vitoria llamó “logicastros”, que demostraban sus argumentos con lindezas como: Todo lo que es creído es verdadero. Se cree que Dios es Trino; por lo tanto el que Dios sea Trino es verdadero: «Antecedens est evidens; ergo est consequens». Y el ilustre dominico apuntaba más adelante: «illa consequentia est pessima» (Comm. Summa II-II q. 1 a. 4). Pues bien, ¿qué decir de tu propia argumentación? Idem: male se res habet. La cosa no va bien. ¿Hay alguna palabra para expresar lo que es Dios? «Nescio», decía san Agustín en “Confesiones”. Ninguna. Las palabras “Dios” y “Alá” ó “Tao” ó “Dharma” ó “Atman”, etc.), no son enunciados sometidos a reglas de inferencias sino términos analógicos, como he dicho, en los que no rigen el universo de los conceptos (logô) sino la fuerza (dynámei) del Espíritu, que es lo que Pablo traslaticiamente viene a reconocer en 1 Co 4,20 cuando habla del Reino de Dios.


3. Disidente


Fernando, usted no se si será un 'indocumentado en lógica' pero lo que sí es es ciego (quizá dolosamente). ¿Dónde he supuesto yo, en mi Teorema, que los objetos 'Dios' y 'Alá',del universo de discurso teológico, sean 'enunciados' o símbolos aserción? En ningún sitio. Son objetos de los que se predican propiedades (ser Trino, no ser Trino, ser iguales, etc.), y precisamente porque, por definición, la trinidad es predicada de uno pero no de otro, ambos objetos, en virtud del Principio aludido(que se refiere tanto a objetos del universo de discurso como a predicados, por eso pertenece a la LPSO), no son iguales (no son el mismo objeto). Su argumentación se realiza en el vacío y, en consecuencia, es irrelevante.

Pero es que hay más. La acusación del señor Fernando adolece de estolidez. En efecto, obviando la exactitud y oportunidad del Principio invocado en mi Teorema, y la cabal aplicación del mismo, el único conector que une a 'Dios' y 'Alá' es el símbolo igualdad, que conecta dos objetos del universo de discurso. En consecuencia, la acusación no ha lugar. Además de un buen oculista, mi estimado contraargumentador Fernando, búsquese un buen fiscal. Un cordialísimo saludo, y que Nuestro Señor Jesucristo le bendiga.

Y todavía más. El Modus Tollens no se ha aplicado a objetos en mi Teorema, sino a enunciados, uno de ellos es la prótasis del condicional (x = y) (y su conclusiva negación). Esto es muy habitual en la argumentación matemática, paradigma de la lógica. Le pido disculpas si he ofendido a alguien. Ha sido culposa, pero no dolosamente. Tiene usted razón cuando afirma que la Verdad es Dios, y que nuestra percepción o aprehensión o definición de Dios (con nuestros conceptos, limitados) no agota al infinito ser divino; pero aunque Dios es mucho más y más perfecto de lo que nosotros podemos predicar de Él, todo lo que de Él predicamos (en Teodicea, por ejemplo) es verdadero y, en consecuencia, está sujeto al Principio de No Contradicción, luego no es admisible suponer que Dios, de Sí mismo, ha realizado dos revelaciones lógicamente inconsistentes: Una, la cristiana; otra, la islámica; incompatibles.

4. Fernando

Ah, sí, estimado Disidente, yo soy de los que suelen meter la patita si me dejan, y si puedo las dos. Y si estoy a gusto en el lugar donde residen mis patas, hasta me siento y descanso. Pero ignorancia dolosa, desde luego que no. Si algo busco es saber y desde luego ignorante de muchas cosas lo soy, pero con trampa lo dudo, salvo que alguno me declare como un farsante, lo que en tal caso esperaría la buena voluntad de quienes son más sabios que usted y yo para dictar si lo soy o no.
Vamos a ver: si usted desea enredarse en intentar demostrar las diferencias de esos “objetos del que se predican propiedades”, a partir de la lógica de predicados, ¿qué quiere que le diga?, hay gente en este mundo de Dios que tiene ocupaciones más pintorescas que las suyas. Ahora bien, si lo que quiere es intentar demostrar la diferencia entre ambas entidades (Dios y Alá), ¿era necesario todo esto?

