El sacerdote presenta su libro: 'Cristóbal Colón: primer evangelizador de América' Luis Pose Regueiro: "El gran motivo que animaba el proyecto de Colón, más grande que él mismo, era el religioso"

Luis Pose Regueiro
Luis Pose Regueiro

"Una persona no arriesga su vida tantas veces por una causa que no sea más grande que él mismo"

"Bartolomé de las Casas conocía bien al Almirante y su legado, y su conclusión es la siguiente: fue un buen cristiano, con buena intención y mérito evangelizador, pero ignoró ciertos principios del derecho de los indios que después se le fueron de las manos y dieron lugar a terribles consecuencias"

"Creo que La Reina Isabel tal vez no fuese una santa, pero sí una buena cristiana que intentó hacer lo mejor que pudo en sus circunstancias, aunque no estuviese libre de errores o contradicciones, como cualquier persona"

"El Papa Francisco ya pidió perdón por la conquista y evangelización de América en 2015, en un discurso público en Bolivia"

El sacerdote de la diócesis de Vigo, Luis Pose Regueiro (Nigrán, 1979), se acercó a Cristóbal Colón por casualidad. Casualidad que acabó siendo un libro: 'Cristóbal Colón: primer evangelizador de América', editado por Universo de las Letras. En él, aborda la figura del marino con una perspectiva novedosa, en sus palabras, y muy interesante, "que merece al menos ser tenida en cuenta y contrastada".

Nos advierte de que no pretende hacer una apología de Colón, "y menos una promoción de su beatificación; pero ciertamente creo que no todo fueron sombras en aquellos acontecimientos".

Colón, dice, "tenía un notable conocimiento bíblico que a menudo aplicaba, además, a sus propias experiencias y -según sus investigaciones- vivió una espiritualidad cristiana bastante completa y profunda, con algunas influencias de la devotio moderna y del franciscanismo, aunque era un hombre con genio y marcado carácter personal".

"Creo que el gran motivo central que movía el proyecto de Colón era el religioso. Pues, normalmente, una persona no arriesga su vida tantas veces y con tanto esfuerzo y tenacidad por una causa que no sea más grande que él mismo", añade.

- El libro es su tesis de licenciatura. ¿Por qué quiso dedicar su investigación a este tema? ¿Quién fue su director de tesina?

Bueno, debo reconocer que le hice algún añadido y una pequeña modificación en el título, pero básicamente así es. Pues la verdad es que al inicio yo no tenía en mente este tema, pero por unas coincidencias curiosas comencé a leer algunas cosas sobre Colón, y me llamó mucho la atención su carácter religioso. A medida que leía, iba aumentando mi sorpresa e interés por el asunto, y en contraste con la poca atención que se le había dedicado a esta dimensión en la historiografía, decidí meterme a fondo en esa investigación. Entonces le pedí al profesor Silvano Giordano –Carmelita italiano especializado en el siglo XVI- si me podía acompañar; aceptó, y le estoy muy agradecido por sus indicaciones y correcciones.

- ¿Qué pretende con la investigación y con el libro?

Con la investigación he pretendido acercarme lo más posible a la verdad histórica, a intentar comprender con mente abierta los acontecimientos y personajes del pasado desde las fuentes; en este caso sobre Colón y la primera llegada/conquista/evangelización de América. Soy consciente de que dicha verdad es siempre inalcanzable del todo, pues hablamos de interpretación de los testimonios que nos han llegado (interpretaciones a su vez), pero es lo que tenemos, y basándonos en ellos podemos acercarnos más o menos. A menudo se puede ver hoy mucha opinión y discusión poco fundamentada.

Y con el libro, lo que pretendo es simplemente compartir lo que he sacado de esa investigación, como una humilde colaboración al saber general, en este caso sobre este personaje tan emblemático y discutido. Creo que es una perspectiva novedosa y muy interesante, que merece al menos ser tenida en cuenta; y que los lectores/as y otros investigadores/as contrasten.

Por cierto: no pretendo hacer una apología de Colón, y menos una promoción de su beatificación; pero ciertamente creo que no todo fueron sombras en aquellos acontecimientos. La realidad y las personas siempre somos complejas, con nuestras luces y contradicciones.

- ¿Fue Colón un católico practicante?

Por lo que vemos en las fuentes, así lo parece; incluso diría que muy practicante. Es cierto que en aquella época y sociedad de “cristiandad” básicamente todo ciudadano –lo quisiera más o menos- era un católico practicante, pero su formación e implicación eclesial se muestran por encima de lo normal, y más aún siendo laico (es bastante probable que fuese terciario franciscano).

- ¿Qué tipo de espiritualidad vivió?

No es fácil resumirlo en un párrafo, pero diría que vivió una espiritualidad cristiana bastante completa y profunda, con algunas influencias de la devotio moderna y del franciscanismo, aunque era un hombre con genio y marcado carácter personal. Le daba mucha importancia a los sacramentos (especialmente a la eucaristía y a la confesión; y después al bautismo de los nativos) y a la oración (parece que rezaba el Oficio Divino, y hay incluso poemas religiosos suyos); mostraba una fuerte devoción mariana y popular (“romerías”); tenía un notable conocimiento bíblico, que a menudo aplicaba además a sus propias experiencias; e incluso tiene algunas expresiones en ciertos momentos que podrían rozar la mística; en el campo moral, parece que era austero e intentaba ser justo –dentro de la concepción de su tiempo-, aunque no le resultó fácil y no siempre acertara. Y otro rasgo de su espiritualidad es la ‘eclesialidad’, en el sentido en que para él era importante el vínculo con el pueblo de Dios y con sus ministros (especialmente con el Papa), aunque a veces no dudara en enfrentarse a éstos si lo consideraba oportuno.

