Noche oscura

Hoy pensaba sobre ello, bueno, en cierto modo, me hicieron pensar en ese momento… en mi momento y en mi noche oscura.
Todos por un motivo u otro hemos encontrado esta realidad de noche, espacio de incomprensión, de ceguera, de tristeza, de pasión y de sed… también de confianza, porque en ese grito de desesperación se clama una respuesta, y esa respuesta sólo puede hacerla vida Dios.
¿Por qué pasar por la noche oscura? Aunque parezca mentira, necesitamos vivir y experimentar este momento, ya que, no es un espacio cualquiera sino que es lugar de encuentro. Es allí donde verdaderamente nosotros abrimos nuestra alma y todo lo que somos, donde Dios llega a tocarnos, donde nos trabaja y transforma… allí podemos experimentar el amor tan profundo que tiene por cada uno, en definitiva, donde se produce ese encuentro que con tanto celo hemos esperado.
De otra manera es muy difícil porque somos nosotros los que cerramos nuestro “yo” con llave y no permitimos que nos toquen. Por eso aunque la “noche” llegue seamos felices y luchemos por ese amor, que no se apague jamás el deseo por Aquel que nos amó primero. Texto: Hna. Conchi García.