Pues no, no era necesario, precisamente porque no son «objetos con predicados», como usted dice, sino predicados analógicos que no lo fían todo al conocimiento por demostraciones, ni desde luego a reglas de inferencia con conectores precisos. “Dios” y “Alá” son palabras evocadoras que ponen en marcha procesos múltiples en el hombre que, como decía Rahner, suponen entroncar en la experiencia fundamental de su propio misterio. Digamos simplemente que tanto uno como otro –que son lo mismo– invitan al hombre a su escucha, cristiana o musulmanamente, según su diversidad religiosa.
¿Pero qué he dicho? ¡Son lo mismo! Pero, ¿y las diferentes revelaciones? Ah, amigo, éste un problema que las análisis lógicos no resuelven, pues no son ellos los que dan la medida de veracidad o falsedad de las mismas.
Pero la Iglesia Católica, y sobre todo los padres conciliares del Vaticano II, son más listos que usted y yo, y dicen cosas cómo que la «Iglesia católica nada rechaza de lo que en estas religiones hay de verdadero y santo», para concluir:

«La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes, que adoran al ÚNICO DIOS, viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma, como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia» [Nostra Aetate 3]
Y de ese «único Dios», que adoran cristianos y musulmanes, tal vez menos enredados en desentrañar si el modus tollens resuelve o no algo, se predican cosas diversas. Los musulmanes no son trinitarios, que es el enunciado esencial en la fe cristiana. Eso es cierto, pero no tengo la solución al por qué las «revelaciones» son tan especialmente puñeteras como para no cuadrar. Yo no tengo respuesta a esto.
Y puestos a ser lógicos, su argumentación sería reversible, pues sirve igual para defender la revelación coránica contra la cristiana, dando por supuesto que lo unitario es superior a lo trinitario, como ellos refieren: Dios es «al-Muta cayyun», el que no tiene otra determinación que sí mismo, como dice Avicena, es decir, que no es acompañado de nadie.
Y por extensión, su argumento alcanza a la fe judía, pues el Altísimo no fue confesado trinitariamente, el Yahveh del Sinaí, el Dios único al que Jesús se remite, y al mismo que usted adora, y que la teología cristiana llama después Dios Padre. ¿Habría que hacer con Yahvéh del AT lo mismo que Alá, según el proceder demostrativo que usted utiliza? A lo mejor son primos, quién sabe.
En definitiva: si usted defiende el valor conceptual de la Trinidad, espero que dé un pasito, sólo uno, y «meta la pata» en esa otra realidad que también es trinitaria, y es aquello que sabios más grandes que usted y yo dijeron, como Ricardo de San Víctor, Buenaventura y Cusa: que Dios es el «alter», no un término, que se difunde por amor y busca aprehender lo diverso. Espero que la lógica de las catafáticas (eso mismo, Sofía) no nos enfríe el entendimiento.

5. Disidente

El caballero no se entera. Expliquémoslo más sencillamente, sin esquematizaciones.
(1)Dios es absolutamente veraz.
(2)Quien es absolutamente veraz no puede contradecirse.
(3)Dios afirma ser trino en la revelación cristiana.
(4)Dios afirma ser no-trino en la revelación islámica.
(a)Dios afirma ser trino y no ser trino, de Sí mismo. - de (3),(4)
(b)Dios se contradice. -de(a)
(c) Es imposible que Dios se contradiga. -de (1),(2)
(d)Dios no se contradice.- de (c)
(e)Dios se contradice y Dios no se contradice.- contradicciónde (b),(d). La única manera de salvar esta contradicción es que el Dios de (3) y el Dios de (4) sean distintos dioses. O, lo que es lo mismo, dada la demostrable unicidad de Dios, que uno sea falso Dios.


Primero. Que el judaísmo no aprehendiera la trinitariedad divina no significa que no estuviera contenida (veladamente, como figura de) en las Escrituras veterotestamentarias.
Segundo. No es lo mismo la intelección falsa (errónea, no completa, equivocada, etc.) de Dios (del Dios verdadero), propia del judaísmo, que la falsa intelección de un dios o la intelección de un falso dios, propia del Islam.
Cuando disponga de tiempo desarrollaré en profundidad (en el escaso espacio de esta ventanita) estas cuestiones.

Por lo tanto, estimado Fernando, mi argumento no alcanza por extensión, sino por incorrección, al judaísmo. Entre el judaísmo y el Cristianismo no hay la solución de continuidad teológica, la ruptura teológica, el abismo teológico, que hay entre la muerte del último apóstol, concluyente de la Revelación, y el falso profeta Mahoma, iniciador de una nueva, contradictora de la acabada. Que Nuestro Señor Jesucristo le bendiga.

Si usted, don Fernando, está dispuesto a creer en un dios que se desdice históricamente, pura irracionalidad pática, yo no. Dios, el Dios verdadero (y por ello, verdadero Dios) no tiene que ver con esta caricatura que un iluminado (quizá seducido por el Maligno) nos presenta como único Dios verdadero.
Alabado sea Jesucristo.

