Liturgia del 26º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

Liturgia del 26º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)
Liturgia del 26º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

26º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

Reflexión Inicial:

Esta parábola de hoy no va de pobres ni ricos. De ninguna manera condena la riqueza. Si así fuera, el primero que estaría en el mítico infierno sería Abraham, que fue rico, riquísimo.

De lo que habla es de EGOISMO. Y este gusano roedor, muchas veces inconsciente, anida en POBRES y RICOS, de los que se habla mucho y mal porque hay mucha demagogia, mucha envidia, mucha ignorancia, poca justicia y piedad auténtica.

La pobreza, en demasiadas ocasiones, es la "consecuencia" (no olvidemos le "Ley de la Causalidad" que rige el mundo) de la pereza, el vicio, la inmoralidad y hasta del delito.

La palabra POBRE no es ningún título de gloria, ni encierra ningún derecho natural. Los judíos lo consideraban "castigo de Dios" a la mala conducta.

Lo que va contra el Derecho Natural, contra una HUMANIDAD básica, es el EGOISMO. Toda la Creación está construida sobre la AYUDA MUTUA. Todos, absolutamente todos, tenemos algo que DAR en nuestro itinerario vital, empezando por el cultivo de nuestros talentos (formación) para luego conseguir la explotación de los mismos.

Considerar que la constancia en la FORMACIÓN y el esfuerzo en el TRABAJO son injustos porque te lleva a mayor o menor riqueza es una de las aberraciones más necias de los "buenistas clericales" y sus injustas tragaderas. Ahí está la "parábola de los talentos" para evidenciarlo.

A mí no me gusta hablar abstractamente de POBRES, sino de EGOISMO y AYUDA, actitudes contrapuestas. Hay "pobres" muy egoístas y "ricos" tremendamente ayudadores, como muchos esforzados y demonizados empresarios.

La "actitud egoísta de Epulón" contrasta con la "actitud acogedora de Abraham", que relata el pasaje bíblico de los dos visitantes inesperados y el anuncio de la futura maternidad de Sara.

Y es que la Creación entera está construida, como los ÁRBOLES, para DARSE. Primero desprenderse de la cubierta de la semilla y explosionar (eso que llama el evangelio morir, "si el grano de trigo no muere"…). Después subir y engordar. Más tarde ramificar y florecer. Para terminar ofreciendo FRUTOS, cada cual según su especie. Y TÚ, según tus dones específicos.

¿Qué pensaríamos de un árbol que quisiera comerse sus propios frutos?

De eso habla el evangelio de este domingo. Y no de tanta papelina buenista y tanta interpretación errónea e injusta.

No me gusta hablar genéricamente de POBRES. Hay mucha mentira y mucha política interesada que han podrido ese concepto.

Me apunto a la concreción de la vida, de toda vida: "El que no vive para SERVIR, no sirve para VIVIR".

Y aquí es donde Epulón egoísta, construyó sobre arena y se hundió.

Empezamos:

El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.

Y con tu Espíritu

MONICIÓN DE ENTRADA

Una semana más, el evangelio de Lucas nos habla del dinero y su utilización. Esta vez con la parábola de un rico, Epulón, y un pobre, Lázaro, que mendigaba sin éxito a la puerta de su casa. Pensar que en el más allá se hará justicia creo que no nos ayuda mucho a resolver las desigualdades. Trabajar por el Reino sí. Empatizar con el prójimo en sus necesidades, también. Y en lo personal, analizar qué peso le doy a los bienes materiales en mi vida, que nada tienen que ver con la verdadera riqueza.

ACTO DE RECONOCIMIENTO

Dios se manifiesta en nuestros dones y cualidades. En este primer momento de la celebración le damos gracias por ellos y nos comprometemos a ponerlos a producir en nuestra maduración personal y en el servicio al bien común

Queremos vivir el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo:

Nos comprometemos Señor

Queremos vivir el don del AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos vivir y dejar rebosar hacia los OTROS.

Nos comprometemos Señor

Queremos vivir los dones de la BONDAD y la AYUDA preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos:

Nos comprometemos Señor

Dios Padre amoroso TIENE siempre MISERICORDIA de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo….

Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ tienes piedad de nosotros...

Tú que quitas el pecado del mundo,  TÚ atiendes nuestras súplicas

Tú que estás sentado a la derecha del Padre,  TÚ tienes piedad de nosotros

ORACIÓN COLECTA

Señor, queremos aprender a interpretar tus palabras, lo que nos ha llegado de tu mensaje.

