La venida del Espíritu Santo

Espíritu
En estos últimos días del tiempo pascual, la liturgia pone a nuestra reflexión textos que nos hablan de la venida del Espíritu Santo. Jesús dice a sus apóstoles que conviene que él se vaya para que puedan recibir su espíritu. “Tengo mucho más que deciros, pero en este momento sería demasiado para vosotros. Cuando venga el Espíritu de verdad, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oye y os hará saber las cosas que van a suceder” (Jn 16, 12-14).

San Pablo dice que todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. El Espíritu de Jesús, que es amor, nos llama a vivir en el amor. Este es el gran don de la Pascua. Vivamos unidos a Jesús y pidámosle que nos llene de su espíritu para vivir unidos todos los creyentes y actuar como Él actuó: No hay mejor amor que dar la vida por los hermanos. “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.

Los Hechos de los Apóstoles relatan que “por aquellos días había en Jerusalén judíos cumplidores de sus deberes religiosos, llegados de todas partes del mundo. Mucha gente se reunió allí al oír aquel ruido y no sabían qué pensar, porque cada uno oía a los creyentes hablar en su propia lengua. Era tal su sorpresa que se decían unos a otros: ¿Acaso no son estos de Galilea estos que nos están hablando? ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestra propia lengua? Aquí hay gente de Partía, de Media, de Elam, de Mesopotamia, de Judea, de Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto de las regiones de Libia cercanas a Cirene. Hay también quienes vienen de Roma, tanto judíos de nacimiento como convertidos al judaísmo, y también los hay venidos de Creta y e Arabia. ¡Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios!” (1, 5- 11). Y es que el lenguaje del amor todos lo entienden. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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