6. Fernando

En fin, que no se puede y además es imposible. Una pena. Cuando dije aquello de «indocumentado» me referí a que nadie que tuviera verdaderos conocimientos de lógica se metería en tales delicuescencias y menos argumentar por principios de contradicción predicados analógicos. Del problema de afirmar que hay diferentes revelaciones al mismo tiempo que se predica que hay un solo Dios, no puede resolverse la cuestión de qué revelación es verdadera respecto de otra. Decir que algo es contradictorio lógicamente no supone que podamos saltar vía argumentación lógica al reconocimiento de que A es verdadero e B falso, sino que hay una contradicción, pura y simple. ¿Pero cuál de ellas es verdadera respecto de la otra? Desde la lógica imposible, salvo que afirmes que una es cierta y otra falsa, pero tal es un “juicio de valor” previo, no lógico. Esto es de primero de lógica, señor mío. La Iglesia RECONOCE al Dios único para todos y CONFIESA a Cristo. ¿Se entienden los verbos?

7. Disidente

No se ha incurrido, contra lo que falazmente usted afirma, en ningún delito de lesa lógica, delito en el que sí incurren aquellos que afirman que Dios y Allah son el mismo ente, el mismo objeto. Del problema de afirmar que hay diferentes revelaciones al mismo tiempo que se predica que hay un solo Dios, no puede resolverse la cuestión de qué revelación es verdadera respecto de otra.
¿Y quién ha deducido eso? No utilice conmigo la falacia del hombre de paja, por favor. Cíñase a lo preexpuesto.

1º.- Mahoma, que se presenta como profeta, no entronca con la tradición profética en absoluto. Cuando a Mahoma se le pide una señal, el sello divino que certifique que es realmente un enviado de Dios (un prodigio, el poder de hacer milagros en Su nombre, etc.), él afirma que el único prodigio existente es el propio Corán, lo cual no es mucho. Cualquier iluminado futuro que afirme, en una noche de alteración psíquica, ser enviado por Dios y escriba un libro y funde una religión, es susceptible de admitirse como profeta. Primer punto en contra de la veracidad (filiación divina) del Islam.
2º.- Mahoma funda una religión después de la venida de Cristo, después de la predicación del Evangelio, acompañada esta de todo tipo de signos, testimonios martiriales, etc, en continuidad con la tradición veterotestamentaria, de la que es culmen y acabamiento. Y lo único que este impostor ofrece es guerras de extensión de su secta, sacrificios de disidentes, una vida inmoral, violencia. La contrafigura del profeta, la antítesis del profeta y del santo. Si la veracidad (su origen divino)de la anterior religión está testificada, por ejemplo, por los milagros que realizó Cristo (el mayor, su propia Resurrección) y su vida de santidad, junto con la de sus apóstoles, la falsedad de este advenedizo queda testimoniada por sus contrarios: ausencia de santidad, ausencia de milagros, y contradicción con la anterior que sí poseía estas características. ]
3º.- Mahoma dista años luz moral de la santidad, en contradistinción de los elegidos por Dios para una tarea de fundación o profética, como se ha apuntado antes.
4º.- La existencia (después del cierre teológico de la Revelación anterior), de una posterior presunta revelación, del pretendido mismo Dios, que contradice la anterior, es un hecho en contra de la verdad de la segunda. La verdad de la primera queda demostrada por el cumplimiento de profecías, la existencia de prodigios y milagros obra de Dios en sus elegidos y la propia Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, entre otras cosas. Ninguno de estos signos se advierte en el Islam incipiente, salvo intrigas de poder, guerras, etc. Todo lo preexpuesto puede resumirse en esto:

(1) Hay una Revelación que, en virtud de los hechos extraordinarios (profecías cumplidas, milagros, etc.) que la acompañan se reputa de origen divino (y por lo tanto auténtica).
(2) Siglos después de finalizada la anterior, surge una nueva que:
(a) No posee dichos elementos de autenticidad divina.
(b) Su fundador es la antítesis de lo santo.
(c) Contradice la anterior. (Eso es lo que he probado en su deidad)
¿Cuál es la verdadera? Blanco y en botella.
No es, obviamente, desde la denuncia de contradicción en la afirmación de la no igualdad entitativa Ala-Dios como se deduce directamente la falsedad de una y la veracidad de otra, sino que esta contradicción es el punto de partida, un enunciado en el argumento de demostración teológica de la falsedad de una y la veracidad de otra. La lógica es aquí meramente ancilar.

