Cristianismo falso en España de xenófobos y racistas con los inmigrantes
El Arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, advierte a Vox que "un xenófobo no puede ser verdadero cristiano
| Faustino Vilabrille
Algunos partidos políticos españoles y europeos son claramente xenófobos y racistas con los inmigrantes.
El Arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), Joan Planellas, ha advertido a Vox de que "un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano"
No se puede ser xenófobo y cristiano, pues Jesús dice:
“Fui emigrante y me acogisteis… , cuando los acogisteis a ellos a MI Me acogisteis…cuando dejasteis de acogerlos a ellos, conmigo dejasteis de hacerlo”: Jesús de Nazaret en Mateo 25,31-46.
En el libro bíblico del Levítico 19,33, Dios dice: “Si viene un extranjero para habitar en vuestra tierra, no lo oprimáis. Tratad al extranjero que habita entre vosotros como a uno de vosotros. Ámale como a ti mismo, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”.
1) Homilía del Cardenal Arzobispo de Washington sobre la expulsión millonaria de inmigrantes en Estados Unidos:
El cardenal arzobispo de Washington, en la misa del 28 de septiembre de 2025 en la Catedral de San Mateo Apóstol con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, se ha dirigido con claridad y sin eufemismos al gobierno de EE.UU., denunciando la expulsión masiva de millones de inmigrantes, con una homilía verdaderamente profética y evangélica de la cual recogemos algunos párrafos, que son de plena aplicación en nuestro país y otros más de la UE:
“Durante los últimos 110 años, se ha celebrado la misa en todo el país para honrar y apoyar a los migrantes y refugiados que han llegado a nuestro país y convertido a EE.UU en una gran nación. Pero este año nos enfrentamos, como nación y como Iglesia, a una agresión sin precedentes contra millones de hombres, mujeres y familias inmigrantes entre nosotros. Estamos presenciando una ofensiva gubernamental integral diseñada para infundir miedo y terror entre millones de hombres y mujeres que, con su presencia en nuestra nación, han alimentado precisamente los lazos religiosos, culturales, comunitarios y familiares más frágiles y valiosos en este momento de la historia de nuestro país. Esta ofensiva busca hacerles la vida insoportable a los inmigrantes indocumentados. Está dispuesta a destrozar familias, separando a las madres en duelo de sus hijos y a los padres de los hijos e hijas que son el centro de sus vidas. Acepta como daño colateral el terrible sufrimiento emocional que se impone a los niños que nacieron aquí, pero que ahora enfrentan la terrible decisión de perder a sus padres o abandonar el único país que han conocido.
La doctrina social católica afirma que toda nación tiene derecho a controlar eficazmente sus fronteras y garantizar la seguridad. Nuestro gobierno, según admite él mismo y por las tumultuosas medidas coercitivas que ha implementado, está involucrado en una campaña integral para desarraigar a millones de familias y hombres y mujeres trabajadores que han llegado a nuestro país en busca de una vida mejor, lo que incluye contribuir a la construcción de los elementos más importantes de nuestra cultura y sociedad…,pero esta campaña se basa en el miedo, pues el gobierno sabe que no puede tener éxito en sus esfuerzos si no introduce nuevas dimensiones de miedo y terror en la historia y la vida de nuestro país. Su objetivo es simple y unitario: privar a los inmigrantes indocumentados de cualquier paz real en sus vidas para que, en la miseria, se autodeporten.
¿Cuál es el fundamento moral del gobierno para emprender una campaña de miedo tan exhaustiva, para desarraigar a diez millones de personas de sus hogares y expulsarlas de nuestro país? El gobierno afirma que la respuesta es simple y contundente: quebrantaron una ley al entrar o al decidir quedarse en Estados Unidos. Pero el Evangelio de hoy propone una medida muy diferente para determinar si diez millones de hombres, mujeres, niños y familias que han vivido junto a nosotros durante décadas deben enfrentarse al terror y la expulsión. La parábola del Buen Samaritano es la más importante que Jesús nos dio para la formación de nuestra vida moral y nuestra comprensión de los lazos de comunidad, sacrificio y abrazo en el mundo. Lo más impactante de la parábola es que el samaritano estuviera dispuesto a rechazar las normas sociales que, por su nacimiento y estatus, no tenía ninguna obligación con la víctima, que era judía. La profunda comprensión y la gloria del samaritano residieron en que rechazó la estrechez y la miopía de la ley para comprender que la víctima que pasaba junto a él era verdaderamente su prójimo y que tanto Dios como la ley moral lo obligaban a tratarlo como tal.
