Domingo de Ramos sinRamos

Nos preocupa la pandemia del coronavirus, pero ¿sabemos toda la verdad sobre la gravedad del cambio climático?

HOY ES DOMINGO 28 DE MARZO DE 2021-SIN BENDICION DE RAMOS

La bendición será para la Madre Tierra, porque no quitaremos la vida a millones de ramas que estaban creciendo unidas a sus respectivos árboles. El virus les ha salvado la vida.

El virus nos ha hecho pensar a algunos en las consecuencias que ha tenido para muchas personas, familias, empresas y trabajadores, y sobre todo para quienes han muerto de forma prematura e inhumana a causa del mismo.

Ha tenido mucha mayor incidencia en los llamados países desarrollados o civilizados, y eso también nos debería hacer pensar, porque son esos países los que más influyen negativamente en el cambio climático y el deterioro del medioambiente y su relación con el coronavirus. Y este problema puede ser mucho más, grave que la propia pandemia. Veamos por qué:

1.-La pandemia nos está descubriendo que la forma en que tratamos al Planeta Tierra, nuestra Casa Común, como la llama el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si, es muy perniciosa para el futuro de la humanidad, porque la Tierra, ella misma es un ser vivo, y de continuar así, nos puede expulsar de sí misma porque estamos siendo muy agresivos y dañinos para su propia vida global de la cual nosotros somos parte.

La Tierra tiene más de 4 mil millones de años, pero el ser humano tan solo unos 8 millones de años, y el hombre actual, el llamado homo sapiens, tan solo unos 100 mil años. Tanto ella como nosotros estamos forjados por los mismos elementos físico-químicos. La vida empezó por un número innumerable de microorganismos, imposible de ser cuantificado, pues en tan solo un gramo de tierra viven unos 10 mil millones de bacterias de hasta 6000 especies diferentes. Cuántos microorganismos puede haber en toda la tierra? Incontables, pues solo es visible el 5 % de la vida del planeta. Hoy es un hecho constatado que la tierra, no solo alberga vida, sino que además ella misma está viva y continúa produciendo innumerables formas de vida. Vista desde un astronauta aparece como un todo, sin distinción entre Tierra y Humanidad. Y vista en el conjunto del Cosmos, es un punto insignificante dentro del Universo. Sin embargo nosotros, dentro de ese punto insignificante somos su mente, su pensamiento, sus sentimientos, su capacidad de amar.

Nosotros, hombres y mujeres, somos Tierra, pero lo hemos olvidado, y nos dedicamos a saquear sus riquezas, a explotarla, a herirla con bombas, a hacerle sangrar, a exprimirla, a quemarla, tanto en el aire, como en el suelo y el subsuelo, como en el mar y los océanos, todo para acumular bienes materiales sin medida y ni control para una minoría poderosa y cada vez más rica, que no le importa dejar a todos los demás cada vez con menos y más empobrecidos. La ciencia y la técnica, en vez de orientarse hacia la plenitud de todo el Sistema Tierra, se han dirigido a favor de esa minoría rica y poderosa. No nos damos cuenta que atacando la Tierra nos atacamos a nosotros mismos.

Estamos a punto de agotar la Tierra: si todos los países consumieran como consumen los países ricos, harían falta tres planetas más. Es la Sobrecarga Global de la Tierra, porque sacamos de ella más de lo que puede dar. Ya nos da señales de que tiene fiebre o sobrecalentamiento creciente (el quinquenio 2011-2015, que se ha convertido en el lustro más caliente de la historia), de que se siente mal y reacciona con enormes huracanes, terremotos, tornados, ciclones, sequías prolongadas, inundaciones devastadoras,  o nevadas donde nunca se vieron en fechas insospechadas, como la que sorprendió a España el 19 julio  de 1932 tras la erupción del volcán Quizapú que marcó un episodio climático insólito, pasando de repente, en  importantes regiones de la Península, como  del verano al invierno.

Recientemente la Tierra nos ha sorprendido liberando  microorganismos como el sars, el ébola (que ha llevado por delante a una excelente compañera de cooperación en Ruanda), el dengue y ahora el coronavirus, formas primitivas de vida, solo detectables por potentes microscopios, que podrían llevarnos a diezmar al ser más complejo que la misma Tierra ha producido, el ser Humano. De hecho ahí tenemos al coronavirus que ya ha infectado a 126 millones de personas y causado la muerte a 2,77 millones, además de la desestabilización que está causando en la sociedad, en la economía, en la política, en la salud, en las costumbres, en las religiones.

Los humanos, sobre todo la parte más rica y poderosa de los mismos, estamos siendo muy malos hijos con nuestra Madre Tierra, y no le queda más remedio que defenderse de nosotros. Somos como un miembro necrosado que hay que amputar para defender al resto del organismo. Ella trabajó muchos años para llegar a la hominización, que somos nosotros, los Humanos. Siendo su cumbre inteligente y amante, ¿cómo es posible que la tratemos tan mal que tenga que destruirnos? Pero ella lleva en sí misma la fuerza invencible de la vida, y seguirá girando alrededor del sol para recibir de él la energía necesaria para producir otro ser lleno de sensibilidad, inteligencia y amor hacia ella y hacia sí mismo.

Dejemos, pues, a los ramos y a las palmas crecer en su sitio, a las flores perfumar el ambiente, a las abejas aprovechar su néctar para fabricar miel (maravilloso alimento), y nosotros utilizar responsablemente los innumerables frutos que nos regala para nuestro sustento y cuidarla cada vez más a ella,  confiando en el Dios que  Jesucristo nos presentó como creador de la hermosura de los “lirios del campo que reviste de tanta hermosura, pues si Dios así cuida de ellos, mucho más cuidará de vosotros” (ver Lucas 12,27), porque el Dios de Jesús es el Dios del bien, de la bondad, del amor, la justicia, la fraternidad, la vida, la paz, la belleza, la luz, la esperanza, el sentido de la vida... Es el mensaje que necesita hoy el mundo, el que Jesús practicó y enseño.

Fuentes de información: ECOLOGIA, de Leonardo Bof ( un  libro de hace años, pero muy interesante). LA PASCUA DE LA CREACION del teólogo asturiano Ruiz de la Peña; EL EVANGELIO MARGINADO de José Ma. Castillo, SUEÑOS DE UN VIEJO TELOGO, de Víctor Codina, OTRO MUNDO ES POSIBLE Y NECESARIO ¿COMO LOGRARLO? de Jorge Martínez Rodriguez.

NOTAS:

1.-Afortunadamente están llegando algunas vacunas a Ruanda.

2.-En Brasil la situación del coronavirus es muy grave: más de 300.000 muertos.

3.-En la página Web del Foro de Cristianos Gaspar García Laviana, podemos ver los libros que el Foro ha patrocinado sobre este misionero asturiano, e interesantes informaciones sobre el posicionamiento del Foro en diferentes temas.

4.-El desarrollo de los proyectos de 2021 va a muy buen ritmo. Próximamente enviaremos información al respecto.

Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino

E-mail: faustino.vilabrille@gmail.com

WhatsApp: 620800018

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