Decir que algo es contradictorio lógicamente no supone que podamos saltar vía argumentación lógica al reconocimiento de que A es verdadero e B falso, sino que hay una contradicción, pura y simple.
Contestado anteriormente.
¿Pero cuál de ellas es verdadera respecto de la otra? Desde la lógica imposible, salvo que afirmes que una es cierta y otra falsa, pero tal es un “juicio de valor” previo, no lógico. Esto es de primero de lógica, señor mío. Usted dice: “La Iglesia RECONOCE al Dios único para todos y CONFIESA a Cristo”. ¿Se entienden los verbos?
¿Entiende usted el teorema? Me temo que no. ¿Entiende lo que ha escrito? Fíjese bien, la aserción en negrita es conjunción lógica de dos:

(1) La Iglesia reconoce al Dios único para todos.
(2) La Iglesia confiesa a Cristo.

¿Qué dice (1)? Pues que hay (la Iglesia reconoce) un Dios, que es único, y es Dios de todos.
¿Dónde dice que un ente llamado Alá sea también Dios? En ningún sitio. Por suponer, podemos suponer que el dios Odín (que goza de menos fieles que la secta islámica) también es Dios. ¿Por qué no? ¿Cuál es el criterio que usted tiene para distinguir los dioses que sí son Dios de los que no? ¿El número de sus fieles? Ridículo.

¿Qué dice (2)? Pues que la Iglesia confiesa (afirma) a Cristo. Pero ¿qué es eso de que afirma a Cristo? Pues esto:

«Est ergo fides recta, ut credamus et confiteamur, quia Dominus noster Iesus Christus, Dei Flius, Deus et homo est. Deus est ex substantia Patris ante saecula genitus, et homo est ex substantia matris in saeculo natus, perfectus Deus, perfectus homo»(Símbolo Quicumque (DZ 40).

Finalmente, decir que sólo desde la lógica puede probarse que el Cristianismo es la Religión Verdadera y la Única es equivalente a decir que desde la Lógica Matemática sólo puede deducirse, por ejemplo, la Teoría de la Relatividad General. Ninguna de estas cosas es posible, porque la verdad de un aserto es extralógica, algo que se ha dilucidado en la realidad, e interiorizado intelectualmente: «La verdad es la posesión intelectual de la índole de las cosas» (Zubiri)

Pero que desde la lógica sólo, estimado Fernando, no pueda ser deducida ninguna de las dos cosas, no significa que sin la lógica, prescindiendo de ella, podamos avanzar mucho. Por ello mi teorema. Aquí nos sirve más para desvelar lo que no es, lo que no puede ser, que lo que es.
Antes de despedirme, una cita del Evangelio (y no se me diga que aquí se habla sólo de 'evangelio' y no por extensión de presuntas nuevas revelaciones divinas): Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! (Gal. 1, 8)
Hemos entrado en el tema de la racionalidad de la religión. Es que una religión irracional, si tal cosa fuera posible, no sería humana, sino subhumana. El misterio religioso (tal el Dogma Trinitario)no es irracional, sino supraracional humano. Lo racional no se agota en el hombre; está también (y más excelentemente)en el ángel y en Dios. Alabado sea Jesucristo.


8. Fernando


1. A ver si me explico, porque a lo mejor no se me entiende bien: ¡qué pereza, Dios! Permíteme antes aceptar la diferencia entre verdad de conformidad y verdad de cumplimiento, y así tal vez podremos entendernos un poco, sobre todo para diferenciar el uso lógico del uso histórico.
2. La conclusión más lógica del mundo (A es B, B es C, luego A es C) tiene dos aspectos: uno, el rigor lógico de la conclusión. En este aspecto la conclusión tiene toda su verdad pura y simplemente del rigor lógico con que ella deriva de las premisas. De esto no hay la menor duda y, por consiguiente, sólo la lógica –en el sentido formal o en el sentido real del vocablo- es la que tiene la palabra para saber si aquello es verdad o no lo es. Aquí verdad es “conformidad”. Sí, pero nada de esto impide que el enunciado de las premisas haya sido más o menos aceptado como una posibilidad para entender la realidad por parte del hombre. Y en este caso, la misma conclusión se nos presenta no solamente como conclusión rigurosa y lógica de unas premisas, sino como cumplimiento de una POSIBILIDAD. Verdad es “cumplimiento”.
3. Continúo. Si por el primer aspecto ese razonamiento es una conclusión lógica, por el segundo aspecto es un suceso en el sentido que doy a ese vocablo. Es decir, es pura y simplemente el cumplimiento verdadero de una posibilidad. En este caso la verdad es algo intrínsecamente histórico. Ahora bien, la misma verdad es a un tiempo lo uno y lo otro. Para aquello por lo que es histórica, NO ES aquello por lo que es lógica. Son dos dimensiones DISTINTAS de una misma conclusión. La lógica no se opone a la historia ni la historia a la lógica. Aquello por lo que la conclusión es rigurosamente lógica NO ES LO MISMO que aquello por lo que es un suceso estricto que acabo de definir.
4. Para más ahondar, tenga presente que la lógica, considerada como ciencia exacta, no abarca todas las clases de razonamientos deductivos, es decir, todos los casos de razonamiento en que se deducen conclusiones de las premisas, o en los que se ponen de manifiesto incoherencias o “non sequitur” en los argumentos. Tiene que ver, solamente, con los casos de razonamiento deductivo que son correctos o erróneos, válidos o inválidos en virtud SOLAMENTE de su forma y de NADA MÁS.

