¿Son así todos los INTELECTUALES CRISTIANOS?

El artículo que a continuación reproduzco está firmado por piadosos apologetas cristianos, posiblemente de misa y comunión diarias. Artículo profundo, con argumentos tan de peso que nada se puede objetar al mismo. Interesante por demás.
Responden los intelectuales cristianos y escriben:
Nosotros, los que creemos en el Salvador del mundo que nace, salimos hoy al paso frente a escritos pretendidamente intelectuales, a los que es preciso contestar con argumentos de peso, emanados de la verdad para dar al traste con el pretendido afán adoctrinador del mismo.
Sí. Es menester presentar pruebas y demostraciones fundadas en la verdad. Es necesario ofrecer otras explicaciones con premisas cimentadas en la realidad y no en la opinión. Y eso es lo que intentaremos en este artículo, en respuesta a lo publicado.
Digamos para empezar que todo lo escrito es una soberana necedad además de una manifestación de ignorancia supina en la categoría de la afirmación de que la tierra es plana. Chorrada de estupideces que no vale la pena perder el tiempo leyendo.
Porque hay personas pretendidamente cultas y vagamente intelectuales que quieren dar al traste con siglos de cristianismo salvífico que tanto bien ha hecho a la humanidad.
Estos intelectuales del tres al cuarto son seres hediondos, nauseabundos, desnortados, que van por la vida sin pensar en nada más que en su ego, ofreciendo sus ideas como si fuesen la única verdad posible.
Sólo les guía su cristofobia masónica en consonancia con el totalitarismo rojo, guía que conduce a escribir idioteces teñidas de falsa intelectualidad. Mienten con la misma caradura que escriben. Y dado que sólo paren mentiras, creen que las nuestras también lo son. Estiércol en muladar de necedades es todo aquello que profiere su boca. Van por la vida, nuestra vida, presumiendo de algo que debería ser su vergüenza, el ateísmo que les corroe. Y dado que lo único que les anima es la increencia, ésa es su necia patología. Y en ella se revuelven. No les guían sino sus prejuicios, esos que continuamente se estrellan contra nuestras sólidas convicciones de creyentes.
No hay una sola verdad en lo que escriben, todo es necedad, todo falso, todo plagado de ignorancia e incultura. Todo lo que escriben es carente de fundamento, incluso insultante. Posiblemente fruto todo de su sublimada ignorancia.
Nada de lo que dicen tiene fundamento ni base alguna. Todo es una excrecencia de excrementos mentales. Más que nada porque hablan de lo que no saben y se imaginan lo que no conocen.
¿Qué pretenden? ¿Provocar? Pues no entraremos al trapo, porque nada hay tan improductivo como sembrar en un páramo o embestir a un trampantojo. Intentan convencer con sus propias experiencias pero desertaron de la verdad caminando hacia la necedad. En ellos fracasó la educación, fracasó el ejemplo de sus padres, degeneraron y hoy se manifiestan como los degenerados que ahora son.
Encuadrados en la pléyade de tontos inútiles, son capaces de desbarrar con cualquier cosa intentando alcanzar la notoriedad a costa de escribir ideas inconexas, una tras otra.
Pretenden utilizar la inteligencia pero lo único que muestran es el proceso de animalización al que se dirigen. Y se disfrazan de científicos, hipercríticos, racionales… Y cuanto más se adornan, tantas más melonadas, gansadas y bobadas expelen. Grotescos y ridículos. Sólo les cuadra un epíteto: botarates de la verdadera verdad.
Todo es una sarta de memeces sublimes y paridas mentales nauseabundas a que les llevan sus profundos y primarios estudios incompetentes, ruines y sin objeto causal definido. Mejor les sería atarse una piedra de molino y arrojarse a las profundidades del mar.
No se puede escribir más cantidad de mentiras por milímetro cúbico. Propio de necios. Todo aquí es un muladar maloliente y pútrido. ¡Que asco!
No he hecho otra cosa que poner un poco de orden en los comentarios de ayer. Gracias a cuantos me sirvieron el material necesario. Por favor, relean la entradilla inicial de nuevo.