Denuncia ante 80.000 fieles que los cristianos son ridiculizados El Papa a los jóvenes: "Pedidle al Señor la generosidad de decir sí"
El Papa Benedicto XVI entró esta tarde en el Hyde Park londinense a los sones del famoso "Aleluya" del oratorio "El Mesías", de Händel, para una vigilia de oración previa a la beatificación mañana del cardenal John Henry Newman.
El Sumo Pontífice llegó en papamóvil directamente desde una residencia de ancianos gestionada por las Hermanitas de los Pobres, donde pronunció unas palabras, oró y saludó cariñosamente a todos los residentes, a las monjas y al personal de servicio.
En la última parte del recorrido hasta el parque, por la avenida conocida como The Mall, el Papa fue saludando y bendiciendo desde su automóvil blanco a los miles de fieles o simples curiosos que habían acudido a verle.
En Hyde Park se han reunido mientras tanto unas ochenta mil personas procedentes de todas las partes del país para participar en la vigilia, que terminará con una procesión de representantes de todas las parroquias del país portando velas encendidas.
En su discurso de la vigilia de oración por la beatificación del Cardenal Newman que se celebra este domingo, el Papa Benedicto XVI dedicó un mensaje especial a los miles de jóvenes presentes. A ellos los alentó a no tener miedo de entregarse completamente a Jesús, a abrirle el corazón para conocer su plan
A los miles de jóvenes presentes, el Papa recordó que "sólo Jesús conoce la ‘misión concreta' que piensa para vosotros. Dejad que su voz resuene en lo más profundo de vuestro corazón: incluso ahora mismo, su corazón está hablando a vuestro corazón".
Cristo, continuó, "necesita familias para recordar al mundo la dignidad del amor humano y la belleza de la vida familiar. Necesita hombres y mujeres que dediquen su vida a la noble labor de educar, atendiendo a los jóvenes y formándolos en el camino del Evangelio".
El Señor, dijo también el Papa, "necesita a quienes consagrarán su vida a la búsqueda de la caridad perfecta, siguiéndole en castidad, pobreza y obediencia y sirviéndole en sus hermanos y hermanas más pequeños. Necesita el gran amor de la vida religiosa contemplativa, que sostiene el testimonio y la actividad de la Iglesia con su oración constante. Y necesita sacerdotes, buenos y santos sacerdotes, hombres dispuestos a dar su vida por sus ovejas".
"Preguntadle al Señor lo que desea de vosotros. Pedidle la generosidad de decir sí. No tengáis miedo a entregaros completamente a Jesús. Él os dará la gracia que necesitáis para acoger su llamada".
Finalmente el Papa invitó a los jóvenes a acompañarlo "el próximo año en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud. Siempre es una magnífica ocasión para crecer en el amor a Cristo y animaros a una gozosa vida de fe junto a miles de jóvenes. Espero ver a muchos de vosotros allí".
En Hyde Park se puede hablar libremente, pero no se pueden desarrollar actividades religiosas, por lo que fue necesaria una autorización especial para el acto, el primer baño de masas del Papa en Londres.
Benedicto XVI reconoció la fuerte influencia que ha tenido en su formación el pensamiento de Newman y resaltó que la existencia del cardenal enseña a los cristianos la pasión por la verdad, la honestidad intelectual y como la conversión genuina comporta un precio que pagar.
"En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, sino que a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado. Y, sin embargo, la Iglesia no puede sustraerse a la misión de anunciar a Cristo y su Evangelio como verdad salvadora y fundamento de una sociedad justa y humana", dijo el Papa.
Benedicto XVI también se refirió a la crisis de fe que vive el mundo y aseguró que "nadie que contemple con realismo el mundo de hoy puede pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada, haciendo caso omiso de la profunda crisis de fe que impregna nuestra sociedad, o confiando en que el patrimonio de valores transmitido durante siglos de cristianismo seguirá inspirando y configurando el futuro de nuestra sociedad".
El Papa subrayó que en tiempos de crisis y turbación "Dios ha suscitado grandes santos y profetas para la renovación de la Iglesia y la sociedad cristiana y que cada uno de los cristianos está llamado a trabajar por el progreso del Reino de Dios".
El Obispo de Roma volvió a denunciar el relativismo intelectual y moral, que dijo "amenaza con minar la base misma de nuestra sociedad".(RD/Aci/Agencias)