9. Disidente

La conclusión más lógica del mundo (A es B, B es C, luego A es C)
Eso no es una conclusión, sino un argumento (por ejemplo, un axioma, el axioma de transitividad del predicado o propiedad 'es', previamente delimitado el propio significado del 'es': ¿'igual', 'tiene la propiedad..', 'pertenece a la clase..'?etc.). Incluso podría, tal y como está formulada, suscitar problemas:

(1)Fernando es blanco.
(2)Blanco es un color.
(c)Luego Fernando es un color.-de (1),(2)

Si el 'es' admite la interpretación del predicado diádico de identidad (el que yo he utilizado en mi impecable teorema), entonces su 'conclusión' es un teorema, o una ley, la Ley de transitividad de la identidad:
/\x/\y/\z [(x = y) & (y = z) → (x = z)]
'es' (la lógica admite al menos tres más) la extensión de la lógica de predicados de primer orden se denomina Lógica de predicados con identidad. En mi teorema he usado la Lógica de predicados de segundo orden con identidad, donde los propios predicados pueden cuantificarse. Nada, como usted pretende afirmar, ajeno a la más estricta lógica. Por lo tanto, su 'conclusión más lógica del mundo' no es tan 'lógica'. A veces la intuición nos juega una mala pasada. Mal empezamos.

Primero, su expresión es incorrecta: las conclusiones no 'derivan' (ellas solitas) de las premisas, sino que 'son derivadas' (mejor, deducidas) de las mismas. La conclusión es pasiva respecto del proceso de derivación lógica, y sólo la actividad mental deductora del lógico es capaz de hacerlas derivar de las mismas.
Segundo, una conclusión (de un argumento) es un simple enunciado (que no necesariamente un enunciado simple, atómico), y no es aplicable aquí lo del 'rigor lógico' (que se aplica, no con estas palabras inexactas, a un argumento o inferencia, a un razonamiento, en definitiva). De la conclusión podemos predicar ser verdadera o ser falsa (en lógica de dos valores de verdad), y nada más, desde el punto de vista de la lógica. Además, el ejemplo expuesto por usted no se llama, como he apuntado, 'conclusión' (la conclusión es el enunciado final de un argumento, de una demostración, no la propia demostración, ni el conjunto de sus premisas).

Por cierto, ¿cómo definimos que A (un argumento) es 'más lógico que' B (otro argumento)? El 'ser más lógico que' no es relación (ni de orden ni de nada) alguna, es una imprecisa y coloquial forma de hablar, inadmisible en una discusión técnica. Esto de 'ser más lógico que' a lo sumo se podría traducir por 'ser mejor lógico que', pero aplicado a los profesionales de la lógica, y no a los argumentos. La 'logicidad' de un argumento es algo que no está bien definido.
Con el fin de fijar conceptos, con un mínimo de rigor, consideremos lo siguiente.

DEFINICIÓN 1.- Un argumento o inferencia es un conjunto de enunciados, pertenecientes a un lenguaje previamente especificado, en el que la verdad de uno de ellos (la conclusión), se pretende justificar en la verdad de los otros (las premisas).
Las inferencias o argumentos pueden tener diversas propiedades: pueden ser o no ser convincentes, persuasivas, útiles aburridas, etc. También pueden ser o no ser válidas, y éste es el único rasgo de ellas que interesa en lógica.

DEFINICIÓN (De argumento válido).- Decimos que es válido un argumento cuando:
(a)Si sus premisas son verdaderas, su conclusión tiene que ser forzosamente verdadera. o, equivalentemente: (b)No es posible que las premisas sean verdaderas y la conclusión válida.

DEFINICIÓN (De inferencia buena).- Una inferencia o argumento es buen...


DEFINICIÓN (De inferencia buena).- Una inferencia o argumento es bueno cuando, además de ser válido, sus premisas son verdaderas.

