Liturgia del 25º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

25º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)
Reflexión inicial:
¡Viva el dinero! Ojalá tuviera muchísimo más. Tal vez así podría comprarle un alojamiento digno a mi amigo Carmelo, el pobre del barrio, y no despacharle con un mísero euro.
¡Bendito sea el dinero! Cuántas cosas buenas podrían hacerse con ese instrumento tan escaso…
Empiezo así para contrarrestar toda la hipocresía que probablemente oiréis el Domingo en nuestras iglesias.
¿Acaso no es ya una hipocresía que muchas iglesias esté llenas de oro y plata? La respuesta farisea ya la sabemos: "Para Dios lo mejor".
¿Pero el Abba de Jesús come oro u otros metales o piedras preciosas? ¿Tal vez el arte caro, las coronas de oro, las joyas de vírgenes y los museos, fabricados con dinero, es el alimento que come Dios?
¿Habéis pensado alguna vez la diferencia entre GASTOS: NECESARIOS, CONVENIENTES y SUPERFLUOS? ¿Por cuáles se inclinan nuestros Guías y qué lucen en sus cuerpos mortales de sirvientes?
Visitad la Sagrada Familia de Barcelona, por ejemplo. Y es que Jesús tiene razón: No se puede confundir a Dios con el dinero.
Y la consecuencia: Dios no necesita dinero. Lo necesitamos tú y yo y todos.
Pero, hasta el más tonto sabe que nació desnudo y desnudo se irá de este mundo. Solo quedarán los frutos del "bendito dinero" que lograste honradamente con sudor y lágrimas.
Porque de sobra sabes que el dinero es un INSTRUMENTO y no una DIVINIDAD. Todo dependerá de cómo lo utilizas para llamarte humano o becerro.
Por lo demás, este evangelio parece un oxímoron: Jesús bendiciendo la corrupción. Pero la auténtica LECCIÓN es el uso de la INTELIGENCIA y la ausencia de ella en mucha gente que se cree piadosa y hasta conductora de otros creyentes. Eso SÍ que es un escándalo que ni reconocemos, ni rechazamos.
Y seguimos idolatría tras idolatría sin querer convertirnos. Como la "bibliolatría" de confesar la "divinidad" de las LETRAS de un LIBRO, escrito por humanos en otra época y para otras circunstancias, que es imprescindible actualizar.
Un sencillo uso de la INTELIGENCIA, que Jesús alaba, nos haría comprender que Dios sigue enseñando, "sin letras", desde la "imagen y semejanza" con que fuiste creado.
No me alargaré con tantas y tantas idolatrías con las que estamos infectados.
La IDOLATRÍA del DINERO no existe, nadie es tan tonto de confundir a Dios con un dólar. Lo que existe es el EGOÍSMO del mal USO del DINERO. Relee lo que acabo de escribir sobre los gastos.
La verdadera idolatría es estar sometidos, por MIEDO, a gente prepotente que se considera endiosada y sustituta del Dios vivo y verdadero que te habita. A esa gente el evangelio les dice: "Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?".
Lo más importante del evangelio de hoy: "Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz". Y lo que es peor: "Que se proclaman y creen de la luz, sin serlo".
Cada vez que escribo algo me asalta el estribillo: "El que tenga oídos para oír, que oiga".
Y empezamos:
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.
Y con tu Espíritu
MONICIÓN DE ENTRADA
La parábola de esta semana tiene cierta controversia. Se trata del administrador injusto que, de una forma muy poco ética, se granjea la simpatía de los deudores de su amo para que le reciban bien cuando pierda su trabajo. No es que Jesús esté animando a ser sagaces con este tipo de operaciones, pero tampoco hay que descafeinar el relato pensando que el administrador estaba renunciando simplemente a sus comisiones. Las parábolas tienen ese punto de exageración para llamar la atención del oyente y mover a una reflexión. ¿Cómo es mi relación con las riquezas? ¿Mi compromiso con la causa de Jesús es tan intenso que me agudiza el ingenio?
