Una hazaña cristiana ocurrida en el año 415: el martirio de Hipatia.

Quien más quien menos, todos los que somos herederos de la última generación católica española --nacidos antes del Concilio Vaticano II-- hemos estudiado Historia Sagrada, Catecismo o Doctrina cristiana.
Y con mayor o menor profundidad, conocemos a San Cirilo de Alejandría, Padre de la Iglesia, santo, defensor del título mariano "Theotokos" ("madre de Dios",Concilio de Éfeso, 431) y vencedor de Nestorio, patriarca de Constantinopla (algo así como si el Patriarca de Madrid, Cardenal Rouco hubiese declarado hereje al Patriarca de París, Jean Marie Lustiger sustituido hoy por André Vingt-Trois).
Pregunta: ¿Alguien recuerda que sacaran a colación al estudiar la Historia de la Iglesia, a Hypatia de Alejandría? Nadie. Con rotunda seguridad: NADIE.
En la mejor Historia de la Iglesia en español, la publicada por B.A.C., detallista en otros aspectos, no hay mención alguna de su nombre.
La primera referencia escrita sobre ella fue la de Sócrates Escolástico, en Historia Eclesiástica, 7.13. Ver más AQUÍ
"Corría el año 415"... En Alejandría unos monjes fanáticos, enardecidos por los sermones del obispo Cirilo, días antes de la Pascua, esperan en la calle el paso de la calesa de Hypatia; la sacan violentamente del vehículo y la arrastran al templo; allí, medio desnuda ante el altar, la conminan a que reniegue de lo que enseña y se convierta el cristianismo; firme en su postura antifanática, la torturan arrancando su piel con conchas hasta que muere; luego cortan en pedazos su cuerpo y los trozos son paseados por las calles de Alejandría. Finalmente los queman con sus libros en un lugar llamado Cynaron.
Asesinada la figura más egregia de la filosofía y de la ciencia alejandrinas, el 30 de agosto inician nuevas persecuciones contra todos los sacerdotes paganos del Norte de Africa, que terminan sus vidas o bien crucificados o bien quemados vivos.

Sólo el asesinato de Hypathia bastaría para descalificar al naciente y ya vigoroso cristianismo oficilizado.
Hipatia nació en 370 d.C. en Alejandría. Su padre, Teón,astrónomo y matemático con sede doctoral en la Biblioteca, entonces llamada Museo, se encargó de su educación durante su juventud. Hipatia viajó a Italia y Atenas donde fue muy admirada por su inteligencia y claridad de ideas.
A su regreso a Alejandría se incorporó como maestra de matemáticas y filosofía en la Biblioteca.
En esa época Alejandría era un cúmulo de tensiones sociales, políticas y religiosas provocadas por la rivalidad de las metrópolis que pretendían ser sede del Imperio. Añádase también la expansión proselitista y fanática del cristianismo, el interés depredador de los seguidores de la nueva religión por acabar con los demás cultos y finalmente, las luchas intestinas entre los diferentes patriarcas que dirigían la política cristiana.
En ese entorno, poco podía hacer la Biblioteca. Desde hacia años había ido languideciendo y había perdido su prestigio secular. Su labor intelectual se había fragmentado en escuelas partidarias o detractoras de las diversas religiones.
Hipatia enseñaba en todas las escuelas, de un culto o de otro, mientras su casa se convertía en centro de la vida intelectual de la ciudad. Discípulo de Hipatia fue Sinesio de Cirene, luego obispo de Tolemaida. Daba clases de astronomía, matemáticas, filosofía y mecánica.
Redactó no menos de cuarenta y cuatro libros sobre aritmética, geometría, mecánica, astronomía, etc, diseñó el astrolabio plano e inventó aparatos como el idómetro, el destilador de agua y el planisferio.
En este hirviente caldo de cultivo, Cirilo fue nombrado patriarca de Alejandría en el año 412. Resuelto a cristianizar a toda la población y a afianzar el poder religioso y político de la metrópoli sobre Constantinopla y Roma, expulsó a miles de judíos y se propuso, asimismo, acabar con cualquier culto pagano. Para ello, con encendidos sermones agitó a las masas cristianas de la ciudad contra los filósofos de la Biblioteca reacios a convertirse al cristianismo, a liquidar sus cultos y a abandonar la enseñanza de su filosofías. Hipatia estaba en el centro de sus diatribas. Recordemos el dato "anecdótico" de que Cirilo tenía una “guardia personal” de 500 monjes guerreros.
Por otra parte, y a causa de las tensas relaciones con Roma y Constantinopla, el patriarca mostró gran hostilidad hacia Orestes, prefecto romano de Egipto, que a su vez era alumno y amigo de Hipatia.