En el caso que nos ocupa, “Dios” o “Ala” no son enunciados (p, q) sobre los que poder operar con conectores, como sucede en el modus tollens ([p → q) /\ –q] → –p)

¿Dónde he operado con los objetos del universo del discurso 'Dios' o 'Alá', en mi teorema, como argumentos de los conectores lógicos? Sólo en su mente. El /\x/\y no es una expresión de conectores (conjunción) operando sobre objetos del UD, sino de cuantificadores universales.

La verdad de un enunciado (o una Teoría, en el sentido de la Teoría de Modelos) se conoce cuando dicha teoría (enunciado) se interpreta, esto es, se le pone en relación con los objetos de los que habla, que designa.Y si es un enunciado que se refiere a entes de razón (por ejemplo, matemáticos), su verdad o falsedad (que es ahistórica-aunque históricamente aprehendida-, intemporal e inespacial) es convencional (hay la intuición del matemático al elegirlos), en el caso de los axiomas.
Los valores de verdad (más que la verdad, que es un concepto extralógico) que usamos en lógica vienen delimitados, establecidos, cuando ponemos los enunciados en relación con los objetos que designan.
La verdad de la conclusión (en este argumento o en otro) ya está contenida en la verdad de las premisas, y precisamente se define un argumento como válido cuando y sólo cuando dadas unas premisas verdaderas (cuya verdad no es competencia de la lógica, sino de la contrastación del enunciado con el mundo empírico, salvo en la Matemática), la conclusión necesariamente lo es. Si el argumento es válido, el 'rigor lógico con que la conclusión se deriva de las premisas' ya está supuesto en su validez. Pero es que la verdad de las premisas sólo puede conocerse( suponiendo enunciados simples, no derivados de otros por deducción, a su vez), cuando inquirimos a la parcela de la realidad de la que hablan las premisas para ver si lo expresado en ellas se corresponde con lo que ocurre. Pero la deducción anterior no ha puesto una verdad (no ha declarado la verdad de la conclusión), si esta no estaba ya contenida en las premisas de esa inferencia válida, hasta tal punto que la validez de una una inferencia no precisa que las premisas sean verdaderas (esto es, lo expresado en ellas se de en la realidad). Cuando lo son, esa inferencia además de válida es buena. Aquí verdad es “conformidad”.


No. Verdad (de un enunciado) es siempre 'conformidad semántica del mismo con la realidad que designa' (en el caso de enunciados no metemáticos). Otra cuestión, que más adelante usted confunde, es que la verdad de dicho eunuciado se conozca al deducirlo de otros (verdaderos) en una inferencia válida. Pero la inferencia no pone más verdad en el enunciado que la contenida en las premisas, que, a su vez, es la conformidad de lo que dicen con lo que ocurre. Lo único que la lógica le ahorra es el comprobar, de facto la conclusión (que esta es verdadera, que lo que dice sucede en la realidad), dado que ese trabajo ya ha sido realizado al comprobar las premisas (supuestas simples).


[...]que el enunciado de las premisas haya sido más o menos aceptado como una posibilidad para entender la realidad por parte del hombre. [...] sino como cumplimiento de una POSIBILIDAD. Verdad es “cumplimiento”.


Eso del 'más o menos' es inaceptable en lógica (ordinaria), de la que estamos hablando. Una vez que establece un enunciado, o es verdadero o es falso. Para enunciados 'borrosos' ya está la Lógica Borrosa, de la que no estamos hablando. La propiedad trinitaria o se tiene o no se tiene, no se tiene 'más o menos', no se tiene 'un tercio de la misma', no se tiene 'posiblemente', 'aproximadamente', etc., o siendo la propia propiedad susceptible de difusividad. No mezclemos cosas inmiscibles, aunque relacionadas: Lógica ordinaria y lógica borrosa. Salvo en Lógica del Tiempo o enunciados que lo declaran en ellos, la verdad de un enunciado es intemporal. Si yo digo Jesucristo es Dios, este enunciado declarativo es verdadero o falso (verdadero), al margen de la Historia. Cristo es Dios desde la Eternidad, aunque para nosotros, sujetos al tiempo, el Verbo se encarna en la Historia. Igualmente ocurre con las verdades necesarias, por ejemplo, las matemáticas. El Teorema de Euclides sobre números primos (Hay una infinidad numerable de números primos) es independiente (es verdaderamente independiente) del momento histórico, y de la propia Historia. La verdad ontológica es intemporal. (Fernández de la Mora) Deo volente, continuará...

