Iglesia Noticia Pendientes
La Iglesia es de por sí permanente noticia. Noticia espectacular y suprema. Buena y salvadora noticia, de cuya proclamación y difusión estuvieron y están siempre pendientes los cristianos para edificar en su más alta proporción su esperanza, y los no cristianos para que en su horizonte existencial no falten referencias de luz. Esto no obstante, en la actualidad eclesial se echan de menos noticias encarnadas en ideas, personas o acontecimientos recientes en las que, con carácter universal –“católicamente”- se diera a conocer la operativa realidad de tan sacrosanta institución al servicio del pueblo. En los tiempos tan indecisos que padecen los conceptos de “servir” y “servirse,” en el binomio “jefes” y “pueblo”, cualquier noticia que demostrativamente rompa sus fronteras, acaparará los primeros lugares de la información.
A título de ejemplo, y con la sana y edificante intención de abrir caminos de Iglesia en su indefectible compromiso salvador con el mundo, decido aportar unos cuantos posibles titulares de prensa, que de alguna manera hoy ayudarían a redoblar su interés por ella y por su misión en el mundo. Huelga relatar que son ya muchos, “extra” e “intra” muros de la institución eclesiástica, quienes están anhelantemente a la espera de de que los medios de comunicación les informen con noticias como estas;
. En la elección de los Papas no solo intervendrán los cardenales: también lo harán los sacerdotes y los laicos/as. Por fin, un Papa de raza negra. A los 75 años de edad, ya tal y como está establecido canónicamente, el Papa se jubilará. Los procedimientos democráticos se abren paso en la Iglesia, que con honorabilidad sacramental, además de “santa” y “católica”, se intitulará “democrática”.
. La unión de las Iglesias es ya una realidad. Por fin, terminaron los cismas que destrozaron el “Cuerpo de Cristo”. El Papa –“Primus inter pares”- lo será también de las otras Iglesias, y sus patriarcas, exarcas, archimandritas y popes regirán de igual modo la católica.
. Será opcional el celibato sacerdotal en la Iglesia. Célibes y casados, en igualdad de condiciones, ejercerán el ministerio eclesiástico.
. Las mujeres podrán ser y ejercer de sacerdotes en la Iglesia católica. Punto final a una discriminación de siglos.
. Último proceso de canonización y beatificación en la Iglesia. En adelante será el pueblo-pueblo –“Pueblo de Dios”- el responsable directo de la valoración, intitulación y registro de los santos.
. Los confesonarios desaparecen de templos e iglesias.
. Órdenes y Congregaciones religiosas deciden intensificar su unión, sobre todo las que comparten fines y tareas idénticas.
. Palacios –pontificios y episcopales- se integran en el patrimonio común de pueblos y ciudades y dejan de ser residencias oficiales de Papas y obispos.
. Anatemas, censuras, excomuniones y otras penas canónicas se desactivan en la Iglesia. Fin de los Tribunales Eclesiásticos y de las declaraciones de “nulidades matrimoniales”.
. Se dictan normas para reducir al máximo los ornamentos, las ceremonias y los ritos litúrgicos. Fuera de los templos, los eclesiásticos homologarán sus atuendos con los del resto del pueblo. Tratamientos y títulos personales, con inclusión de “Sumos Pontífices”, “Eminentísimos y Reverendísimos”,”Sagrada Púrpura Cardenalicia” y otros, dejarán inmediatamente de emplearse dentro y fuera de la Iglesia.
. No a las Nunciaturas. El pueblo y los sacerdotes participarán en el nombramiento de sus obispos.
. Urgente revisión del Vaticano como Estado Pontificio.
