para encontrar la fuente, sólo la sed nos alumbra. (Luis Rosales)



III DOMIGO DE CUARESMA: JESÚS Y LA SAMARITANA



De noche iremos, de noche, que para encontrar la fuente, sólo la sed nos alumbra. (Luis Rosales)





01. V 6. ERA LA HORA SEXTA.

+ El pozo de Jacob: representa el agua de la ley de las instituciones judías (samaritanas).
+ Hacia el mediodía … Es decir la misma hora en que Jesús será condenado a muerte, (Jn 19,4), hora en la que brotara el agua (y sangre de vida), (Jn 19,34)
+ Como en Caná, se acerca la hora, se anticipa la hora. Ha llegado la hora, (v 23).




02. JESÚS PIDE DE BEBER (DOS VECES).


En la tradición de San Juan, Jesús expresa su sed, pide de beber dos veces. En el relato de hoy, Jesús -cansado del camino- le pide de beber a la mujer. La segunda vez en la que Jesús expresa su sed es en la cruz: Tengo sed, (Jn 19,28).
Llama la atención que, las dos veces en las que Jesús muestra su sed y pide de beber, es Él, Jesús, quien da de beber.

 A la samaritana le ofrece el agua con la que ya no tendrá más sed, el agua que salta hasta la vida eterna.
 Del costado de Cristo en la cruz brota la sangre y el agua (Jn 19,34) de la vida (bautismo) y redención.
El encuentro con Cristo sacia, plenifica la vida. Él es el agua de vida eterna.







03. TENEMOS SED EN LA VIDA

La sed de la samaritana -¡y la de Jesús!- es la misma sed de todo ser humano: es nuestra insatisfacción radical que no puede ser saciada por nada humano. La sed representa las necesidades y nostalgias fundamentales del ser humano.

Casi psicoanalíticamente, Jesús acompaña a la samaritana a descubrir el deseo de agua fresca, la nostalgia humana de amor y de felicidad. Luis Buñuel lo reflejaba bien en aquella película: “El oscuro objeto del deseo”.

En forma más oracional: el ser humano, todos, tenemos “sed del Dios vivo” (Salmo 42,3), que brota en nuestra tierra reseca, angostada, sin agua, (Salmo 63,2): suspiramos como la cierva por las corrientes de agua, por Dios, (salmo 41). El Señor nos guía hacia fuentes tranquilas, (salmo 22).
Sentimos sed en la vida



04. JESÚS SE ACERCA A SAMARIA .
Samaria es el lugar pagano, enemistado con los judíos, de mestizaje con los asirios, etc. Jesús derriba fronteras, se acerca a las periferias.
Celebramos hoy el día de las misiones diocesanas. ¿No seremos nosotros los que tenemos que ser evangelizados? Tal vez el sentido misional pudiera abrir la cerrazón en que vivimos en nuestra diócesis.



05. V 11-14. EL POZO ES HONDO.
El pozo de Jacob, el agua significa la ley. La samaritana no conocía más agua que la ley, no conoce otra agua de vida eterna: el pozo de Jacob, el agua de las instituciones religiosas
El que beba de esa agua tendrá sed, pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá más sed.
El agua de JesuCristo es otra y confiere vida definitiva.



06. LLAMA A TU MARIDO
TODOS TRATAMOS DE APACIGUAR LA SED.



Los cinco maridos (cinco ermitas a ídolos paganos en Samaria) no es una cuestión moral, de divorcio tras divorcio. Son las fuentes donde aquella samaritana -y nosotros- tratamos de apaciguar nuestra sed y nuestras nostalgias. Aquella mujer se equivocó, como probablemente también nosotros. Hemos bebido de aguas que no nos sacian.
Los ídolos de todo tipo, incluidos los eclesiásticos y religiosos, seducen y desilusionan.
Jesús invita a saciar nuestra sed con el agua de vida eterna.
La pertenencia al pueblo del Señor ya no es la etnia (judíos o samaritanos), ni la calidad ética viene del cumplimiento de la ley, sino que la vida y la pertenencia al pueblo de Dios viene del amor fiel.



07. (V 23) ADORAR A DIOS EN ESPÍRITU Y EN VERDAD
Aparece diez veces en el texto la expresión “adorar”, adorar a Dios. ¿En dónde y cómo? ¿En el Templo de Samaria (Garizim) o en el Templo de Jerusalén? Jesús suprime los lugares sagrados, no dice que haya que adorar a Dios en este o en aquel templo, sino en Espíritu y en verdad, en amor y lealtad. (Ya había aparecido en el prólogo: Jn 1,14)

Tal vez hemos hecho un reduccionismo de adorar a Dios en la “adoración al Santísimo”, al fin y al cabo un rito religioso. Bien está tener momentos de silencio y oración. Pero la adoración del cristiano es vivir en el Espíritu del Señor y en la lealtad. Lo que nos hace cristianos no es el rito, sino la lealtad, la ética conforme al Espíritu de Jesús, que es la misericordia. La bondad apacigua la sed del corazón humano, los ritos y templos, no. El culto en espíritu y en verdad es la práctica del amor fiel al ser humano. El cristianismo no se resuelve en el rito, sino en el amor. Dios no quiere cultos de la Antigua Alianza, sino en el amor.



08. vv 28-29. EL CÁNTARO DE LA MUJER SAMARITANA.
Curiosamente la expresión “cántaro” que utiliza Juan para la mujer samaritana, es la misma que se utiliza en las bodas de Caná, (Jn 2, 1ss): tinajas. Las dos contienen agua, se han quedado sin vino, sin amor.
¿Nos habremos quedado llenos de agua y de leyes y faltos de bondad, de amor en muchas iglesias, también en nuestra diócesis?


09. CONCLUSIÓN.

El relato muestra a la samaritana con una dinámica, un progreso personal hasta ENCONTRAR AL QUE ES: Jn 4,26: YO SOY, el que habla contigo.
Descansar en el que es, en el ser, despeja el vértigo de la nada.



YO SOY EL AGUA DE VIDA ETERNA

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