---Si Dios existe va a tener muchas protestas y demandas, mucha oposición y crítica, mucho cuestionamiento radical.

---Recordemos: la letra mata, el espíritu vivifica.

---Nada mejor que el amor: pero nada más verdadero que el sufrimiento (A. Musset).

---Saber vivir aún no es vivir: vivir es saborear.

---Morir es la segunda parte de la vida: la que desemboca en la muerte.

---El hombre no sólo nace prematuramente: nace, vive y muere prematuramente.

---El hombre es una componenda de materia y espíritu, cuerpo y alma, inmanencia y trascendencia, profano y sagrado.

---El amor es la diferencia asumida: el desamor es la indiferencia asumida.

---A menudo el odio es amor fastidiado.

---La enfermedad devuelve la lucidez, decía Martin du Gard: una lucidez sombría.

---Miedo a la muerte: miedo a vivir demasiado (R. Carver).

---La vida está presidida desde antiguo por el dios Pan: y su pánico natural.

---En Voltaire la filosofía es el emplasto para las heridas de la vida.

---El enemigo engaña, pero así nos desengaña: lo que no hace el amigo.

---No me interesa la pura verdad: me interesa la impura bondad.

---El tonto no sabe: mas el listo no sabe que no sabe.

---Matamos el tiempo: para evitar que nos remate.

---El derecho es propio y apropiado: el deber es ajeno y alienígeno.

---Cantaremos mientras podamos: callaremos cuando ya no podamos.

---La zozobra de ser: la zozobra del ser.

---Que Dios se apiade del hombre: y que el hombre se apiade de Dios.

---En el mito de Edipo, este encarna la verdad liberadora pero mortal, mientras que su madre-amante Yocasta encarna el sentido vital pero incestuoso: dialéctica de logos y eros, patriarcal y matriarcal,
razón y corazón, muerte y vida.

---Quiero aprender y aprehender: quiero prenderme y prendarme.

---El filósofo persigue una quimera: la quimera de la idea.

---Lo que queda de todos nosotros: polvo.

---La valiente Teresa Bergara afirma a los 80 años que ya no teme tanto al mal morir, pues ahora
conoce la sustancia del bien morir: del bel´canto al bel´morir.

---El aforismo tiende a lo fulminante: podría hablarse de fulminación encapsulada (fúlmina in cláusula).