Liturgia del 27º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

27º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.
Y con tu Espíritu
MONICIÓN DE ENTRADA
El evangelio de esta semana es una invitación a soñar. Tener confianza es imprescindible para movilizarnos en pro de los que sufren la soledad, necesitados, refugiados... Resolver sus problemas puede parecer algo imposible. La fe nos hará trabajar con audacia y constancia, y así, mover montañas.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
La fe es ante todo descubrir a Dios en nuestro interior y dejarnos impulsar por Él, para realizar su sueño de una humanidad fraterna. Por ello en este primer momento reconocemos su presencia en nuestros dones y cualidades, le damos gracias por ellos, y nos comprometemos a ponerlos al servicio de nuestra maduración personal y del bien común de la humanidad.
Queremos vivir el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo:
Nos comprometemos Señor
Queremos vivir el don del AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos vivir y dejar rebosar hacia los OTROS.
Nos comprometemos Señor
Queremos vivir los dones de la BONDAD y la AYUDA preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos:
Nos comprometemos Señor
Dios Padre amoroso TIENE siempre MISERICORDIA de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ tienes piedad de nosotros...
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ atiendes nuestras súplicas…
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ tienes piedad de nosotros…
ORACIÓN COLECTA
Hoy, Señor, también nos dices:
«Es vuestra fe muy escasa,
más delicada y pequeña
que un granito de mostaza».
Lo mismo que tus discípulos
rezamos nuestra plegaria:
«Auméntanos nuestra fe.
Haz fuerte nuestra esperanza»
Sólo queremos, Señor,
una fe de andar por casa,
pero «fe de calidad»
para acoger tu Palabra.
Una fe humilde, sencilla,
generosa, con dos caras:
una que mire hacia Ti,
otra a la familia humana.
Somos, Señor, siervos tuyos,
atentos a tus miradas.
En hacer lo que nos mandas
encontramos nuestra «paga».
Tú, Señor, que nos invitas
a servir, por pura gracia,
que nos sorprenda «sirviendo»
el sol de cada mañana.
Lectura del Profeta Habacuc. 1,2-3; 2,2-4
¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches?
¿Te gritaré «Violencia», sin que me salves?
¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas?
El Señor me respondió así: Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido.
La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse,
El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.
Palabra de Dios
Salmo 94
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».
V/. Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.
V/. Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.
V/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo. (1,6-8.13-14).
Querido hermano: Aviva el fuego de la gracia de Dios que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor
y por mí, su prisionero.
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio
según las fuerzas que Dios te dé.
Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas, y vive con fe y amor cristiano.
Guarda este tesoro con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Palabra de Dios
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas. (Lc 17, 5-10)
R/Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los Apóstoles dijeron al Señor:
- Auméntanos la fe.
El Señor contestó:
- Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería.
Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor, cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"?
¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho todo lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer".
Palabra del Señor
R/Gloria a tí Señor Jesús
HOMILÍA
Cuentan que Paganini, el gran violinista, daba un importante concierto un día, y cuando salió al escenario notó algo raro en su violín. Lo miró durante unos segundos y cayó en la cuenta de que no era su famoso y valioso violín. Alguien se lo había cambiado y le había dejado uno de segunda mano. Pero dijo a su auditorio:
- "Señoras y señores, les quiero demostrar esta noche que la música no está en el instrumento sino en el alma".
Y tocó como nunca lo había hecho anteriormente: y de ese violín de segunda mano brotó una música que entusiasmó a su auditorio. El violín de primera o de segunda mano no tiene música; la música, la inspiración, el arte y el fuego están en las manos y en el alma del artista.
¿Qué es la fe? Seguramente con lo que nos han enseñado responderíamos que tener fe, en el caso de Paganini, sería pedir a Dios que ocurriese un milagro y alguien le trajese su violín. Sin embargo para él era la confianza en sí mismo y en su arte, en las cualidades que Dios le había dado.
Sucede que seguimos entendiendo mal el evangelio, y nos lo siguen explicando mal: la petición que le hacen lo apóstoles “auméntanos la fe”, está hecha desde una visión mítica de Dios, visión que todavía pervive en nuestra religión, en donde Dios interviene desde fuera para darnos lo que pedimos
De un modo sencillo: La fe no es rezar para que Dios detenga la tormenta. La fe es creer que Dios te ayudará a atravesarla.
Sabéis que la creación de un huevo de gallina, que quizás comemos al desayuno o a la comida, es una verdadera obra de ingeniería biológica que comienza 24 horas antes en el oviducto de la gallina, donde una célula grande que es la yema inicia un viaje pasando primero por una sección que la envuelve en la clara, formada por albúmina y agua que le sirve de protección y primera fuente de alimento.
