Los municipios italianos han decidido conmemorar a las víctimas del coronavirus el 31 de marzo y "honrar el sacrificio y el compromiso de los trabajadores sanitarios" bajando la bandera a media asta. Un gesto que es apoyado por la Santa Sede, dispuesta a hacer lo mismo con su bandera para expresar "la cercanía a las víctimas de la pandemia en Italia y en el mundo, a sus familias y a los que luchan generosamente para ponerle fin", tal como anunció esta mañana la Oficina de Prensa del Vaticano.
La iniciativa fue lanzada hoy por Anci, la Asociación que reúne a los municipios italianos, "para abrazarnos idealmente a todos", un signo "de apoyo mutuo, como sabemos hacer los alcaldes", dijo Antonio Decaro, alcalde de Bari y presidente de Anci. La "chispa inicial" de esta idea fue encendida por el presidente de la provincia de Bérgamo, Gianfranco Gafforelli, para los alcaldes de su territorio, con Decaro que luego decidió extenderla a todo el país.
En medio del dolor surge una buena noticia, de aquí que nuestra etiqueta sea #Esperanza. Una de las participantes del programa de Personas Sin Hogar que se alojaba en el Seminario de Burgos ha dado a luz a una bebé llamada Sabrine. Según indca la archidiócesis de Burgos, a partir de ahora tanto la madre como la bebé serán atendidas en la residencia de las religiosas Teatinas.
Un cántico de esperanza
«Se ha convertido en un auténtico cántico de esperanza», explican. Y es que Sabrine ha supuesto una verdadera alegría para el medio centenar de personas sin hogar que, desde el pasado jueves, se aloja en el edificio del paseo del Empecinado. Ayer domingo, una de las participantes en el programa que gestiona Cáritas fue trasladada hasta el Hospital Universitario de Burgos para dar a luz a una bebé, que nació con cuatro kilos de peso y con un excelente estado de salud.
Ahora, tanto Sabrine como su madre se hospedarán con las religiosas Teatinas, dado que tanto los pisos tutelados de Cáritas como los de servicios sociales del Ayuntamiento están al completo de su capacidad. Cuando pase el estado de alarma provocado por el Covid-19, Cáritas intentará integrar a Sabrine y a su madre en el programa de Ain Karem, de ayuda a mujeres gestantes y madres en dificultad.
La madre de Sabrine, marroquí y con otros tres hijos, llegó a España a comienzos de año forzada a trabajar en la recolección de la fresa en Huelva. Al verse impedida por su embarazo, huyó hasta Burgos, donde ha sido acompañada por el programa de Personas Sin Hogar de Cáritas, desde el que trasladan su buena colaboración y voluntad, aunque aún tiene dificultades con el idioma.
Serán las Teatinas las que les den hospedaje y cuidados en estos días a Sabrine y su madre, mientras las religiosas siguen ayudando con la entrega de alimentos, además, entre las familias de su servicio de guardería que más sufren dificultades.
En otro vídeo enviado a través de sus redes sociales, el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, ha querido "agradecer la acción de las pequeñas, medianas y grandes empresas, de las personas privadas que de manera altruista están colaborando para que nuestros servidores públicos tengan todo lo necesario para hacer frente a esta pandemia. Que Dios os bendiga"
Por otro lado, Cáritas Diocesana de Madrid ha habilitado un número de atención 24 horas, 915489580, para dar respuesta a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad también durante la pandemia del coronavirus.
Este servicio telefónico está orientado a atender las demandas habituales de Cáritas y, desde la atención más cercana a los domicilios, acompañar a las personas que necesitan ayuda y procurar soluciones a las necesidades básicas, provocadas o incrementadas por el aislamiento social.
