Opus Dei y religiosos.

Hay que ver la que se ha armado por haber incluido a los dos cardenales del Opus Dei entre los procedentes del clero regular.

Ya he dicho muchas veces que yo apenas he tenido relación con el Opus. Siento antipatía por dos sacerdotes de la Obra y creo que la mayoría de ellos hacen muy buena labor. Y me suelo confesar en San Miguel, en el Oratorio de Gracia o en los jesuitas de Serrano. Donde siempre hay confesores. Cosa muy de agradecer a jesuitas y sacerdotes del Opus Dei.

Pero tienen que darse cuenta, ellos y sus epígonos, que no son el ombligo del mundo y que la gente no tiene por que estar enterada de sus peculiaridades propias. Muy suyas y a veces complicadas de entender.

No son religiosos. Pues muy bien. Pero lo parecen. Viven en comunidad, tienen un superior de todos, me refiero a los curas y a los numerarios. Pues eso tiene muchísima apariencia de orden religiosa con curas y hermanos coadjutores. O con sacerdotes y legos. Que hagan votos o suscriban un contrato. Pues a mí lo mismo me da que me da lo mismo. Hacen lo que les da la gana. ¿Eso les diferencia muchísimo de jesuitas o dominicos? Pues, tal vez sí, pero a mí no me lo parece. Tambien son muy distintos un jesuita o un benedictino y ambos pertenecen al clero regular.

Tampoco los oratorianos son clero regular pero todo el mundo al verles en una misma casa, con un superior, los identifica como tales.

Del cardenal Rouco o del cardenal Cañizares nadie dice es jesuita, o carmelita, o barnabita. Porque eran simples sacerdotes seculares antes de ser obispos. Y sólo tenían que obedecer a su obispo diocesano. No a un Prepósito General, Maestro General o Prelado personal. Vívían en su casa, en una residencia sacerdotal o donde les daba la gana. Con su madre, con su hermana, solos. Que creo que no es el caso de los sacerdotes de la Obra. Me refiero a los pata negra. Pues creo que también hay otros, que no se si se llaman agregados, que todavía complican más el embrollo.

Pues eso es todo. Hay que ver la cantidad de explicaciones que se nos han dado. Y todo sigue confusísimo. Y la gran mayoría va a seguir identificando a los curas del Opus como religiosos. ¿También esos tienen contrato?

Además, comprendería que se indignaran si los asimiláramos a los traficantes de droga, a los okupas, a los de la Operación Malaya, o a quienes hacen trata de blancas. Pero que no tengamos claro si son como los oratorianos, los teatinos o los kikos tampoco es como para echar las patas por alto.

Serán lo que sean. Y me parece que siendo eso que son, que todavía no sé bien lo que es, están haciendo un muy buen servicio a la Iglesia. Pues eso es lo importante. Lo demás me importa un rábano. Y no me apetece nada dedicar muchas horas a tratar de enterarme de cual es su verdadera situación eclesial. Sobre todo si no tengo la menor intención de hacerme del Opus Dei.
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