Soler deja abierta la puerta a que la Abadía sea lugar de encuentro Rajoy-Puigdemont El abad de Montserrat: "Estamos a tiempo de que se hable y se dialogue en confianza"

(Jesús Bastante).- Es uno de los 'protagonistas' silenciosos de la cuestión catalana. El abad de Montserrat, Josep María Soler, fue señalado como uno de los posibles 'negociadores' entre Rajoy y Puigdemont. El religioso, durante su intervención en Barcelona Tribuna, hizo un llamamiento al diálogo hasta el final. "Estamos a tiempo de que se hable y se dialogue en confianza".

Para el abad Soler, "no podemos dar por cerradas las posibilidades de diálogo a día de hoy. Eso sería perder la esperanza y la confianza en las personas". Un diálogo que, señaló, "siempre quiere decir ceder por ambas partes". Antes de que se conocieran las detenciones de los presidentes de ANC y Òmnium, el abad Soler señalaba que "lo más importante es salir de la situación en la que estamos sin que nadie sea humillado".

El diálogo fue el protagonista de la reflexión de Soler (que compartió mesa con el cardenal Omella, otro de los señalados como hipotético 'facilitador'), quien indicó que tanto los abades y priores de los monasterios catalanes como la Comisión Permanente de la CEE, o la propia Tarraconense, lo han solicitado con insistencia. "Hay que sentarse y dejar de lado los sentimientos que se puedan tener de todo lo vivido durante el procés y buscar lo que realmente conviene a la mayoría de la gente", añadió.

Sobre su participación en una hipotética mediación entre la Generalitat y el Gobierno, Soler negó que le haya sido solicitada, aunque sí dejó abierta la puerta a que Montserrat sea lugar de encuentro. "La Iglesia debe ser un lugar de acogia, de diálogo y de encuentro que fomente la convivencia", señaló el abad, quien señaló que, de ser posible, invitaría a Rajoy y Puigdemont "a cenar y a que hablen". Eso sí: "dejando la cuestión en manos de Dios. A dios rogando y con el mazo dando".

Sobre las relaciones entre la Iglesia española y la catalana, Soler destacó cómo la nota de la Comisión Permanente del pasado 27 de septiembre fue avalada con la presencia de tres obispos catalanes, lo que demuestra el "eco" que la voz de los prelados de la zona tienen en la CEE.

Al tiempo, destacó cómo la nota episcopal hacía referencia a los "diferentes pueblos que conforman el Estado", pedía que no se tomaran "decisiones y actuaciones irreversibles y de graves consecuencias", y clamaba por garantizar "nuestra convivencia pacífica", evitando "fracturas familiares, sociales y eclesiales".

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