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Dios nos ha hecho administradores de este mundo que ha creado. Y nos ha dotado de herramientas para realizar esa tarea. Son nuestras cualidades. por ello comencemos la celebración dándole gracias por ellas y comprometiéndonos a que den frutos de buenas obras.
Queremos vivir el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo:
Nos comprometemos Señor
Queremos vivir el don del AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos vivir y dejar rebosar hacia los OTROS.
Nos comprometemos Señor
Queremos vivir los dones de la BONDAD y la AYUDA preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos:
Nos comprometemos Señor
Dios Padre amoroso TIENE siempre MISERICORDIA de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ tienes piedad de nosotros...
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ atiendes nuestras súplicas…
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ tienes piedad de nosotros…
ORACIÓN COLECTA
Jesús alaba la «astucia»
de un Gerente que, en sus cuentas,
perdonó “sus comisiones”,
y así, rebajó las deudas.
Contentos todos los deudores,
por tan graciosa «sorpresa»,
lo aceptaron como amigo,
le abrieron todas sus puertas.
Para Jesús, son astutos
los hijos de las tinieblas
e invita a sus seguidores
a obrar con igual cautela:
«Ganaos buenos amigos
con las injustas riquezas,
para que luego os reciban
en las moradas eternas».
Jesús desea que obremos
con fe, con inteligencia.
No puede ser el dinero
el «dios» de nuestra existencia.
Dios Padre es nuestro Señor
en el cielo y en la tierra
y es la construcción del Reino
nuestra verdadera meta.
Queremos «astucia», Señor,
para hacer una gran siembra,
y tu Reino estallará
en espléndida cosecha.
Lectura de la profecía de Amos (8,4-7):
Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre y elimináis a los humildes del país, diciendo: «Cuándo pasará la luna nueva, para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal -reduciendo el peso y aumentando el precio, y modificando las balanzas con engaño- para comprar al indigente por plata y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la Gloria de Jacob: «No olvidaré jamás ninguna de sus acciones».
Palabra de Dios
Salmo 112
R/. Alabad al Señor, que alza al pobre.
V/. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R/.
V/. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R/.
V/. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):
Querido hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):
R/Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él contestó:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo y escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».
Palabra del Señor
R/Gloria a tí Señor Jesús
HOMILÍA
Después de escuchar el evangelio es lógico que nos preguntemos: ¿Jesús alaba a un administrador infiel, que sería lo mismo que decir corrupto?
La respuesta es no. Hay que tener en cuenta que en las parábolas Jesús solía exagerar para que los que escuchaban se les quedará grabado el mensaje. En este caso el mensaje está al final de la parábola: “Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz”
No nos invita a imitar la injusticia que el administrador está cometiendo, sino a utilizar la astucia y prontitud con que actúa. De todas las personas y de todas las situaciones se pueden sacar aspectos positivos. Lo imitable es la lucidez, decisión, capacidad y habilidad para superar las dificultades que se presenten con los medios que se tienen.
Es una invitación a no dejarnos paralizar por la rutina, la pasividad y el miedo. Un reto y un estímulo a la imaginación, a la creatividad y a la búsqueda de nuevos caminos y formas de actuar, al servicio de nuestra meta última que es Dios, la plenitud como ser humano, lo divino que hay en nosotros.
La parábola también nos recuerda que nosotros somos administradores. Dios ha puesto toda su creación en nuestras manos como sus administradores. Así aparece en el primer mandato que recibimos al principio de la creación: “creced y multiplicaos y dominad la tierra”
Dios nos ha dado un cuerpo, unas cualidades intelectuales y espirituales. Por eso comenzamos la eucaristía reconociéndolas y comprometiéndonos a ponerlas al servicio de nuestro crecimiento personal y para construir juntos el mundo fraterno y humano que Dios quiere para todos.