Los fanáticos cristianos no podían soportar todo lo que encarnaba esta mujer: científica; intelectual; maestra de filosofía neoplatónica; directora de la Biblioteca; bien relacionada con las autoridades imperiales --con Orestes--; su popularidad...
La muerte de Hipatia fue descrita por el historiador cristiano (s V) Sócrates Scholasticus del que se conservan muchas cartas:
Hubo una mujer en Alejandría de nombre Hypatia, hija del filósofo Theon, la cual consiguió tales logros en ciencia y literatura como para superar a los filósofos de tiempo.
Seguidora de la escuela de Platón, explicó sus principios a los principales filósofos, muchos de los cuales llegaban de lejos para recibir sus enseñanzas, no era infrecuente su aparición entre los magistrados.
Admirada por todos los hombres por su dignidad y virtud, fue víctima de las intrigas y de los celos políticos de la época. Acusando a su relación con Orestes de la mala relación de éste con el obispo, difundiendo de forma calumniosa esta idea entre los cristianos.
Algunos de ellos movidos por los celos y la intolerancia y comandados por un lector llamado Pedro, la emboscaron en el regreso a su casa y la llevaron a la iglesia Caesareum, donde fue descuartizada y repartidos sus trozos por un lugar llamado Cinaron.
Este asunto no trajo el menor oprobio al obispo Cyrilo y a la iglesia de Alejandría, ciertamente nada más lejos del espíritu cristiano que las matanzas y luchas.
Esto ocurría en el mes de marzo, durante la Cuaresma, en el cuarto año del episcopado de Cirilo, bajo el décimo consulado de Honorius y el sexto de Theodosius.
Marzo del año 415. Orestes informó a Roma del asesinato perpetrado por "parabolanos" seguidores de la Iglesia de San Cirilo, posiblemente con la ayuda de monjes "nitrianos". La investigación romana, sin embargo, fue pospuesta varias veces --para entonces Orestes había dejado ya de Alejandría-- y se cerró finalmente inconclusa por falta de testigos.
Tiempo después Cirilo fue canonizado. ¿Eran otros tiempos? Sí, lo eran. Pero lo serían para todo, también para ver de otra manera los grandes concilios doctrinales y los Santos Padres de la Iglesia. Cimientos de gloria y de sangre.
PARA SABER MÁS:
ALIC, M. (1991): El legado de Hipatia. Historia de las mujeres desde la Antigüedad hasta fines del siglo XIX. Siglo veintiuno editores. Madrid. pp. 58 - 63.
FIGUEIRAS, L.; MOLERO, M.; SALVADOR, A.; ZUASTI, N. (1998): Género y Matemáticas. Ed. Síntesis. Madrid.
GONZÁLEZ, A (2002): Hipatia. Ediciones del Orto.
MATAIX, S. (1999): Matemática es nombre de mujer. Ed. Rubes. Madrid.
SOLSONA, N. (1997): Mujeres Científicas de todos los tiempos. Talasa Ed. Madrid.
Al poco de haber escrito sobre Hipatia me han dicho en casa y he visto confirmado en comentarios que A.Amenábar ha realizado la película "Agora" que versa sobre Hipatia. Habrá que verla.