"Bilbao es lo que es gracias en parte a la Virgen de Begoña y al descanso que allí efectuaban los peregrinos" Bilbao: otra catedral del “camino”

Bilbao: otra catedral del “camino”
Bilbao: otra catedral del “camino”

Santiago irrumpió por la fe y la devoción hasta en el interior de la conciencia de los pueblos hispanos, en la variedad de sus manifestaciones, algunas de las cuales serían declaradas por la Unesco “Patrimonio de la Humanidad”

Bilbao es lo que es gracias en gran proporción a la Virgen de Begoña y al obligado descanso que en tal lugar efectuaban los peregrinos santiaguistas

El recorrido por las capillas de la catedral de Bilbao y la atención a sus símbolos e inscripciones empujan a los visitantes a adentrarse e interpretar la historia, tanto religiosa, como civil y social de los bilbaínos, a lo largo y ancho de los siglos, de sucesos  y de costumbres

En los sepulcros, tanto o más en los de los obispos, se escribe la historia con la misma o mayor fiabilidad que la que pueda referirse en los en los documentos

Con la espada convertida en arado, o a lomos de un caballo blanco descabezando moros en Clavijo y sus alrededores, o atendiendo una y otra actividad imposible, en calidad de peregrino militarizado, a Santiago, uno de los Doce del Colegio Apostólico de Jesús, y pariente tal vez suyo, España le debe capítulos y episodios muy importantes en su historia.

Por estrategia y lógica, tal historia no fue solo religiosa, ni política, ni social, ni mágica, y ni siquiera fue y estuvo siempre documentada. Ni solo ni fundamentalmente se escribió con las herramientas y los conocimientos con los que se construyeron los templos, las catedrales, hospicios, puentes y puertos, además de obras de arte y literatura… Santiago irrumpió por la fe y la devoción hasta en el interior de la conciencia  de los pueblos hispanos, en la variedad de sus manifestaciones, algunas de las cuales alcanzarían con el paso del tiempo el grandioso y preciado reconocimiento de ser declaradas por la Unesco, nada menos que “Patrimonio de la Humanidad”.

España fue, y en parte sigue siendo España, gracias a los Caminos que en su pluralidad de versiones y procedencias llevaron a tantos peregrinos con sus Ultreias hasta el mismo Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana, y a los límites de la civilización y cultura romana y pre-romanas del Finisterre.

Panoramica Catedral de Santiago de Compostela.
Panoramica Catedral de Santiago de Compostela.

Nuestra señora de Begoña

Exactamente cuando el primer Camino —“antiguo”— de Santiago, también declarado “Patrimonio de la Humanidad”, alcanzaba el lugar en el que asentaría Bilbao, los devotos del Apóstol procedentes de Europa, con inclusión de Inglaterra e Irlanda, asumían con gozo la distancia que media entre el santuario de Begoña, con el fin de venerar la imagen de la Virgen con tal advocación, de cuya existencia y “milagros” se tenía plena constancia por los más lejanos territorios de la religiosidad popular. 

Bilbao es lo que es gracias en gran proporción a la Virgen de Begoña y al obligado descanso que en tal lugar efectuaban los peregrinos santiaguistas. Aunque algunos aseveran que la que habría de ser capital de Vizcaya se correspondiera con “Flavióbriga”, o con “Portus  Amanum” de la época romana, la Villa fue fundada por el “Privilegio firmado en Valladolid el año 1300 y confirmado el siguiente por el Rey Fernando de Castilla, siendo su ”Primer Señor” don  Diego López de Haro. Etimológicamente algunos siguen haciendo proceder el nombre de la Villa del sintagma “bel” –“bello”, más  “vao”, apócope de “vado”, y según otros  de “biribil-bao”, híbrido del latín y del euskera, con referencias a un castillo, que aquí existiera hasta el siglo XIV.

Basilica de Begoña.
Basilica de Begoña.

Pero antes de asentarnos en esta población con el explícito fin e intención en este peregrinaje de visitar su catedral, que por lógica santa habría de estar dedicada al Apóstol Santiago, nos sumamos a alguno de los grupos que se desplazan al santuario de Begoña a expresarle a la Virgen nuestro agradecimiento por haber podido realizar gesto tan devoto, como es el de habernos decidido a recorrer este Camino y haber llegado, sanos y salvos, ya hasta esta etapa.

El santuario de “Begoña”, “cerro dominante” según unos, o “¡quieto el pie¡”, según otros, se ubica en un privilegiado lugar estratégico que domina el cauce de la ría del Nervión. La leyenda, o mejor, las leyendas, piadosas se dan cita en sus alrededores y, entre unas y otras, se llega a la conclusión de que en el hueco de un roble se le apareció la imagen a unos pastores, con indicación de que allí, precisamente allí, le fuera erigida una ermita, desde la que habría de bendecir y proteger a los lugareños. La interpretación de “¡quieto el pie¡” respondería a que los encargados de hacer cumplir la voluntad de la Virgen estimaron que otro sitio habría de ser más amplio y, en su tiempo, hasta basilical, por lo que, ya iniciadas las obras, una nueva aparición con el lema de “¡quieto el pie¡” daba a entender la Virgen que el lugar habría de ser el expresado por ella.

De la imagen que se venera en la actualidad, se refiere que es del siglo VIII, y su conjunto es toda una lección preciosa de humanidad maternal y docente, que impresiona a quienes la contemplan… Sedente, sostiene al Niño Jesús en sus rodillas y ofrece una rosa roja en su mano derecha, como preciado regalo sobrenatural para sus devotos El Niño Jesús imparte la bendición con su mano derecha, y en la izquierda tiene y muestra un libro abierto.