Y Jesús nos ha dejado una misión: Nos encarga establecer la paz y la armonía, la humanización personal y de todos los seres humanos, que todos puedan descubrir que son hijos de un Padre Dios que nos habita y como consecuencia hermanos unos de otros.
Por ello un paso muy importante que debemos dar es cambiar nuestro lenguaje y nuestra manera de dirigirnos a Dios, nuestra oración. Nos han enseñado a pedir continuamente a Dios, como si fuera Él el que tenga que solucionarnos los problemas. En cierta ocasión, comentando esto con un compañero mayor al que quiero, me decía que se sobreentendía que pedíamos para motivarnos nosotros a solucionar los problemas. Entonces hablemos claro y usemos el lenguaje apropiado: No nos dirijamos a Dios para pedirle lo que no está en sus manos, puesto que ha delegado su poder en nosotros.
Algunos me preguntarán: ¿Entonces para qué orar? Pues como ya dije en más ocasiones: Para sintonizar con ese Dios amante, que habita en nuestro corazón, y dejarnos ILUMINAR y FORTALECER a la hora de tomar nuestras DECISIONES LIBRES. Si Dios decidiera por nosotros, estaría negando nuestra LIBERTAD, es decir, se estaría contradiciendo.
ORAR SÍ, pero NO para que Dios nos saque las castañas del fuego o para que siembre nuestros campos, sino para sumergirnos en su LUZ y FUERZA y decidir lo mejor para nosotros, como adultos, no como niños que siempre están pidiendo sus caprichos.
Dios no quiere siervos sino personas libres. No se trata de doblegarse con sumisión externa a lo que mande desde fuera un señor poderoso, o sus intermediarios. Se trata de ser fieles al Creador y conducirnos con fidelidad a la “imagen y semejanza” con que fuimos creados. Es decir, con INTELIGENCIA, VOLUNTAD y LIBERTAD, que son los dones de los seres humanos, de los que los animales carecen.
Justamente eso es lo que Jesús alaba en el Administrador pillo y egoísta, pero que actuó usando su inteligencia con astucia para solucionar su problema.
Y desde esas cualidades humanas que recordamos y agradecemos al principio de la Misa, nos daremos cuenta que son para dirigir y solucionar nuestras vidas ciertamente, pero también para AYUDAR a nuestros prójimos.
Si nuestra religión es solo servir a un “dios externo y lejano”, que puede premiar o castigar (doctrina que nos han inculcado a fuego) estamos metidos en una idolatría fragante, puro egoísmo.
Ser humano significa parecernos al Creador, como “pequeños dioses”, como verdaderos “hijos de Dios”. Y, desde ahí, crecer, madurar y dar buenos frutos para nosotros mismos y para los otros.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios , que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?.
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios?.
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia para hacer un mundo mejor?.
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en la resurrección y la vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí, y que disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por la vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Si escuchamos sinceramente a Jesús descubrimos que nos invita a comprender, de una manera radicalmente nueva, el sentido último de todo y la orientación de nuestra conducta. Oremos.
Padre, queremos compartir todo lo que somos.
• Padre bueno, deseamos que nuestra Iglesia sienta inclinación a escuchar y responder a las necesidades de los más humildes y sencillos.
Padre, queremos compartir todo lo que somos.
• Padre bueno, tú despiertas en todos los seguidores de tu hijo Jesús entrañas de misericordia y solidaridad.
Padre, queremos compartir todo lo que somos.
• Padre bueno, queremos ser capaces de salir de nuestro inmovilismo ante el grito sordo de tantos hombres, mujeres y niños que claman pidiendo nuestra ayuda.
Padre, queremos compartir cuanto tenemos y somos.
• Padre bueno, queremos ser conscientes de nuestra responsabilidad en el cuidado de la Tierra, y cada uno de nosotros poner de nuestra parte, con pequeños gestos diarios, en reciclar, ahorrar, reutilizar.