Luego la esfera pasa a la siguiente estación donde dos membranas delgadas y resistentes como papel de seda son tejidas a su alrededor; son la última barrera de protección interna, pero el milagro de la ingeniería ocurre en la última y más larga parada, el útero o glándula de la casca.
Aquí la esfera blanda pasará casi 20 horas, aquí la gallina realiza una proeza de la bioquímica, extrae calcio de sus propios huesos y lo deposita capa por capa alrededor de la membrana, construyendo lentamente la dura y porosa armadura de carbonato de calcio.
Pero el giro final es el más sorprendente: el color del huevo no es el color de la cáscara, las últimas horas del proceso, justo antes de la puesta, la gallina activa unas glándulas que actúan como un impresora de inyección de tinta cubriendo la superficie de la cáscara con un pigmento, por eso un huevo marrón es blanco por dentro.
Es una de las líneas de producción más rápidas y perfectas de la naturaleza, una proeza de la biología que ocurre cada día en silencio, esa es la increíble fábrica que se esconde detrás de ese rico huevo que nos comemos.
Y ahora preguntaréis: ¿A qué viene esta explicación?
Es para que nos demos cuenta de los milagros cotidianos que no vemos, que son obra de Dios, y que no ocurren por una intervención divina desde fuera.
Por eso la fe no es creer que Dios intervendrá desde fuera y te concederá lo que pides de manera mágica.
La fe es: "Saber que TODA la Creación está construida a tu favor y que TODO lo tienes concedido y perdonado".
Pero eso no te evitará el ESFUERZO diario de alimentar a la gallina y recoger los huevos.
El evangelio, al igual que el ejemplo de la gallina, nos está diciendo que toda la fuerza de Dios está ya en cada uno de nosotros.
El que tiene confianza y actúa en consecuencia podrá desplegar toda esa energía. El que vive perezosamente y no quiere pensar en la fuerza que le habita, se quedará dormido sobre sus propios tesoros y no los explotará ni disfrutará.
Y la fe no es cuestión de CANTIDAD (como pensaban en principio los apóstoles) sino de CALIDAD. Jesús nos habla de un “granito de mostaza”, algo insignificante, pero con un potencial inmenso.
Pensemos en los apóstoles: No eran hombres instruidos y sabios, no tenían internet, ni redes sociales ni IA, y sin embargo confiando en las fuerzas que Dios les daba, cambiaron el curso de la historia. Llevaron el sol de Dios al mundo. Movieron montañas. Tenían fe.
El domingo pasado vi la película “Mediterráneo”: Es la historia de Oscar Camps, creador de la ONG Open Arms. Este hombre era un simple socorrista en una playa de Barcelona. Viendo en la tele la tragedia de aquel niño de cuatro años Aylan Kurdí, decidió hacer algo, y junto con un compañero se marchó a Lesbos a salvar a tantos inmigrantes abandonados en el mar a solo diez km de la costa de Turquía. Hoy llevan rescatadas más de 72.000 personas.
Ignoro si es creyente. Si lo es, sin duda está viviendo su fe de manera correcta poniendo al servicio de los abandonados sus cualidades. Y si no lo es, también se está realizando como ser humano poniendo al servicio de los demás esas grandes cualidades que, aunque no lo sepa, Dios puso en su interior.
Ahora preguntémonos: ¿Cómo vivo mi fe y cómo la cuido?
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en la resurrección y la vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí, y que disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por la vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
El signo más expresivo de la presencia de Dios en tu interior es el AMOR desinteresado y total que ayuda y perdona. Oremos.
Nos comprometemos a ser agradecidos
• Queremos que la jerarquía de la Iglesia ejerza su liderazgo con amor y respeto, con comprensión, sin prejuicios ni miedos.
Nos comprometemos a ser agradecidos
• Los creyentes nos comprometemos a creernos la realidad del reino de Dios que nos habita, a crecer en ilusión, en audacia, en fe, en coherencia con aquello que decimos creer.
Nos comprometemos a ser agradecidos
• Todos nosotros vamos a descubrir el verdadero rostro de Dios como fuente de vida para ser cauces de una fe más convincente, viva, realista y gozosa.
Nos comprometemos a ser agradecidos
• Queremos que la fe en Jesús de Nazaret nos lleve a apostar por los más desfavorecidos, por todas aquellas personas que no son ni visibles ni productivas en nuestro mundo.
Nos comprometemos a ser agradecidos
• Nos comprometemos a que los que necesitan un abrazo, una palabra, un descanso, un trozo de pan encuentren en todos nosotros acogida, cariño, ternura y alimento.