Queremos adherirnos a tu Sabiduría, a tu LUZ, y nunca oscurecerla con nuestras erradas interpretaciones y rutinas.

Queremos oír y ver lo que nos dicen los "signos de los tiempos", sus luces y sus tergiversaciones.

Hoy nos hablas de EGOÍSMOS, de enterrar los talentos y guardarlos solo para nosotros, como si fueran nuestros y eternos.

Y son solo semillas que Tú quieres que aprovechemos y multipliquemos para nuestro crecimiento personal y para dar buenos frutos a los que nos has puesto alrededor, como prójimos y compañeros de camino.

Nos adherimos a Ti, Señor, deseamos de todo corazón desentrañar tu Mensaje y ser LUZ y ENERGÍA, como TÚ, Maestro bueno. Amén.

Lectura del Profeta Amós. 6,l a. 4-7

Esto dice el Señor Todopoderoso: ¡Ay de los que se fían de Sión! ¡Ay de los que confían en el monte de Samaría! Os acostáis en lechos de marfil, tumbados sobre las camas, coméis los carneros del rebaño y las terneras del establo; canturreáis al son del arpa, inventáis, como David, instrumentos musicales, bebéis vinos generosos, os ungís con los mejores perfumes, y no os doléis de los desastres de José.

Por eso irán al destierro, a la cabeza de los cautivos. Se acabó la orgía de los disolutos.

Palabra de Dios

Salmo 145

R/ Dios hace justicia a los oprimidos.

El Señor hace justicia a los oprimidos,

da pan a los hambrientos,

libera a los cautivos.

El Señor abre los ojos al ciego,

el señor endereza a los que ya se doblan./

El Señor ama a los justos,

el Señor guarda a los peregrinos.

El Señor sustenta al huérfano y a la viuda

y cambia el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente./

Lectura de la Primera Carta de San Pablo a Timoteo.( 6.11-16).

Hermano, siervo de Dios:

Practica la justicia, la religión, la fe, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.

Y ahora, en presencia de Dios que da la vida al universo y de Cristo Jesús que dio testimonio ante Poncio Pilato; te insisto en que guardes el Mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la Venida de Nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.

Palabra de Dios

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas. (Lc. 16, 19-31 ).

R/Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos:

- Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.

Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero nadie se lo daba.

Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió que se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.

Se murió también el rico y lo enterraron. Y estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno y gritó:

- Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.

Pero Abrahán le contestó:

-Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida y Lázaro a su vez males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros.

El rico insistió:

-Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.

Abrahán le dice:

- Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.

El rico contestó:

-No, padre Abrahán. Pero, si un muerto va a verlos, se arrepentirán.

Abrahán le dijo:

Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.

Palabra del Señor

R/Gloria a tí Señor Jesús

HOMILÍA

Un hombre muere y se presenta ante Dios-Juez. Dios busca su nombre en el Libro de la Vida, pero, al no encontrarlo allí, le dice que su puesto es el infierno. El hombre protesta:

- Pero yo no hice nada…

- Precisamente, responde Dios. Por eso vas al infierno.

La parábola de hoy no tiene como objetivo reflexionar sobre el infierno ni sobre la credibilidad o no de las apariciones. No se trata de solucionar los problemas remitiéndolos al más allá.

La cuestión es no dejarnos deshumanizar por ningún tipo de riquezas y ser personas sensibles y  solidarias con quien lo necesite. El peligro, y el contrasentido para quien se considere cristiano, es la despreocupación, la indiferencia, el no querer enterarse de la existencia de tantos “lázaros” que necesitan una mano tendida.  

Es curioso que los seres humanos seamos capaces de salvar y atravesar abismos de la naturaleza, y nos cueste un riñón salvar los abismos que levantamos entre nosotros.

Esto es lo que nos pide la parábola de hoy, que superemos esos abismos.  

El mensaje de la parábola es muy actual.  Hay un abismo entre una comunidad cerrada, basada en el dinero, el poder, el miedo, la costumbre, el aislamiento... y una comunidad evangélica, abierta, solidaria, que comparte, respeta, comprende, acoge. 

No hay ninguna duda de que Jesús acoge y acepta a todos, sin excepción, a su mesa, incluidos los ricos. Por tanto, todo impedimento, prohibición, exclusión, rechazo, para participar en la comida de la comunidad, no es actitud evangélica, no es lo que Jesús hizo ni lo que nos recomienda hacer. 

No podemos desarrollar una auténtica religiosidad sin tener en cuenta al hermano necesitado. Nuestra religión, olvidando el evangelio, ha desarrollado un individualismo absoluto. Lo que cada uno debe procurar es una relación intachable con Dios. La moral católica está encaminada a perfeccionar esta relación con Él. Pecado es ofender a Dios y punto. Esta es la doctrina que nos enseñaron. 

