Jesús, dos personajes en uno.

El Jesús presupuesto resume la aspiración mesiánica y redentora de su época, mesianismo y redención que en manos de Pablo pasaron a significar otra cosa completamente distinta. Se produce una transmutación de sentido de tal manera que la una puede ser metáfora de la otra.

Pero a la vez que Jesús es espejo de las inquietudes de su tiempo, pasado por las manos malabaristas de Pablo, viene a resumir todos los tópicos (del griego "topos") de la mitología antigua. A rasgos generales,

• su concepción es anunciada por un ángel
• nace de madre virgen
• realiza milagros
• tiene un carisma especial para atraer discípulos y encandilar a la plebe
• resucita de entre los muertos.

Nihil novum sub sole en aquel tiempo. Todo eso lo sabían en la antigüedad y lo aceptaban como "normal" en aquel que hubiera de pasar por hijo de Dios. Los fieles “paganos” también creían en la realidad corpórea de Hércules, aunque es dudoso que sucediera lo mismo con Zeus o Poseidón.

Es eso precisamente lo que aparece en los evangelios, que por ser textos sagrados quedan eximidos de estudios comparativos o de cualquier otro que busque realidad existencial en ellos. Es inútil tratar de echarlos por tierra. Hércules existió; el Gato con Botas existió y existe; Blancanieves también... ¿Cómo decir que son falsos? Son lo que son.

E insistimos en el hecho de que el Jesús de Pablo de Tarso (hablando con propiedad debiéramos ya referirnos a Cristo) se rige por las mismas leyes del género literario al que pertenecen: es un Ulises más, creado por Homero; es el Apolonio de Tiana creado por Filostrato; es el Encolpio de Petronio... Hoy, como héroe de película histórica, Jesucristo.

Hemos dicho que el personaje creado por Pablo de Tarso no fue Jesús sino Cristo. Jesús hombre no existe para él. El creador del Jesús mesías populista es Marcos, que escribió el relato de las aventuras de Jesús hacia el año 70, después de haber acompañado a Pablo en alguno de sus periplos. Marcos, como Pablo, tampoco conoció a Jesús, algo que se trasluce en la forma de escribir sobre el personaje: los que entienden de esto dicen que, si hubiera convivido con él, su relato sería distinto. Y, por supuesto, habría desaparecido como desaparecieron los apóstoles.

Marcos escribe como de un ser de ficción, relata los hechos y milagros como si de un espejismo desértico se tratara, en el que cree de buena fe. También Marcos se siente succionado por la vorágine de la época y sostiene la quimera mesiánica escribiendo con fascinación y embobamiento de ella.

Y no es que no supiera o no quisiera hablar de un personaje real y "humano": Marcos escribe para convencer, para cautivar, para introducir un personaje nuevo en una sociedad harta de relatos similares. Él busca que la propaganda seduzca para lograr un asentimiento apasionado hacia un personaje excepcional... porque lo dice él y porque cree en él. De ahí tanto relato sobre hechos maravillosos.

No era original tampoco en esto. Hay escritores antiguos que, hablando de personajes reales, recurren al mismo artificio. Todo con tal de llegar al corazón de los lectores más que a su razón.

Es el caso, por ejemplo, de Diógenes Laercio cuando escribe de filósofos ilustres del pasado. Hay paralelismos que parecen responder a tópicos ya muy antiguos:

• si María concibe a Jesús por obra del Espíritu Santo, Platón nace de una doncella que queda virgen al nacer él.
• Si el Arcángel Gabriel se le aparece, Platón también consigue que Apolo descienda sobre él.
• Si el hijo de María es hijo de Dios, también Pitágoras es la encarnación de Apolo en su persona.
• Si Jesús hace milagros, el filósofo Empédocles también es capaz de resucitar a un difunto.
• Si Jesús predice y profetiza acontecimientos futuros, también Anaxágoras es capaz de predecir la caída de meteoritos, profecías de igual cuño.
• Jesús habla inspirado por el Padre, Sócrates por su “daimon”.
• Jesús tiene un discípulo preferido, todos los filósofos lo tienen: Sócrates a Platón, Epicuro a Metrodoro...
• Jesús es perseguido y asesinado por sus ideas, también Anaxágoras, Sócrates y otros.
• María conoce su destino por un sueño, Sócrates sueña con un cisne y encuentra a Platón.
• El mesías Jesús no se comporta como humano, no se cuentan de él necesidades humanas: Sócrates, en manos de Platón (Apología), tampoco.
• Jesús resucita, Pitágoras también (aunque éste tardó doscientos siete años).

¿Por qué citamos comparaciones entre personajes griegos y Jesús, de origen judío? Precisamente porque el personaje Pablo, culto y educado, que nació y se movió en ambiente helenista y hablaba perfectamente el griego, conocedor de leyendas, escribió según la moda y al modo griego. Todo porque el interés del escritor no es hacer biografía sino convencer del carácter excepcional del personaje.

Nada de esto podría oscurecer la posible figura real de Jesús en manos de Marcos. No así en Pablo, que todo lo trabuca, mixtifica y.… suprime.

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