Un Instituto de Secundaria moguereño lleva el nombre de "Francisco Garfias". Y es que su ciudad natal le ha honrado con los máximos honores: Hijo Predilecto y Medalla de Oro, además de poner su nombre a una calle del casco antiguo. Hablábamos del Instituto "Francisco Garfias" porque desde allí vamos a encontrar, en pdf, al alcance de un clic de ratón (pulsar), el poemario completo de "Pájaros de la Cañada"(Escuela Española 1989), de cuyas entrañables páginas escogeremos cuatro títulos que pueden darnos alguna idea del otro Francisco ("Curro" para los amigos), más sencillo, romántico, humilde, divertido...
Pero antes de conocer alguna de sus ingenuas fábulas (le hablan al corazón insectos y aves), os acerco el enlace web de una entrevista que le hicieron en su elegante residencia de Colón 18, un grupillo de simpáticos estudiantes de secundaria a solo un año (2008) de su retorno al Padre . El poeta, bastante sordo pero con la mente lúcida, responde con sencillez a todas sus preguntas (está editado en you tube, y dura 14 minutos). Pulsad aquí. Un pequeño ejemplo. Cuando le preguntan por su infancia, responde:
"¡Oh! mi infancia en esta casa... en esta casa con mi madre... Yo no me casé. No me enamoré... He vivido siempre con mi madre y con mi hermana, que eran como dos madres para mí... En dos años se me fueron las dos, murieron..."
"TODA AMOR Y TODA FIEBRE CANTABA LA RUISEÑORA..."
Recuerdan, cómo no, estos versos a JRJ. Al cuerpo romanceado del poema se le escapan, por los pies y por la frente, dos cancioncillas con alas. Poesía intimista y refinada, llena de color y sentimiento. Excitada la ruiseñora por el sol de amanecer, canta "gozosa, / como un carbón encendido..." Canta con ella el poeta, todo amor y todo fiebre, por el aire de estos versos:
LA RUISEÑORA
En la copa más redonda
cantaba la ruiseñora.
La Cañada, entre eucaliptos,
se adormecía en la sombra.
Por el Chorrillo descalza,
iba alzándose la aurora.
Y allá arriba, por la rama,
al sol primero, gozosa,
como un carbón encendido
cantaba la ruiseñora.
Quemadura de su pecho,
toda música en la copa,
toda armonía en el viento,
toda temblor en la fronda,
toda amor y toda fiebre
cantaba la ruiseñora.
La ruiseñora.
Arriba, en el alto pino,
cantaba la ruiseñora.
"UNA HILADURA DE PLATA..."
La libélula es un insecto muy primitivo y original."Estaba aquí y ya no está." Efectivamente, gracias a su cuerpecito frágil y alargado y a sus dos pares de fuertes alas, amplias y ligeras, pueden desarrollar, como la libélula australiana, más de 90 quilómetros hora. Está ahí, la estamos viendo."Pero ya no está."
El poeta, en su descripción, subraya líricamente colores, formas, sonidos... Y su posición con respecto a objetos (la cal, el agua) y flores (nardo, jacinto)... Finaliza el poemita con la reiterada sorpresa: "Pero ya no está". Sabéis que combina la libélula con tal precisión el movimiento de alas que el simil más próximo que se nos ocurre para describirlas es un rapidísimo helicóptero (arriba-abajo, delante-detrás, derecha-izquierda).Con los 30.000 ojitos que contiene cada uno de sus dos facetados ojos, obtiene un campo visual de 360º y puede descubrir a una pequeña presa situada a 12 metros de distancia.
LA LIBÉLULA
Estaba aquí y ya no está.
Era un pistilo, una urdimbre,
una aguja de cristal,
una viruta de oro,
una estría, un llamear…
Pero ya no está.
Una escurrimbre de miel,
un sutil brillo, un hilván,
una hiladura de plata,
una clave musical…
Pero ya no está.
Se encendió sobre el jacinto.
A un nardo lo hizo vibrar.
Puso un temblor en el agua
y un iris sobre la cal…
Pero ya no está.
"PERO ME MIRA LA PENA..."
No es el poeta quien esta vez describe lo que observa: se siente ahora observado. Observado en su pena de amor ("como ve que estoy sin ti...").Observado por pájaros de la Cañada, cercanos pájaros que quiere y que le quieren... El primero que describe, y compadece su dolor, es el más próximo a nivel de suelo o de jazmín: el gorrión. Después, ascendiendo, entre naranjos, el mirlo...
Y, ya en lo más alto de la casa, la golondrina de la antena "mira y no sabe que mira, / pero me mira de pena."Franciscana sinfonía de amoroso diálogo entre un doliente ser y corazones con alas, probablemente ángeles...
LOS PÁJAROS CERCANOS
Como ve que estoy sin ti,
el gorrión gordezuelo
me mira desde el jazmín.
Como ve que algo me falta,
el mirlo desde el naranjo
compadecido me canta.
La golondrina en la antena
mira y no sabe que mira
pero me mira la pena.
"EN EL AGUA DE LA FUENTE UN PÁJARO SE MIRABA..."
Cerraremos ciclo con el poema "La fuente". "En el agua de la fuente / un pájaro se miraba..." ¿Se vería feo y temía ser rechazado en su declaración de amor?... El ángel de su guarda le fuerza, finalmente, a un chapuzón, para romper la mentira del espejo. Y batir de nuevo alas, persiguiendo, por fin en libertad, los misteriosos caminos del corazón...
LA FUENTE
La fuente quiere ser fuente
y más: quiere ser un ascua.
Por sobre el pilar, el plinto
y sobre el plinto, la taza.
Más arriba, el surtidor:
cristal, nieve, lumbre y danza.
En el agua de la fuente
un pájaro se miraba.
El jardín se puso triste.
La fuente lo contemplaba
con ojos de cielo frío
como desenlagrimada.