“Un porcentaje muy amplio no puede seguir clases virtuales, porque hay que tener como mínimo un celular" Padre Pepe Di Paola defiende la necesidad de escuela presencial en las villas del Gran Buenos Aires

Padre Pepe Di Paola
Padre Pepe Di Paola

La presencialidad en los barrios populares “es fundamental y en todos los ámbitos: religioso, educativo, de salud

“La presencialidad aquí es esencial, porque lo importante es que se pueda transmitir en forma directa el conocimiento, el afecto, la solidaridad, la contención

"Un porcentaje muy amplio no puede seguir clases virtuales, porque hay que tener como mínimo un celular, además cargarlo, y a veces hay un solo teléfono en la familia y a lo mejor lo usa el padre o la madre en primer lugar"

Pepe Di Paola con Francisco

Si hay alguien que conoce la realidad de los barrios periféricos del gran Buenos Aires, y de toda Argentina, son los curas villeros. Hay quien dice que ellos eran la niña de los ojos del cardenal Bergoglio cuando era Arzobispo de Buenos Aires.

Uno de los más conocidos entre estos sacerdotes con olor a oveja es el presbítero José María Di Paola, o simplemente el padre Pepe, que desarrolla su tarea pastoral en la Villa La Cárcova, de José León Suárez, diócesis de San Martín. En declaraciones recogidas por AICA, destacó que la presencialidad en los barrios populares “es fundamental y en todos los ámbitos: religioso, educativo, de salud”.

Sus palabras tienen que ver con la medida que obliga a cerrar las aulas por quince días por la segunda ola de coronavirus en Argentina. Según el padre Pepe, “la presencialidad aquí es esencial, porque lo importante es que se pueda transmitir en forma directa el conocimiento, el afecto, la solidaridad, la contención”, sostuvo el responsable de la pastoral en las villas de emergencia del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Recogiendo el sentir de la mayoría de los curas que trabajan en los barrios populares del Gran Buenos Aires, el sacerdote afirmaba que “nos parece fundamental que el sistema educativo tenga presencialidad, por supuesto con todo el protocolo que sea necesario, extremando los cuidados de salud, en especial con los docentes y preservando a los que tengan un riesgo mayor”. El padre Pepe recordaba que en las villas el contacto de los alumnos con gente de fuera es algo poco común, porque “nuestros chicos van a la escuela caminando”.

Villa miseria

Como sucede en muchos países del mundo, especialmente en Latinoamérica, algo sobre lo que ha reflexionado repetidas veces el Papa Francisco, empeñado en impulsar el Pacto Educativo Global, la brecha educativa "ya es demasiado grande", según el sacerdote. No podemos olvidar que la pandemia del Covid-19 ha aumentado esa brecha, condicionando gravemente el futuro de muchos jóvenes, adolescentes y niños en todo el mundo. En ese sentido, Di Paola invitaba a preguntarse: “¿Dónde busca el chico ese espacio de contención? ¿Quién es el líder, el referente, el maestro, que los va a formar, que les va a dar una palabra orientadora, si no es en esos ámbitos?”. Por eso, advertía que “Si todo eso no existe, va a encontrar en el lugar equivocado la palabra o el mensaje que no es positivo”.

Algo asumido por muchos educadores es la mayor dificultad en el aprendizaje que se ha dado con la llamada educación virtual, algo que aumenta en lugares donde la conexión a internet es inestable. En las villas argentinas, según el padre Pepe, “un porcentaje muy amplio no puede seguir clases virtuales, porque hay que tener como mínimo un celular, además cargarlo, y a veces hay un solo teléfono en la familia y a lo mejor lo usa el padre o la madre en primer lugar. Después, hace falta alguien que guíe al chico, los padres, un abuelo, un tío. Finalmente, la conectividad, que con frecuencia no existe o no es buena”.

Por eso, defendió la necesidad de encontrar mecanismos que hagan posible ir a la escuela. El sacerdote proponía algunas alternativas, como cuadernillos, y “que los chicos vayan solo una vez por semana a la escuela, en grupos más pequeños; en fin: custodiar la salud, pero la presencialidad aquí es indispensable”.

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