Sin embargo, el evangelio nos dice que el único pecado que existe es olvidarse del que me necesita. Mi grado de acercamiento a Dios es el grado de acercamiento al otro.

Debemos superar los abismos que hemos abierto. Lo demás es idolatría. ¿Servir a Dios? Eso no es cristiano. Lo cristiano es: “Servir a los hombres como Dios quiere”. Recuerda siempre: Tus manos son las manos de Dios en este mundo. Él no interviene en este mundo directamente. Solo interviene a través de tu INTERIOR, inspirándote, y a través de ti, AYUDANDO.  

Y termino con otro pequeño cuento que nos resume todo esto:

Una estudiante cuenta lo que le ocurrió en un examen:

Durante mi segundo mes en la escuela de enfermería el profesor nos hizo un test. Yo, que era buena estudiante, contesté a las preguntas con rapidez hasta que llegué a la última pregunta: "¿Cuál es el nombre de la señora que limpia la escuela?"

Me parecía una broma. Yo la había visto: era alta, de pelo oscuro y de unos 50 años, pero ¿cómo podía saber su nombre? Dejé la pregunta sin contestar. Antes de terminar la clase, alguien preguntó si esa pregunta también contaba para la nota.

- Por supuesto, dijo el profesor. A lo largo de sus vidas encontrarán muchas personas. Todas son importantes. Todas merecen su atención, incluso si sólo les dicen ‘Hola’ o les sonríen.

Nunca olvidé esa lección y también aprendí el nombre de la señora, se llamaba Dorotea.

CREDO

Sacerdote.- ¿Creéis en Dios , que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?.

Todos.- Sí, Creemos.

Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios?.

Todos.- Sí, Creemos.

Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia para hacer un mundo mejor?.

Todos. Sí, Creemos.

Sacerdote.- ¿Creéis en la resurrección y la vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí, y que disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por la vida?

Todos. Sí, Creemos.

ORACIÓN UNIVERSAL

Hoy Jesús nos recuerda la llamada urgente a compartir nuestra vida, nuestro tiempo y nuestros bienes. Somos corresponsables con la humanidad entera. Oremos:

Deseamos ser  semilla del Reino de Dios

  • El Reino de Dios necesita ser liderado por una comunidad eclesial en la que el servicio, la opción por los más necesitados y la acogida incondicional sean sus señas de identidad.

Deseamos ser  semilla del Reino de Dios

  • El Reino de Dios lo construyen hombres y mujeres solidarios, conscientes de su responsabilidad con la suerte de la humanidad entera

Deseamos ser  semilla del Reino de Dios

  • El Reino de Dios es una llamada urgente a nuestro modo de vivir, de entender la solidaridad, de construir sociedades más amables y fraternas para todos.

Deseamos ser  semilla del Reino de Dios

  • El Reino de Dios es de los humildes, de los pequeños, de los que apuestan por los vulnerables, por los enfermos, por los cautivos, por los que viven sin horizonte.

Deseamos ser  semilla del Reino de Dios

  • El Reino de Dios nos lanza hacia todos los hermanos, en especial a los que sufren para ser manifestación de la acogida y ternura de Dios.

Deseamos ser  semilla del Reino de Dios

Padre y Madre buena, deseamos que nuestra riqueza no nos aísle de los demás, no queremos olvidarnos de la llamada a la fraternidad universal y nuestra responsabilidad con el devenir de cada hermano. Gracias por el testimonio de tu hijo Jesús que vive por los siglos de los siglos. Amén

En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso

El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…

ORACIÓN OFRENDAS

Junto a estas ofrendas de pan y vino, queremos presentar nuestras vidas y la vida de la sociedad:

Sociedad de grandes contrastes, sociedad de miseria y de grandes capitales, sociedad de ricos y de miserables. Lo presentamos todo, con el deseo por nuestra parte, de trabajar para conseguir una sociedad más justa y fraterna. PJNS

PREFACIO

El Señor está con vosotros  

Y con tu Espíritu

Levantemos el corazón

Lo tenemos levantado hacia el Señor

Damos gracias al Señor nuestro Dios

Es justo y necesario

Señor Dios nuestro, nos hemos reunido hoy,

un domingo más, en tu nombre, en comunidad de fe, porque creemos en Ti, aunque sea pobremente, aunque te busquemos fuera,

cuando en realidad estás en nuestro interior.

Para empezar esta oración te damos 

las gracias por la Vida

y por el milagro de nuestra propia existencia.