Habrían de ser muchas más las noticias, con amplias y gozosas posibilidades de convertirse en otros tantos titulares en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales. El mundo, y una buena parte de las Iglesias –también la católica- no pierden la esperanza de que ellas se hagan pronto realidad. El tiempo está en manos de Dios. La esperanza, en las de los humanos. Estos ni están ni estarán ya irremediablemente resignados a limitar su responsabilidad eclesial a cruzarse de brazos. Quede constancia de que la difusión y puesta en práctica de estas noticias no le despojarían a la Iglesia de ninguno -¡ninguno!- de los cometidos asignados por su Fundador. Más aún, le haría ser más Iglesia de Cristo.
A título de ejemplo, y con la sana y edificante intención de abrir caminos de Iglesia en su indefectible compromiso salvador con el mundo, decido aportar unos cuantos posibles titulares de prensa, que de alguna manera hoy ayudarían a redoblar su interés por ella y por su misión en el mundo. Huelga relatar que son ya muchos, “extra” e “intra” muros de la institución eclesiástica, quienes están anhelantemente a la espera de de que los medios de comunicación les informen con noticias como estas;
. En la elección de los Papas no solo intervendrán los cardenales: también lo harán los sacerdotes y los laicos/as. Por fin, un Papa de raza negra. A los 75 años de edad, ya tal y como está establecido canónicamente, el Papa se jubilará. Los procedimientos democráticos se abren paso en la Iglesia, que con honorabilidad sacramental, además de “santa” y “católica”, se intitulará “democrática”.
. La unión de las Iglesias es ya una realidad. Por fin, terminaron los cismas que destrozaron el “Cuerpo de Cristo”. El Papa –“Primus inter pares”- lo será también de las otras Iglesias, y sus patriarcas, exarcas, archimandritas y popes regirán de igual modo la católica.
. Será opcional el celibato sacerdotal en la Iglesia. Célibes y casados, en igualdad de condiciones, ejercerán el ministerio eclesiástico.
. Las mujeres podrán ser y ejercer de sacerdotes en la Iglesia católica. Punto final a una discriminación de siglos.
. Último proceso de canonización y beatificación en la Iglesia. En adelante será el pueblo-pueblo –“Pueblo de Dios”- el responsable directo de la valoración, intitulación y registro de los santos.
. Los confesonarios desaparecen de templos e iglesias.
. Órdenes y Congregaciones religiosas deciden intensificar su unión, sobre todo las que comparten fines y tareas idénticas.
. Palacios –pontificios y episcopales- se integran en el patrimonio común de pueblos y ciudades y dejan de ser residencias oficiales de Papas y obispos.
. Anatemas, censuras, excomuniones y otras penas canónicas se desactivan en la Iglesia. Fin de los Tribunales Eclesiásticos y de las declaraciones de “nulidades matrimoniales”.
. Se dictan normas para reducir al máximo los ornamentos, las ceremonias y los ritos litúrgicos. Fuera de los templos, los eclesiásticos homologarán sus atuendos con los del resto del pueblo. Tratamientos y títulos personales, con inclusión de “Sumos Pontífices”, “Eminentísimos y Reverendísimos”,”Sagrada Púrpura Cardenalicia” y otros, dejarán inmediatamente de emplearse dentro y fuera de la Iglesia.
. No a las Nunciaturas. El pueblo y los sacerdotes participarán en el nombramiento de sus obispos.
. Urgente revisión del Vaticano como Estado Pontificio.
Habrían de ser muchas más las noticias, con amplias y gozosas posibilidades de convertirse en otros tantos titulares en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales. El mundo, y una buena parte de las Iglesias –también la católica- no pierden la esperanza de que ellas se hagan pronto realidad. El tiempo está en manos de Dios. La esperanza, en las de los humanos. Estos ni están ni estarán ya irremediablemente resignados a limitar su responsabilidad eclesial a cruzarse de brazos. Quede constancia de que la difusión y puesta en práctica de estas noticias no le despojarían a la Iglesia de ninguno -¡ninguno!- de los cometidos asignados por su Fundador. Más aún, le haría ser más Iglesia de Cristo.