Nos comprometemos a ser agradecidos
Padre y Madre buena, los creyentes queremos liberarnos de tanta ortodoxia rígida y anticuada, queremos dejarnos conducir por los valores divinos que llevamos dentro para ser presencia liberadora, que ofrece sentido y horizonte. Gracias por el ejemplo de Jesús tu Hijo que vive por los siglos de los siglos. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Te ofrecemos este pan y vino, frutos de la tierra y del trabajo humano. Queremos también ofrecer nuestras personas, buenas y sencillas como el pan de cada día, y alegres como el vino de las fiestas. Recíbelas como nuestra mejor ofrenda. Te lo ofrecemos con Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Nos sale del corazón bendecir tu nombre, Padre santo, y mostrarte nuestro sincero agradecimiento.
Aunque apenas somos capaces
de vislumbrar tu sombra,
te sentimos como un Dios cercano,
bueno y comprensivo.
Muchos de nosotros te hemos respetado
desde la infancia
pero queremos que esta fe en Ti se afiance y madure y nos siga acompañando de por vida.
Confesamos que eres el Dios bueno de toda la humanidad, el Padre de todos los humanos, creyentes y no creyentes.
Quieres a todos tus hijos de la misma manera
y no guardas preferencia por ninguna religión ni cultura.
Unimos nuestras voces a todos los hermanos
para entonar en tu honor este canto de alabanza.
SANTO, SANTO, SANTO…
CONSAGRACIÓN y PLEGARIA
SANTO eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
nos das Vida y santificas todo.
Congregas a tu Pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor esta OFRENDA
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino
y se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús,
en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
habiendo amado hasta el extremo a los suyos,
que estaban en el mundo,
mientras cenaba con sus discípulos,
tomó un pan, y dando gracias te bendijo,
lo partió y lo repartió a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi sangre,
sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial
de la ENTREGA de Jesús,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
TODO lo que somos y tenemos.
Tú diriges tu mirada sobre esta OFRENDA de tu Iglesia
y reconoces en ella nuestra adhesión a Jesús,
que vino a revelarnos tu rostro
de verdadero Padre, que nos ama sin límite.
Nos unimos en este sacramento al Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
que se entregó por nosotros para dejarnos su ejemplo de Vida.
Y nos abrimos de todo corazón a tu Espíritu Santo
para ser iluminados y fortalecidos en el seguimiento de Jesús, tanto individual como colectivamente.
Y así, unidos como hermanos,
formemos con Cristo un solo cuerpo
y un solo espíritu.
Él nos transforma en verdaderamente humanos
en nuestro diario caminar hacia tu Heredad,
donde seguiremos alabándote
junto con tus elegidos,
con María, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, su esposo san José,
los apóstoles y los mártires,
y todos los santos,
que nos precedieron en el camino hacia Ti.
Te ofrecemos, Padre, nuestro compromiso de adhesión a Jesús,
que ratificamos en esta celebración,
para que contribuya a la Paz y
la Humanización del mundo entero.
Confirmamos nuestra lealtad con esta tu Iglesia,
que peregrina en la Tierra,
fortalecida por nuestra fe y caridad.
Nos unimos a TODOS tus hijos de este Pueblo,
iluminado y fortalecido por Jesús,
junto con sus servidores: el Papa León
nuestro obispo N…,
el orden episcopal, los presbíteros y diáconos.
Tú atiendes los deseos y compromisos
de esta Familia,
que has congregado en tu presencia
en este domingo, día en que Cristo
venció a la muerte.
Él nos ha hecho partícipes de su Sabiduría y Fortaleza
para que imitemos su ejemplo
en el camino hacia tu Heredad eterna.
Te damos GRACIAS porque nuestros
hermanos difuntos…, familiares,
amigos y miembros de nuestra Comunidad,
tras su maduración en este mundo,
ya disfrutan contigo en tu casa del Cielo.
Queremos ser parte del Reino interior,
que tu Hijo nos reveló,
y extenderlo a nuestro mundo
para que podamos gozar TODOS de tu felicidad eterna,
junto con Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amén.
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Soy un siervo frágil e inseguro, pero quiero presentarte hoy mi vida entera, quiero ofrecerte lo que soy y lo que sueño, lo que quisiera hacer y no consigo.
Yo sé que conmigo puedes contar poco, pero contigo al lado, Señor, soy otra cosa.
Tú me haces fuerte. Tú me das sensatez y prudencia.
Quiero cuidar el tesoro de tu Amor, y quiero extenderlo en mi entorno. Deseo vivir entregado a mis hermanos, en justicia, derecho y rectitud.
Soy consciente de que me hiciste para Ti, Señor, y que mi vida anda desasosegada hasta que te goce.
Por eso te pido que no me abandones nunca, para que viva en tu sensatez e inteligencia.
Quiero bendecirte con mi vida, Dios mío, quiero que mis gestos sean de amor a los hermanos y de alabanza tuya al mismo tiempo, porque Tú eres el centro de mi vida y el motor constante de mis días.
Tú llenas mi vida de sentido y mis momentos cotidianos de gozo; contigo al lado me vuelvo fecundo, porque Tú eres mi brújula, mi tesoro y mi pasión. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.