Como Iglesia, debemos consolar y solidarizarnos pacíficamente con los hombres y mujeres indocumentados cuyas vidas están siendo trastocadas por la campaña de miedo y terror del gobierno. La valentía y el sacrificio deben ser el sello distintivo de nuestras acciones en este momento de sufrimiento histórico y deliberado que se impone a personas que viven vidas verdaderamente buenas y que honran a nuestra sociedad. Como ciudadanos, no debemos permanecer en silencio mientras esta profunda injusticia se comete en nuestro nombre. El sacerdote y el levita del Evangelio de hoy son un duro recordatorio de que, ante el sufrimiento, a menudo optamos por pasar de largo, a veces por indiferencia, a veces por miedo, a veces por una reticencia general a involucrarnos. Pero Jesús rechazó esta indiferencia, este miedo, esta reticencia. Sus últimas palabras en el Evangelio solo permiten una opción. ¿Cuál de estos, en tu opinión, fue prójimo de la víctima del ladrón? Al comprender y afrontar la opresión de los hombres y mujeres indocumentados entre nosotros, solo tenemos una respuesta: Lo fui, Señor, porque vi en ellos tu rostro”.(Nota: se puede ver el texto completo en Religión Digital).
2) Arzobispo de Tarragona:
El Arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), Joan Planellas, ha advertido a Vox de que "un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano" (Cadena Ser 12/08/25; El líder de los obispos catalanes replica a Abascal: “Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano” y advierte que las declaraciones del presidente de Vox son contrarias a la Iglesia. ( El País 12/08/25).
Joan Planellas, también advierte: “Querer obtener rédito electoral de la inmigración es una trampa” (El País 23/08/25)
Es evidente que leyendo la Biblia y sobre todo las enseñanzas de Jesucristo al respecto, así como los Documentos del Concilio Vaticano II, la postura de la Iglesia no puede ser de otra manera:
3)Fundamento bíblico de acogida al inmigrante:
“Fui emigrante y me acogisteis… , cuando los acogisteis a ellos a MI Me acogisteis…cuando dejasteis de acogerlos a ellos, conmigo dejasteis de hacerlo”: Jesús de Nazaret en Mateo 25,31-46.
El mismo Jesús en la parábola del Buen Samaritano opta por el gran testimonio del extranjero, o sea, el Samaritano.
El propio Jesús, su Madre María y su esposo José fueron forzosamente emigrantes en Egipto: Mateo 2,13-15
En el libro bíblico del Levítico 19,33, Dios dice: “Si viene un extranjero para habitar en vuestra tierra, no lo oprimáis. Tratad al extranjero que habita entre vosotros como a uno de vosotros. Ámale como a ti mismo, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”.
El Vaticano II en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia trata especialmente de la emigración en los números 66 y 67 de cómo deben ser acogidos, atendidos y cuidados.
4)Conclusiones:
a)Un creyente en Jesucristo no puede ser xenófobo y racista, pues Jesús nos dice: “todos vosotros sois hermanos. Por tanto, tenemos que cuidar unos de otros, sin distinción, pero con preferencia, como El lo hizo, de los pobres, los oprimidos, los más necesitados, porque lo necesitan más. Jesús nos enseñó que nuestra única bandera ha de ser luchar por el bien y la vida digna de todo ser humano, para formar todos una verdadera familia humana.
b)Tengamos en cuenta que la mayoría de los inmigrantes vienen huyendo de la extrema pobreza, de la falta de toda clase de oportunidades, de la imposibilidad total de dignificar su vida; vienen huyendo de países a los que las multinacionales de los países desarrollados (ahora los más xenófobos y racistas) han acudido para explotar sus materias primas, que en vez de ayudarles a desarrollarse hemos ido a empobrecerlos, explotando sus riquezas y usándolos a ellos como mano de obra barata y muchas veces esclava como en la RDC, para acumular aun más beneficios para nosotros.
c)¿Quién está haciendo los trabajos más duros, penosos y difíciles en nuestro país? ¿Quién está cuidando a muchos de nuestros mayores? ¿Quién está poniendo la mano de obra para la construcción de las muchas casas de las cuales tenemos ahora tanta necesidad?
d) Además los inmigrantes hacen una aportación significativa al sistema de pensiones en España, así como a la Seguridad Social, pues los trabajadores extranjeros representan ya el 13,5% del total de afiliados a la Seguridad Social, y aportan anualmente el 10% de todo lo recaudado por la Seguridad Social y tan solo son beneficiarios de un 1% del gasto. Una diferencia positiva para las cuentas públicas que asciende a millones de euros, ayudando además a financiar las pensiones de la población nacional. (Fuente: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones).
Además en los últimos tres años, los trabajadores extranjeros han contribuido en un 25% al crecimiento de nuestro PIB per cápita, según estimaciones del Banco de España, impulsando nuestro bienestar y crecimiento.
e) Por tanto, debemos acoger a personas que llegan no solo muy indigentes a nuestro país, sino incluso arriesgando sus vidas (865 migrantes murieron intentando llegar a España desde enero hasta mayo de 2025, 342 de ellos menores, y más de 10.000 en 2024, según informa Caminando Fronteras). Además de acogerlos con gratitud, deberíamos darles formación humana y profesional para que sean buenos ciudadanos y buenos trabajadores, y sí colaboren aun mejor al desarrollo de nuestro país y puedan al mismo tiempo llevar una vida digna ellos y sus familias.
En consecuencia: un cristiano, no debe votar por ningún xenófobo, sea persona, asociación o partido político.