Este teléfono, que cuenta con varias líneas y será apoyado por el Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU), se suma a los puestos en marcha por la diócesis para acompañar a las personas que pasan el confinamiento solas y atender a personas que afrontan el duelo por la muerte de un ser querido estos días
El Muro, desinfectado
El Muro de las Lamentaciones, principal lugar de rezo judío, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, fue este martes desinfectado para evitar el contagio por coronavirus a través de los roces, besos y tocamiento de las piedras sagradas por los fieles.
La desinfección se hizo en coincidencia con la tradicional limpieza que se hace antes de Pésaj, la Pascua judía, cuando se retiran los papeles con ruegos y deseos que los creyentes introducen en las grietas del muro para que dios los atienda.
Por otro lado, el Patriarcado Latino de Jerusalén ha difundido las indicaciones pastorales para la celebración de la Semana Santa en el respeto de las restricciones impuestas por la emergencia del coronavirus. "Es algo nuevo que nunca hemos experimentado antes y que nos pide encontrar nuevas formas de celebración" escribe el administrador apostólico, Monseñor Pierbattista Pizzaballa.
Las celebraciones en el Santo Sepulcro se reducirán. "Naturalmente no se renunciará en modo alguno a la celebración del triduo en nuestro lugar más sagrado, pero no serán una referencia práctica para gran parte de la diócesis -señala Pizzaballa. Por esta razón, desde la iglesia con-catedral del Patriarcado, será celebrado todo el Triduo en árabe, animado por algunos seminaristas y retransmitido en directo a toda la diócesis por el Christian Media Center".
No habrá procesiones en Tierra Santa
Teniendo en cuenta los decretos del 25 de marzo pasado de la Congregación para el Culto Divino y de la Congregación para las Iglesias Orientales, para las Iglesias que a ella hacen referencia, y las disposiciones del 19 de marzo de la Penitenciaría Apostólica sobre el sacramento de la confesión y las indulgencias para los enfermos de covid-19, no se realizará la procesión de Ramos el próximo domingo.
Monseñor Pizzaballa invita a los párrocos a "hacer todo lo posible para poner a disposición de sus fieles las ramas de olivo previamente bendecidas y también pequeñas botellas de agua bendita. La Misa Crismal se traslada a Pentecostés en Jerusalén.
En cuanto al Triduo, considerando el celebrado en la iglesia co-catedral y las transmisiones televisivas de todo el mundo en varios idiomas, el administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén pide que se evite "la proliferación mediática de celebraciones individuales o personalizadas" y sugiere "un mínimo de coordinación, organización y unidad al menos dentro de cada una de las vicarías".
No a las celebraciones en streaming grabadas y, "siguiendo la sugerencia de la Congregación para las Iglesias Orientales, el Sábado Santo por la tarde en todas las iglesias, incluso donde no hay celebración" sí al repique de las campanas a la hora prevista para la celebración de la liturgia de vigilia acordada por el vicariato, para invitar a todos a un momento unificado de oración".
Parroquias en lengua árabe
Específicamente, además, se sugiere que las parroquias de lengua árabe que siguen el calendario gregoriano se unan a las celebraciones en streaming que se llevarán a cabo en la co-catedral del Patriarcado. Las parroquias árabes que siguen el calendario juliano, excepcionalmente, "son libres de unirse al santo Triduo del Patriarcado según el calendario gregoriano, si creen que sea pastoralmente indicado ". En el caso de las parroquias de lengua árabe con calendario juliano, se invita al Vicariato de Jordania a organizar una sola celebración; las parroquias de la zona pastoral de Ramallah que consideren que es mejor mantener la fecha ortodoxa sólo pueden referirse a la celebración de la parroquia de Ramallah; las parroquias de Galilea pueden organizarse coordinándose.
Para el Vicariato de Chipre recomendamos una celebración única en streaming para toda la isla, teniendo en cuenta las diferentes culturas e idiomas que componen las comunidades. También se sugiere una celebración única para el Vicariato Judío de San Santiago y el Vicariato para los migrantes, siempre en sus respectivos idiomas o con algunas comunidades unidas.