Las obras de la actual basílica se iniciaron en 1511 y acabaron un siglo más tarde. La guerra napoleónica, las “carlistas” y “los sucesos de Begoña” del 16 de agosto de 1942, devastaron el templo una y otra vez hasta haber instalado en el mismo una batería el General Zumalacárregui, para desde el santuario bombardear la Villa de Bilbao.

Una y otra vez, el santuario de la Virgen de Begoña tuvo que ser reconstruido, por lo que su historial es más de guerras que de paz, estimada alguna de estas “en el mismo nombre de Dios”. La imagen de la Virgen pudo salvarse gracias a haber sido recogida en el templo de Santiago, hoy catedral. 

Interior Basílica de Begoña

En el santuario llama la atención por diversas razones, la “Cámara de la Virgen” con multitud de remembranzas a los milagros por ella efectuados contra la epidemia del cólera del año 1855. No es de extrañar así mismo que el templo esté decorado con emblemas de mercaderes, marineros y gremios, mientras que la mayoría de los santuarios lo están con los escudos de los obispos y los de la nobleza

La catedral 

Pero como el objetivo principal de nuestra visita a Bilbao en esta ocasión es su catedral, urge aportar algunas particularidades del templo, de su historia y arte, que la define y distingue, y en cuya información los motivos santiaguistas prevalecen de una manera tan singular, como hasta haber sido, y seguir siendo, piedra fundamental de su existencia como capital de diócesis, así declarada desde el año 1949, siendo su primer obispo don Casimiro Morcillo, quien  después —en los “tiempos gloriosos” del Nacional-Catolicismo— habría de ocupar la sede arzobispal de Madrid.

El edificio, de la antes parroquia y hoy catedral basílica de Bilbao, es anterior en sus dos versiones  —una en 1300 y otra en 1374— al  templo actual, este de estilo gótico, el mayor de los existentes en Vizcaya, pese a sus medidas relacionadas con las del resto  de las catedrales de Espala. Tiene 51 metros de largo, por 22 de ancho y de alto, y su torre, la tercera de la que se tiene referencia, rebasa los 64, construida con sillares blancos procedentes del Monte Oíz, nido litúrgico y vecinal de once campanas. Una de las puertas, la antigua del Ángel, es conocida como la de los Peregrinos. Las veneras y las conchas que la decoran, proclaman a la perfección. En otra puerta de acceso campea el escudo de armas de la Villa, como símbolo de posesión y patronato, con presencia de las esculturas de un obispo y de un rey, que bien pudieran corresponderse con las de don Gonzalo, al frente entonces de la poderosa mitra de Calahorra y con las del rey Juan de Castilla.

De planta basilical, embellece este templo dedicado a Santiago, 17 ventanales y tres rosetones, amplia Capilla Mayor con su sillería para los señores canónigos y la cátedra episcopal, y órgano, conocido con el nombre del célebre compositor alavés Jesús Guridi. La sacristía es de estilo gótico-renacentista y la presiden las imágenes de los “Santos Padres” Agustín, Jerónimo, Ambrosio y Gregorio Magno. Bajo el Altar Mayor se ubica la Cripta-Oratorio en la que se conservan restos del primer templo dedicado a Santiago, aún antes de la fundación de la Villa de Bilbao. En su “Arca” se conservan y veneran reliquias de san Fructuoso, san Bonifacio y otros “compañeros mártires”. 

Característica especial del templo catedralicio de Bilbao es el dato de ser quince las capillas que configuran ya desde el principio su plano, tanto el arquitectónico como el social. En aquellos tiempos en los que se construyeron “con las debidas licencias” de los eclesiásticos que regían los destinos espirituales de sus parroquianos, tales capillasfueron financiadas por familias pudientes, dedicándolas a albergar en las mismas los sepulcros propios.

Del largo listado-letanía de estas “iglesias particulares”, que no del pueblo, destacan estos nombres y advocaciones: El Pilar, con un Santiago peregrino a la puerta, Nuestra Señora de Begoña, Santa Lucía, san Diego de Alcalá, Nuestra Señora de la Piedad, el Rosario, el Sagrario, La Virgen de los Remedios, Santa Marina, la Virgen del Carmen, el Bautismo, san Serafín, la Penitencial, Cristo del Amor.

El recorrido por estas capillas y la atención a sus símbolos e inscripciones empujan a los visitantes a adentrarse e interpretar la historia, tanto religiosa, como civil y social de los bilbaínos, a lo largo y ancho de los siglos, de sucesos  y de costumbres. Y es que en los sepulcros, tanto o más en los de los obispos, se escribe la historia con la misma o mayor fiabilidad que la que pueda referirse en los en los documentos

Con tantos recuerdos, entre los que emergen los santiaguistas, y después de admirar el claustro gótico con lápidas y más símbolos, no desaprovechamos la ocasión de visitar también el templo vecinal de sus alrededores, compuesto en esta ocasión catedralicia por el conjunto urbano de sus “Siete Calles” adjuntas al Casco Viejo, con los  nombres de Artekale, Tendería, Belostikale, Carnicería Vieja, Barrankale, Barrenkale Barrena… En la adjunta de Ronda “de la Villa de Bilbao”, nació el 29 de septiembre de 1864, Miguel de Unamuno y Jugo, uno de los parroquianos más ilustres del templo basilical y hoy santa Iglesia Catedral de Santiago. Sus padrinos de bautismo fueron Félix y Valentina.

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