Te llamamos Padre y Madre, con razón,

porque eres el Origen de todo lo que somos. Tú nos amasaste con tu amor para que participemos de tu felicidad.

Gracias Padre, por ser como eres.

Te agradecemos que haya 

tanta buena gente

que continúa tu obra de amor en el mundo,

que da consuelo a los que sufren

y dedican su vida a ayudar a los demás.

Que el himno que ahora te dirigimos

sea un himno de acción de gracias 

por tu bondad infinita

y por la que vemos reflejada 

en muchos de nuestros hermanos.

SANTO, SANTO, SANTO…

CONSAGRACIÓN y PLEGARIA

Te glorificamos, Padre Santo,

porque estás siempre con nosotros

en el camino de la vida,

sobre todo, cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega

para el banquete pascual de su amor.

Como hizo en otro tiempo

con los discípulos de Emaús,

él nos explica las Escrituras

y parte para nosotros el pan.

Recibimos tu Espíritu con alegría

para que santifique este pan y este vino y

se conviertan para nosotros

en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.

Jesús en su última comida con sus amigos

tomó un trozo de pan, lo partió y se lo paso

diciendo:

Tomad y comed todos de él,

porque esto es mi Cuerpo,

que será entregado por vosotros.

Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:

Tomad y bebed todos de él,

porque éste es el cáliz de mi Sangre,

Sangre de la alianza nueva y eterna,

que será derramada por vosotros

y por todos los hombres

para iluminar vuestras vidas.

Haced esto en conmemoración mía.

Éste es el Sacramento de nuestra fe.

Anunciamos y proclamamos tu resurrección ven Señor Jesús

Por eso, Padre de bondad,

celebramos ahora

el memorial que Jesús nos encargó,

y proclamamos la obra de tu amor:

Cristo, tu Hijo, a través del servicio 

y la entrega de su vida

ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha. 

Señor, Padre de misericordia, Tú derramas sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo.

Fortaleces a tu pueblo con el signo del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y nos renuevas  a todos a su imagen. 

Derramas tu bendición abundante sobre el Papa León,  sobre nuestro Obispo N… y sobre todos tus hijos.

Para que  todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; preocupándonos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y mostrándoles así el camino de la salvación.

Gracias una vez más porque

has acogido en tu casa del Cielo 

a nuestros hermanos difuntos ...

todos nuestros familiares, amigos

y fieles difuntos de esta Comunidad 

Y ahora, Padre santo, nos unimos a toda tu creación para brindar por tu mayor gloria y por la germinación de tu Bondad en nuestro mundo,

en la feliz compañía de tu hijo Jesús, 

unidos a nuestra Madre María, a su esposo San José a los apóstoles, a  los santos y a todas las personas de buena voluntad diciendo

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén

PADRENUESTRO

PADRE Y MADRE NUESTRA

EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.

Santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

TÚ NOS DAS HOY 

NUESTRO PAN DE CADA DÍA.

TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS

Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR

A LOS QUE NOS OFENDEN.

No nos dejes caer en la tentación.

Y líbranos del mal. Amen

CORDERO DE DIOS

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS la paz

Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.

ORACIÓN FINAL

Creímos que era posible el cambio.

Nos comprometimos, trabajamos,

oramos,

proyectamos nuevos sistemas,

nuevas ideologías,

nuevas formas de reparto.

Soñamos utopías contra el despilfarro.

Y cuando pensábamos que todo estaba

al alcance de la mano, ¡zas! -una vez más,

como siempre-, nos vienen

con nuevas teorías y ofertas.

Dicen que la solución está

en hacer más espléndido el banquete,

en lograr que la tarta de la mesa

aumente su tamaño y riqueza;

así habrá más sobras y migajas,

de este festín de puertas abiertas,

para los que andan mendigando

y cubiertos de llagas…,

si nadie más se sienta a la mesa.

Señor, para esta oferta

no se necesitan alforjas.

Repiten que no hay revolución posible,

que las ideologías han muerto

y que el margen de negociación depende

del mercado y no de las conciencias…

Pero yo quiero que cuentes,

con voz fuerte y dolorida,

nuevamente,

al Sur y al Norte,

al Este y al Oeste,

a escépticos y creyentes,

tu parábola de Lázaro, el pobre,

el abandonado, el ignorado

por el egoísmo de su prójimo más prójimo.

BENDICIÓN

El Señor os bendice, os guarda

y en sus palmas os lleva tatuados.

Os acompaña en todos los caminos.

Y hace prósperas las obras de vuestras manos.

Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,

Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.

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