- ¿Cuáles fueron sus principales pecados?

Bueno, tengo que empezar diciendo que la tarea del historiador no debe ser juzgar moralmente, sino intentar comprender las cosas en su contexto; pero también me parece honesto reconocer que uno no es una fría máquina, y es inevitable cierto juicio personal. Sé que lo que acabo de decir en la pregunta anterior levantará algunas protestas: “¡¿Austero y justo?! ¿Con lo ambicioso y cruel que era?” En efecto, parece que se le fue la mano con la dureza, tanto en el trato con los propios colonos (severas sentencias) como con los nativos (esclavitud y tributos). Pero sin querer justificarlo en absoluto ni eximirlo de su responsabilidad personal, no olvidemos que estaba en una situación muy tensa y dentro del sistema social del momento, donde la pena de muerte estaba al orden del día y la esclavitud estaba también aceptada (ojo, no indiscriminadamente sino en circunstancias bien determinadas). Y en cuanto a la austeridad y la ambición, es cierto que él mismo reconocía cierta obsesión dañina por la rentabilidad del proyecto, pero parece que el objetivo no era el enriquecimiento personal sino la financiación de la cruzada por Jerusalén. En fin, criterios de aquella época, que ciertamente no se corresponden totalmente con la moral del Evangelio, como también le achacaba Bartolomé de las Casas.

- Mantiene ya desde el título que Colón fue el “primer evangelizador de América”. ¿Qué lugar ocupaba en su vida y en sus prioridades la evangelización?

En los proyectos de cualquier persona siempre hay varios motivos entremezclados, y no siempre son coherentes ni es fácil saber cuál puede más; pero por lo que he podido ver en las fuentes, creo que el gran motivo central que movía el proyecto de Colón era el religioso. No hay duda de que le atraía también el espíritu de aventura y de grandeza, así como de rentabilidad, pero insisto en que parece que por encima de todo se sentía llamado a una gran empresa cristiana de aquél momento: convertir a los antiguos reyes de Oriente (pensaba que todavía reinaba en China el Gran Khan, interesado en el Cristianismo), encontrando poderosos aliados para contrarrestar al creciente Imperio Otomano, extendiendo así la fe católica en todas direcciones. Normalmente una persona no arriesga su vida tantas veces y con tanto esfuerzo y tenacidad por una causa que no sea más grande que él mismo.

- ¿Mantuvo siempre su fe?

Parece que tuvo sus momentos de debilidad y de sentirse derrotado, pero más por sus fuerzas humanas y por las contrariedades de los demás que por la falta de fe. Hay bellos textos en los que expresa esa debilidad propia, pero en los que se siente reconfortado por Dios y sigue adelante superando dificultades increíbles.

- ¿Qué opinión tenía Bartolomé de las Casas de la religiosidad y de la tarea evangelizadora de Colón?

Bartolomé de las Casas es otro gran personaje del que se habla mucho sin conocerle tanto. En esta sociedad polarizada en la que estamos, enseguida llevamos las cosas y a las personas a los extremos: o es un santo o un demonio, o es un héroe o un cobarde, o es un heraldo de la verdad o es un embustero. Esto lo digo para animar a conocer al Las Casas que exageraba algunas cosas para mover la sensibilidad del Emperador (cosa que consiguió), y al Las Casas más riguroso en su labor historiadora. El dominico conocía bien al Almirante y su legado, y su conclusión es la siguiente: fue un buen cristiano, con buena intención y mérito evangelizador, pero ignoró ciertos principios del derecho de los indios que después se le fueron de las manos y dieron lugar a terribles consecuencias.

Colón

- Su patrocinadora y su reina, Isabel, ¿merece ser elevada a los altares?

Uf, ese es un juicio para el que estoy todavía menos capacitado. Por lo que conozco, podría decir que –como Colón- fue una buena católica de su tiempo: me constan su deseo e implicación en una Iglesia reformada que superara tantos vicios, su deseo de extender la fe, su preocupación por la defensa y educación de los nativos de las Indias y ya de antes en las Canarias, etc.; pero también es cierto que toda persona que tenga un gran poder político, en algún momento tomará decisiones –más o menos acertadas- que harán daño a otros y mancharán sus manos (guerras, sentencias, control social, etc.), y eso dificulta el camino a la santidad ejemplar… Pero no lo sé; yo creo que no hay por qué llevar las cosas al “todo o nada”; tal vez no fuese una santa, pero sí una buena cristiana que intentó hacer lo mejor que pudo en sus circunstancias, aunque no estuviese libre de errores o contradicciones, como cualquier persona.

- ¿La Iglesia española debe pedir perdón por la conquista y evangelización de América, como dice el presidente de México?

El Papa Francisco ya lo hizo en 2015, en un discurso público en Bolivia. Con todo, yo buscaría otra fórmula que la de “pedir perdón”. Me explico: uno pide perdón por lo que ha hecho, y la Iglesia de hoy no fue la responsable de aquello. Ahora bien, sí que me parece justo y necesario conocer bien la historia y lamentar públicamente las cosas que se han hecho mal (aún situándolas en su contexto), tratando de aprender para hacer las cosas bien; y si alguna responsabilidad corporativa persiste, intentar ayudar a compensar el daño hecho.

Luis Regueiro
Luis Regueiro

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