10. Fernando

Cuánto agradezco Disidente que usted haya tenido a bien responderme. Podría haberme extendido más, pero hubiera sido innecesario. Creo que ya podemos clausurar esta polémica que nos retrotrae a los tiempos en los que todavía la controversia razonada estaba en uso.

Me imputa que mi intuición me «juega una mala pasada», que adolezco de «enunciados borrosos», que «confundo» ideas o cuestiones. ¿Debería defenderme? Hablando de los teólogos de la conclusión dice Xabier Zubiri: «La verdad de una posibilidad es su cumplimiento. Ahora bien, el modo de llegar a discernir el cumplimiento de una posibilidad en una realidad puede ser muy vario. Puede ser un razonamiento, evidentemente […] De ahí que pueda haber una vía distinta: volver a una inspección nueva de la realidad; no a hacer un razonamiento, sino a atenderla de una manera más adecuada, por ejemplo en forma de experimento» (página 313 del libro que cito más adelante).
Decía: ¿reconoce el estilo de Zubiri? Usted en otra intervención lo ha citado, pero yo no, y me explico. No lo he hecho con la intención de demostrar que cuando se entra en polémica se tiende fácilmente a usar el bisturí y desmontar como borrosas y confusas cualquier declaración del contrincante. Usted lo ha hecho, y se lo agradezco, pero a quien ha rebatido no es a mí sino a las mismas palabras de Xabier Zubiri, al que no cité conscientemente para demostrar precisamente esto que le comento. Por tanto, hemos descubierto, gracias a usted, que uno y otro nos hallamos ante un estudioso, Zubiri, que adolecía de lógica borrosa, de confusión, de intuiciones que le hacían mala pasada, en suma de no saber lo que decía, tanto en capítulos extensos, supongo, como en esta modesta cita, a la que usted cuidadosamente ha aplicado el rigor desmontador enunciado por enunciado.

Y en efecto, Zubiri no es Dios ni pretendía hacer declaraciones dogmáticas ni usaba la lógica para derribar contrincantes, él que era tan cuidadoso con aquello que estudiaba. En suma, le digo: los párrafos 2 y 3 (09.03.07 @ 12:13 – 12:14) son copia “ad litteram” de Tercera parte, capítulo VI, sec. 2, V: “El Cristianismo y las religiones”, en XABIER ZUBIRI, «El problema filosófico de la historia de las religiones», Alianza Editorial, Madrid 1993, pp. 313-314.
A su vez el párrafo 4 (09.03.07 @ 12:15) es cita literal de: A. AMBROSE & M. LAZEROWITZ, «Fundamentos de lógica simbólica», Instituto de Investigaciones Filosóficas, Univ. Nacional Autónoma de México, 1968, p. 11.

Es verdad, y termino, que uno puede citar párrafos de cualquiera y sacarlos del contexto. Yo he querido centrar la idea en esa cita de Zubiri que recoge, entre otras cosas, los problemas que implica hacer teología o fundar criterios teológicos mediante el solo uso del razonamiento conclusivo a partir de premisas. Zubiri decía otras muchas más en ese libro, de religación, de razón abierta, de intelección de la Deidad… Él decía sin tapujos que el Islam era una re-gresión de lo que fue la marcha de Cristo (p. 230), pero tenía el cuidado de reconocer que «toda religión no solamente es universal, sino que además ninguna religión es SIMPLICITER FALSA. Esto sería completamente absurdo. Las demás religiones […] emplean vías distintas de la vía del monoteísmo. Son vías, en el sentido etimológico, “ab-errantes”. Es decir, dan rodeos, pero por un rodeo llegan al Dios del Cristianismo» (p. 332).

Yo me limito a cerrar este comentario con la cita del documento de la Nostra Aetate que le expuse y al que usted parece que no prestó demasiada atención. Ellos, los musulmanes, y los cristianos, que somos aquí nosotros, adoran al Dios único. Si Dios es no igual a Alá con el uso de la lógica, eso se lo dejo para usted. Otros creemos, como Zubiri, que los fundamentos alumbran u obturan posibilidades internas en el entendimiento de lo real, y si hay posibilidades en las vías del monoteísmo, es que también ahí cabe descubrir de alguna manera la «presencialidad dinámica» del fundamento, de Dios, en unos o en otros. Deo volente, espero que usted y yo en el futuro hablemos de otras cuestiones que tocan a otras cosas más importantes que cuestiones de lógica. Zanjo pues por mi parte este debate.