Padre, queremos compartir cuanto tenemos y somos.
Padre y Madre buena, nos concedes la gracia de vivir con lo necesario, y que nuestros bienes sean compartidos con quienes nos necesitan, y el dinero y el poseer no nos esclavicen.
Queremos tener entrañas de misericordia, como Tú Padre bueno. Te damos las gracias por Jesús, tu hijo, amigo de todos y en especial de los pequeños, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso…
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Señor, Te presentamos el vino y el pan, son el fruto de la tierra, y del trabajo de los hombres y mujeres que los cuidaron y cosecharon con esfuerzo y trabajo. Junto a ellos ofrecemos nuestras vidas, ofrecemos nuestras cosas con honradez. Tú lo convertirás todo en Pan de Vida y Bebida de Salvación. Te lo presentamos como nuestra mejor ofrenda. PJNS
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Reconocemos Señor, Dios nuestro,
que es justo que te demos las gracias
y bendigamos tu nombre ahora y siempre.
Porque Tú eres el verdadero tesoro,
el único capaz de llenar el corazón humano.
Tú eres Señor del universo,
la tierra está llena de tu gloria.
Y, sin embargo,
te encontramos en las cosas pequeñas,
en las personas sencillas y en el quehacer
de cada día.
Tú estás en todo lugar
donde hay fidelidad y honradez,
donde no han puesto su trono
el poder aplastante y el egoísmo animal.
Te damos gracias, Padre,
porque nos enseñaste todo esto
con el ejemplo de tu Hijo,
hecho hombre entre los hombres
para enseñarnos a ser humanos.
Unidos a los santos,
que te han sido fieles en lo poco,
y recogiendo el eco de toda la creación
te aclamamos diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO…
CONSAGRACIÓN y PLEGARIA
Te alabamos Padre Santo porque estás
siempre con nosotros en el camino de la vida,
sobre todo cuando tu Hijo Jesús nos convoca
para el banquete pascual de su amor
y comparte con nosotros el vino y el pan.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino
y se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús,
en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
El mismo Jesús la víspera de su pasión y muerte
estando sentado a la mesa con sus amigos,
tomó un pan, dándote gracias lo partió y
se lo pasó diciendo
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi sangre,
sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
Anunciamos y proclamamos tu resurrección
Ven Señor Jesús.
Por eso, Padre bueno, recordamos ahora
la resurrección de Jesús, el Salvador del
mundo por su LUZ y EJEMPLO,
y renovamos nuestra fraternidad.
Él se ha puesto en nuestras manos
para que te lo ofrezcamos como ofrenda nuestra
y junto con él nos ofrezcamos a ti.
Tú nos escuchas, Señor Dios nuestro;
y nos das tu Espíritu de amor
a los que participamos en esta comida,
para que vivamos cada día
más unidos en la Iglesia,
con el santo Padre, el Papa León.,
con nuestro Obispo N...,
los demás Obispos,
y todos los que trabajan por tu pueblo.
No nos olvidamos de las personas que amamos
ni de aquellas a las que debiéramos querer más.
Te damos gracias porque nuestros
hermanos difuntos… familiares
amigos y miembros de nuestra Comunidad
están ya contigo en Tu casa del Cielo.
Y un día, nos reuniremos contigo
con María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, su esposo San José, los Santos
y todas las personas de bien
para celebrar la gran fiesta del cielo.
Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Hazme un regalo, Señor, para la gente:
que no tenga nada mío, sino de todos,
que comparta cada cosa, cada libro,
cada música, aprendizaje y tesoro.
Quiero tener mi corazón,
puesto en Ti, del todo, Señor.
Quiero vivir en desapego,
para ganar en libertad interior.
Quiero sentirme ligero de equipaje
y necesitar cada día menos,
para compartir un poco más
y así vivir amando a los demás.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.