Tras la proclamación del Califato Islámico de Isis Los obispos europeos condenan las crucifixiones en Siria

Informada de la crucifixión de personas en el centro de Deir Hafer (Siria) que ha precedido la proclamación del Califato islámico en los territorios sirios e iraquíes bajo el control del Estado Islámico de Irak y del Levante, la Presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) expresa su firme indignación y condena ante semejantes hechos que utilizan a la religión para justificar actos de justicia sumaria que van contra todo intento de pacificar el país, ya martirizado por años de guerra fratricida. Firman el documento los cardenales Péter Erdõ, presidente de la CCEE, y Angelo Bagnasco, vice presidente.

La milicia del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIS o Isis, según sus siglas en inglés) mató y crucificó en público a ocho hombres cerca de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Las víctimas fueron asesinadas en la localidad de Deir Hafir por haber luchado para otros grupos rebeldes. Los cadáveres de los hombres fueron crucificados en una céntrica plaza donde está previsto que permanezcan tres días.

Además, según el observatorio, miembros de Isis colgaron vivo en una cruz durante ocho horas a otro hombre en una plaza de Al Bab, al noreste de Alepo. La víctima estaba acusada de haber hecho declaraciones falsas.

La milicia EIIS controla varias regiones de Siria, sumida en una guerra civil, y está avanzando posiciones en Irak. Su peligrosa ofensiva y avance llevó a esta violenta agrupación de extremistas islámicos sunnitas a declarar un "califato islámico" y a su líder, Abu Bakr al Bagdadi, como "califa de todos los musulmanes".

(RD/Agencias)

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