11. Disidente


No le diré que sabía la filiación zubiriana de sus palabras (que curiosamente no ha citado entrecomilladas, lo cual, y se lo digo con todo respeto, constituye una doble violación de la etiqueta de la discusión: Omitir la fuente, e intentar hacerla pasar por propia para pillar al contraopinante), porque no se lo iba a creer. Zubiri es uno de mis filósofos preferidos (no el que más), y su genio especulativo es incuestionable. Pero dicho esto, eso no significa que no sea susceptible de crítica e incluso que no se detecten imprecisiones o errores en sus argumentos. Un ejemplo muy sencillo.

Cuando, en Naturaleza, Historia y Dios, habla de la Física moderna, en las páginasEn las páginas 296-297 de la mentada obra (9ª edición, 1987, Alianza Editorial), Zubiri escribe: "Algo parecido había ocurrido al estudiar la distribución de la temperatura en el interior de un cuerpo cerrado absolutamente aislado del exterior: la llamada radiación del cuerpo negro"

Aquí, como ya comenté en el foro de Zubiri (en el que no participo desde hace mucho) hay varias incorrecciones.

1ª.- No es la 'distribución de la temperatura', sino la distribución espectral de la radiación (del cuerpo negro), llamada técnicamente radiancia espectral (RT(f) ), definida de tal forma que RT(f) df es la energía emitida en forma de radiación, con frecuencias en el intervalo abierto
(f,f + df), por área unitaria de la superficie del cuerpo negro, y por unidad de tiempo (una potencia por unidad de área, pues), a una temperatura absoluta T.

2º.- 'Cuerpo cerrado absolutamente aislado del exterior'

Primero una definición:

DEF (De cuerpo negro) .- Un cuerpo negro es aquel cuya superficie absorbe toda la radiación térmica que incide sobre él. #DEF cuerpo negro

Es una idealización, ejemplificada en algunos objetos reales. Por ejemplo (continúa...):


a) Un ejemplo de un (casi) cuerpo negro, sería cualquier objeto cubierto con una capa difusa de pigmento negro, como negro-bismuto.
b) Otro ejemplo es el de un objeto que contiene una cavidad y que se comunica con el exterior por medio de un pequeño agujero (pequeño respecto de las dimensiones del cuerpo). El mecanismo de su 'negritud' es el siguiente. La radiación exterior que incide sobre el agujero, penetra en la cavidad y se refleja en todos los sentidos sobre las paredes de la cavidad, de modo que eventualmente se absorbe en estas paredes. Si el área del agujero es muy pequeña, comparada con el área de la superficie interna de la cavidad, la radiación reflejada hacia el exterior a través del agujero será despreciable.

Si suponemos ahora que las paredes de la cavidad se calientan a una temperatura T, estas emitirán radiación térmica que llenará la cavidad . Una pequeña fracción de esta radiación, que incida en el agujero, pasará por él, y así el agujero funcionará como un emisor de radiación térmica. El agujero realizará un muestreo de la radiación en el interior de la cavidad, y como este agujero debe tener las propiedades de la superficie del cuerpo negro, la radiación que emite tendrá el espectro de un cuerpo negro, característico a la temperatura T en las paredes (que es la únnica temperatura que se define en el sistema).
Este espectro, como se ha dicho, se especifica en función del flujo de energía, RT(f), o en términos de la llamada radiación de la cavidad, una densidad de energía,
dT(f) (donde dT(f) df se define como la energía contenida en una unidad de volumen de la cavidad a temperatura T, en el intervalo de frecuencias ]f, f + df[ (los intervalos abiertos extremos 'a' y 'b', se pueden representas de la forma (a,b) ó ]a,b[). Evidentemente, las cantidades RT(f) y dT(f), son proporcionales.

Un cuerpo negro es, por lo tanto, en primer lugar, un objeto o sistema termodinámico. Un sistema termodinámico se encuentra encerrado en una superficie (real o ficticia) que se considera lo separa del resto del Universo o medio exterior. A su través, pueden efectuarse intercambios de energía y materia con ese medio exterior. Así pues, tendremos la siguiente clasificación de sistemas termodinámicos:


*Cerrado. Cuando sólo se efectúan transferencias de energía (calor y trabajo), con el medio exterior.
*Abierto. Cuando a través de la superficie de separación se realizan intercambios de materia y energía.
*Aislado. Cuando no se intercambia ni materia ni energía.

En consecuencia, un cuerpo negro nunca es aislado, ni puede definirse como tal, dado que, por definición, absorbe toda la radiación térmica que incide sobre él.

Conclúyese, finalmente, que en la cita textual de Zubiri se contienen incorrecciones o imprecisiones terminológicas.

Zubiri expresa un absurdo físico. Es sólo un ejemplo.
Esperaba la referencia del CVII en la Declaración Nostra Aetate. Cuando disponga de tiempo le contesto. Pero antes una pregunta: ¿Es dogmática esta declaración?
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