El Papa y Bush

Parece que hay un entendimiento personal más que notable entre el Papa y el presidente de Estados Unidos. Y parece que ello irrita tremendamente a los permanentemente irritados por Benedicto XVI. Pues a tragarse su irritación. Como tantas otras cosas.

Lo que no termino de entender es el afán por permanecer en una Iglesia en la que:

-Todo les desagrada.

-No se atisba el menor signo de que vaya a cambiar en el sentido que a ellos les gustaría.

-Más bien parece que ocurre todo lo contrario.
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