Cuando ya sabía las respuesta, me cambiaron las preguntas

Ésta es una frase que se repitió en los años sesenta del pasado siglo. Dicen que apareció pintada en una iglesia de Quito. Otros aseguran que vino de Paris, como los niños. Yo la escuché una tarde de invierno en Roma, el año sesenta y ocho, mirando al coppolone de San Petro ensombrecido. Así la quiero repetir ahora, cuarenta años después y preguntaros: ¿Os parece verdad? Se aplica a Job y a Jesús, a la Iglesia, al Estado de Israel, a muchos musulmanes. Voy a plantearla de nuevo. Espero vuestras respuestas.

En tiempos de Job, sus sabios amigos y la Religión Oficial del Templo tenían las respuestas preparadas, exactas, afiladas, como los buenos sacrificios de corderos. Pero Job tenía una pregunta

Los malvados remueven los mojones,
roban al pastor y su rebaño.
Se llevan el asno de los huérfanos,
toman en prenda el buey de la viuda.
Desde las ciudades gimen los que mueren,
el herido grave pide auxilio;
pero Dios no atiende a esos clamores.
No se ha elevado aún el día y se levanta el asesino
para matar al pobre y desgraciado.
Por la noche merodean los ladrones,
penetran a escondidas en la casa ajena (24, 2-3. 12. 14. 16?
¿Qué hace Dios?

En tiempos de Jesús seguían la respuestas sabias y fuertes. Romanos, griegos y judíos clavaban como dardos sus certezas sobre una tierra endurecida. Pero las preguntas verdaderas eran otras, las preguntas del leproso y de la viuda, del loco y del niño, del publicano y de la prostituta… Jesús elevó en nombre de todos la gran pregunta del Reino…. la pregunta por la felicidad y la ternura, por la justicia y y la verdad...
y así murió preguntando en una cruz… ¿Respondió Dios?

La teología oficial… es maestra en buenas respuestas Se dice por ahí que los teólogos tienen respuestas exactas a preguntas que nadie ya formula… (yo he sido teólogo oficial durante más de treinta años). Ellos siguen (¿seguimos?)respondiendo como hicieron en viejos concilios, en textos de escolástica pasada… Tienen respuesta para todo... Se dice que todo lo saben, por cinco duros pueden contestar, como las máquinas... menos para aquello que de verdad pregunta la gente ¿Es cierto?

La Iglesia oficial… también responde a todo. Hay un problema… y lanza un Documento respondiendo con palabras ya sabidas, sin rozar ni siquiera los problemas reales de la gente ¿es cierto? Para responder e verdad hay que estar en la calle... y en la calle están, viven y responde millones de cristianos ejemplares, que van caminando con la gente, como Jesús. Pero las respuestas ya precocinadas, para todo, suelen ser siempre mentira ¿es cierto? Muchos dicen que estamos ante una Iglesia oficial que va vendiendo respuestas que a nada ni a nadie responden, sino sólo a los que viven de dar esas respuestas… Pero son millones y millones los cristianos que planteas la buenas preguntas…

El Estado de Israel tiene la respuesta perfecta de la bomba en Gaza, tiene escondida la gran bomba… que es capaz de destruir…. imponiendo así la razón. Algunos dicen que muchas armas de Israel vienen incluso de España de la buena USA, de otros buenos lugares, con buenas respuestas. Pero ¿se responde de esa forma a las preguntas de la gente? Dicen algunos judíos que a lo largo de dos mil años sin Estado ellos no fueran capaces de dar su respuesta, ahora la tienen. ¿Responden así a las preguntas reales? Muchos pensamos que la verdadera pregunta del judaísmo verdadero debe ir en otra línea…

Muchos musulmanes y palestinos tienen también sus respuestas ya hechas… Dicen a veces que el Corán responde a todo. Pero quizá ellos tampoco tienen las preguntas verdaderas… Discutí con un musulmán un día: ¿qué es el Corán? ¿Un libro de respuestas fijas o un camino de buenas preguntas? Lo mismo puede decir de la Biblias: ¿es un formulario de respuestas-receta, prefabricadas, o un camino de buenas preguntas…?

No sé responder… Sólo sé que quizá todos tenemos demasiadas respuestas y no sabemos formularnos de verdad la auténticas preguntas…

Th. Kuhn, en su gran libro sobre las La teoría de las evoluciones científicas decía que la ciencia verdadera no está en las respuestas, sino en las buenas preguntas… Aprender a preguntas cuando las viejas respuestas fallas, eso era la ciencia. Eso hizo Newton, eso hicieron Einstein y Heisenberg.

San Agustín decía: Mihi quaestio factus sum (Me he convertido en una pregunta para mí mismo; Confesiones X, 33, 50). Ése es el Agutín que me gusta, que sigue abriendo caminos. ¿Por qué no dejamos de verdad que se abran las preguntas…?. Ya lo sé, muchos tenemos las buenas soluciones: los dogmas terminados, las bombas atómicas, las razones decisivas… Tenemos las respuestas, pero quizá las preguntas son otras.
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