“Gratis habéis recibido…”

“Gratis habéis recibido, dad gratis” (Mt 9, 36-10,8) La Palabra de Dios nos habla en este evangelio de la gratuidad, de hacer una mirada hacia lo que vamos recibiendo en el camino de seguimiento al Señor y ser agradecidos. Se nos invita a no romper la cadena del amor, a saber ofrecer lo que por gracia se nos da y es mucho.
Es mejor mirar la propia existencia en clave de sumar lo bueno e ir restando lo que no nos hace bien pero ello nos comporta el mirar más allá del propio yo, en querer poner ahínco en lo constructivo, en lo que ayuda a crecer e ir dejando los lastres que impiden avanzar en el amor. Mirar a mí alrededor, fijando la vista en lo más cercano, en el roce de cada día con las personas que quiero y que son con las que puedo ir haciendo camino en la fe, en el amor.
La balanza desde Dios sólo pesa de un lado y es en positivo, es apostar siempre por el Amor. Por ello, seguir a Jesús es una invitación constante a vivir un servicio gratuito de nuestra propia vida para dar testimonio desde Él. El amor se cultiva y no podemos descuidar la vocación, porque somos llamados y enviados a ser testigos, ello nos implica a ir “Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca” porque “la mies es abundante” y es Jesús quien sigue convocando a sus obreros y los llama para seguirle.
Rogad, es no dejar caer los brazos, es continuar fijando los ojos, nuestro corazón en el Señor que nos llamó y que cada día nos da su gracia para ser fiel. Dejemos margen a la gratuidad de Dios que cada día sale a nuestro encuentro, busquemos la novedad del hoy en la oportunidad que se me da para recibir y dar amando. Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.Foto: Sor Gemma Morató.