Clausurado el encuentro de los Obispos de la Amazonía en Bogotá Encuentro de la CEAMA: “la sinodalidad es una realidad viva, latente en la Amazonía”

Un encuentro para “escuchar, discernir y compartir en nuestro caminar juntos, como pastores de las Iglesias Particulares que peregrinan en la Amazonía”
Una dinámica que ha llevado a descubrir que “todos estamos compartiendo realidades comunes”
“Un momento de maduración, un nuevo comienzo”, que va a producir cosas nuevas e interesantes sobre “como la Iglesia sigue tratando de acompañar al pueblo de Dios y al gran don de Dios que es la Amazonía”
“Desde hace algunos años, consciente de su papel evangelizador, anunciador de Jesucristo, nuestra Iglesia católica ha emprendido este camino, camino de acercamiento, camino de construcción de nuevas relaciones”
“Un momento de maduración, un nuevo comienzo”, que va a producir cosas nuevas e interesantes sobre “como la Iglesia sigue tratando de acompañar al pueblo de Dios y al gran don de Dios que es la Amazonía”
“Desde hace algunos años, consciente de su papel evangelizador, anunciador de Jesucristo, nuestra Iglesia católica ha emprendido este camino, camino de acercamiento, camino de construcción de nuevas relaciones”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Los obispos de la Amazonía se han reunido en Bogotá de 17 a 20 de agosto, convocados por la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). Un encuentro que ha vuelto a poner de manifiesto el compromiso de la Iglesia de la Amazonía de llevar “este anuncio del evangelio de Jesús para descubrir la gran riqueza de las culturas indígenas, y también el gran desafío que tenemos ante los efectos del cambio climático y de la deforestación”, como destacó el arzobispo emérito de Huancayo (Perú) y presidente de la CEAMA, cardenal Pedro Barreto, que ve el encuentro como momento para asumir el compromiso de trabajar juntos, más allá de las fronteras.

Escuchar, discernir, compartir
Un encuentro para “escuchar, discernir y compartir en nuestro caminar juntos, como pastores de las Iglesias Particulares que peregrinan en la Amazonía”, dijo el cardenal peruano. Igualmente, afirmó que “la Iglesia con rostro amazónico anuncia a Jesucristo, crucificado y resucitado, desde la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, acompaña y sirve a las Iglesias Particulares en su misión evangelizadora”. Eso porque “el anuncio, la organización y el compromiso eclesial debe ir acompañado de un verdadero encuentro”, llamando a no vivir como islas, a no encerrarse cada uno en sí mismo, sino “amar y ser amados”, signos de “la ternura de Jesús nuestro Buen Pastor que nos llama a participar de su misión, no por nuestros méritos ni por el tiempo que estamos en su rebaño, sino por su bondad y misericordia”.
Una experiencia de escucha que tiene que ver con el bioma amazónico, en palabras de la vicepresidente de la CEAMA Patricia Gualinga, así como con la realidad de los pueblos indígenas, las amenazas que sufren y la evangelización a partir de la inculturación. Una dinámica que ha llevado a descubrir que “todos estamos compartiendo realidades comunes”, según la indígena ecuatoriana, que insistió en la crisis climática, que ha llevado a la Amazonía a un punto de no retorno, que tiene que ver con muchas violaciones a los pueblos.
El prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano, cardenal Michael Czerny, ha felicitado a la CEAMA por la iniciativa de esta reunión de los obispos. De este encuentro dijo esperar que “sea un momento de maduración, un nuevo comienzo”, que va a producir cosas nuevas e interesantes sobre “como la Iglesia sigue tratando de acompañar al pueblo de Dios y al gran don de Dios que es la Amazonía”.

Un encuentro indicador
Un encuentro con un gran potencial indicador, según el obispo auxiliar de la archidiócesis de Manaos y vicepresidente de la Conferencia Eclesiástica de la Amazonía, monseñor Zenildo Lima. El obispo brasileño destacó el “cansancio histórico que vivimos en estos contextos tan violentos, tan intolerantes y que producen, generan relaciones de descarte. Por eso mismo, tan agresivos con nuestra región amazónica, con la ausencia de experiencias, de espacios de convivencia que sean saludables y esperanzadores”.
Según el obispo auxiliar de Manaos, “desde hace algunos años, consciente de su papel evangelizador, anunciador de Jesucristo, nuestra Iglesia católica ha emprendido este camino, camino de acercamiento, camino de construcción de nuevas relaciones. Camino de vivencia, de experiencia de Iglesia a partir de relaciones que estamos llamando sinodalidad”. Recordó la importancia del Sínodo para la Amazonía, en 2019, “como una gran señal”, que provocó la aparición de nuevas señales, siendo la Conferencia Eclesial “la visibilización de esta señal de nuevas relaciones, de relaciones de cuidado, de experiencia religiosa que sea esperanzadora”.
En esta perspectiva, el obispo destacó como muy oportuno percibir en el encuentro que las iglesias locales son “el espacio por excelencia de la experiencia de la sinodalidad”, y que es allí donde “estas nuevas experiencias están ocurriendo”, lo que hace de la Iglesia que está en la Amazonía “una gran señal de la presencia de Dios junto a su pueblo, tan herido por estas relaciones violentas”.

Testimonios de sinodalidad
Monseñor Zenildo Lima enfatizó que fue un encuentro de iglesias, dado que “los obispos trajeron consigo, desde sus iglesias locales, el testimonio de esta sinodalidad, el testimonio de esta novedad”. Un encuentro que ha ayudado a percibir que el Sínodo y la sinodalidad “es una realidad viva, latente en nuestras iglesias”, siendo el encuentro una oportunidad para percibir que “estamos avanzando, estamos juntos, somos fuertes”.
El obispo destacó el saber y el conocimiento de los pueblos amazónicos, así como su conciencia muy clara de las relaciones que se establecen, siendo así “constructores y conductores de la historia”. Ante la reunión de los presidentes de la región amazónica, el obispo dijo que “más allá de las correspondencias formales que pueden recibir dentro de un protocolo, son muy conocedores de los grandes procesos, las grandes tensiones, los grandes retos y las grandes responsabilidades que tienen entre manos”.
De los responsables de la gobernanza, dijo esperar “una capacidad de elección, de decisión política, desde su conciencia, por la vida, por las relaciones, por el bioma”. El obispo pidió decisiones por el bien de los pueblos, dado que “las poblaciones indígenas, los pueblos tradicionales, aquellos que son los grandes conocedores de la dinámica de este territorio, siguen guiándonos, siguen inspirándonos, siguen ofreciéndonos los elementos para que nuestro discernimiento se haga también según una gran sabiduría que se cierne sobre nuestro continente”.