Monseñor Pizzaballa también exhorta a las familias a rezar en casa, retomando las antiguas tradiciones, y pide a los vicariatos y a las oficinas diocesanas que preparen subsidios con la indicación de los pasajes bíblicos para los distintos días de la Semana Santa y los signos que pueden realizar los jefes de familia. Para las comunidades religiosas que no tienen la disponibilidad de un sacerdote, la invitación es a seguir las celebraciones a través de los medios de comunicación y a organizar una oración litúrgica con la facultad de distribuir la comunión al menos el Jueves Santo.
Por último, se da a todos los sacerdotes la facultad de celebrar individualmente y de manera excepcional el Jueves Santo; donde no es posible, se pide la oración de la liturgia de las horas y la adoración del Santísimo Sacramento.
Finalmente, para las confesiones Monseñor Pizzaballa recuerda las instrucciones de la Penitenciaría Apostólica: en los hospicios para ancianos, hospitales y hogares para discapacitados u otro género, donde en cualquier caso se reúnen varias personas necesitadas, es posible dar absoluciones colectivas, como prescribe el Código de Derecho Canónico (961§2); se deben evitar las confesiones individuales, si las circunstancias externas no lo permiten, por lo que se invita a los fieles "a un acto de contrición sincero, con el compromiso de confesarse sacramentalmente con un sacerdote" lo antes posible. Y teniendo en cuenta lo que está sucediendo en todo el mundo, el administrador apostólico pide que en todas lar oraciones y celebraciones no se olvide de rezar por las víctimas del coronavirus, por la Iglesia en el mundo y, en particular, por la Iglesia de Jerusalén.
Los obispos de Lisboa, ante la pandemia
Ante la emergencia de coronavirus, el Cardenal Manuel Jose do Nascimento Clemente, Patriarca de Lisboa, junto a los obispos, expresan en una carta su aprecio por los esfuerzos realizados por los sacerdotes para estar cerca del pueblo.
El Cardenal Patriarca y los obispos auxiliares de Lisboa enviaron un mensaje a los sacerdotes de la diócesis en la difícil situación que atraviesan, debido a la pandemia de Covid-19. La carta, dirigida en particular a los sacerdotes "mayores o enfermos", elogia los esfuerzos de los líderes católicos por estar cerca de los fieles. Una cercanía que se produce "a través de la oración y de las múltiples conexiones telefónicas, de Internet y de otro tipo, con las que se supera la inevitable separación física con diversas formas creativas de contacto", se lee en el texto, publicado en Internet y firmado por los obispos Manuel Clemente, Joaquim Mendes, Daniel Henriques y Américo Aguiar.
Los prelados destacan cómo el momento de emergencia nacional y el aislamiento social ha creado nuevos hábitos útiles para la futura atención pastoral, cuando volvamos a vivir en la normalidad. De hecho, este difícil momento representa "una oportunidad para reforzar la acción pastoral, compensando la interrupción de lo habitual con la creación de un futuro aún más rico en posibilidades y medios".
"Llegan noticias felices", escriben los obispos, "de momentos de oración sacerdotal y reuniones pastorales por Internet o por teléfono, que intensifican o mantienen el cuidado y servicio mutuo de los fieles. También acerca de la atención a los más solos y a los enfermos, entre sus feligreses u otros, con los mensajes que envían y las llamadas telefónicas que hacen. Y lo mismo ocurre con el cuidado que se pone en garantizar el servicio de las diversas estructuras sociales y caritativas y de sus respectivos colaboradores".
"Compartimos con vosotros el sufrimiento de no poder celebrar con la gente -añaden los prelados- pero vivimos la Santa Cuaresma, incluso sin las habituales manifestaciones de piedad, fuertes y expresivas como son. Cuando podamos retomarlas en otros años, serán aún más fuertes y más coloquiales".
Finalmente, la carta anuncia que el Patriarcado de Lisboa, durante la Semana Santa, seguirá las directrices del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.