VERSOS/BESOS PARA EL DÍA DE LA MADRE



Hoy se celebra en España el Día de la Madre. Los pequeños escolares entregan a sus mamás el modesto trabajo que fueron elaborando a lo largo de los días, arropados por la amable profesora. También los papás celebran la fiesta, acercando al mantel familiar una suculenta tarta o reservando mesa en un restaurante para que la mamá descanse de la cocina en este su día.

¿Por qué no añadir unos pétalos de poesía al feliz suceso? Aunque sea un día comercial, no sólo es eso. Se quiere consagrar, en el corazón de la familia, el altar del amor. Os sugiero para hoy algunos delicados versos/besos que evocan y celebran el feliz acontecimiento de la transmisión de la vida y su protección y cultivo en el jardín del hogar.



HE OLVIDADO TODO POR HACERME CUNA



Escuchemos algunas nanas. Una mujer, primero. Gabriela Mistral, representando la ternura de todas las madres que dan el pecho a sus bebés, nos abre el corazón y lo expresa con apasionados piropos al fruto de sus entrañas:

CORDERITO

Corderito mío,
suavidad callada:
mi pecho es tu gruta
de musgo afelpada.

Carnecita blanca,
tajada de luna:
lo he olvidado todo
por hacerme cuna.

Me olvidé del mundo
y de mí no siento
más que el pecho vivo
con que te sustento.

Yo sé de mí sólo
que en mí te recuestas.
Tu fiesta, hijo mío,
apagó las fiestas.


Y otra nana, de un papá poeta. Corre peligro el chaval, porque es tan rico, tan rico... Escribe Manuel Benítez Carrasco:

NANA

El niño tiene en la cuna
no sé cuántos angelillos
enganchados de la luna.

Cien soldaditos de plomo,
tres Reyes Magos de dulce,
cinco pájaros de oro.

Y tiene, ¡qué disparate!,
un perro de caramelo
y un monte de chocolate.

Pero, sobre todo, tiene,
y él no sabe lo que es,
una madre..., ¡una madre
que se lo quiere comer!




AMÁRRANOS SIN TÉRMINO A LA ESTRELLA MÁS ALTA



Disfrutemos uno de los más hermosos poemas que conozco sobre la maternidad y el sentido de la vida. Gonzalo Rojas, poeta chileno nacido en 1917, favorecido, como el mexicano José Emilio Pacheco, con el Premio Reina Sofía (1992) y el Cervantes (2003), dedica estos exquisitos versos a su hijo Gonzalo,"con sus ojos abiertos desde antes...". Descubramos el mensaje central: el hijo es algo más que materia viva, monito desnudo evolucionado... Llega del cielo ("leamos en el cielo / libremente el origen..."). Sólo él puede contarnos la verdad de nuestra llegada y nuestro destino ("Tú que entraste volando / dinos qué pasa arriba..."):

EL RECIÉN NACIDO

Las galaxias estaban prácticamente en contacto hace seis mil
millones de años,
y los gallos de Einstein cantan desde otras cumbres
pero nadie los oye. Leamos en el cielo
libremente el origen.

Tú que vienes llegando con octubre gozoso
y los ojos abiertos en la luz de tu madre,
oh Gonzalo invasor, amárranos sin término
a la estrella más alta.

Todo es parte de un día para que el hombre vuelva,
para que el hombre vuelva a su morada.
Tú que entraste volando dinos qué pasa arriba,
pero sigue volando.



CADA HIJO DEJÁNDONOS MÁS CERCA DE LA VIDA



La importante poeta nicaragüense Gioconda Belli es madre. Y describe, con claridad y frescura, como es su estilo, un hondo diálogo en un parque infantil. Feminista de gran humanidad, elogia, desde su propia experiencia, la grandeza de la maternidad, que no quebranta a la mujer, sino que la dignifica y rejuvenece:

PREJUICIOS SOBRE LA MATERNIDAD

¿Es la única?
Me pregunta la mujer en el parque
contemplando los juegos de Adriana.
Tengo cuatro, le respondo.
No tarda mucho en preguntarme sus edades
y en mirarme, incrédula, cuando se las digo.

–Se ve usted muy joven para todo eso– comentan.
Es un halago
pero siempre me hace pensar
en los tristes perfiles, las asociaciones,
de la maternidad.
Más vida dan las mujeres,
–sostiene la popular sabiduría–¬
más vida pierden.
Los partos las destiñen.
Engordan. Se agotan. Envejecen.
Cuatro hijos tendrían que haber terminado con la sensualidad
o el deseo.
Como si cada hijo mágicamente redujera la líbido,
y no fuera la realidad exactamente lo contrario:
Cada hijo dejándonos más cerca de la vida
más proclives a la ternura,
la piel más suave y el sexo más acogedor.

Es la falta de pan, de amor, la que desgasta.
No el parto.





Y TE ENVUELVE UNA VEZ MÁS EN SU CARNE

El vínculo madre-hija no se rompe definitivamente con el corte feroz del cordón umbilical. La relación amorosa se prolonga en la niñez, adolescencia, madurez... Se es madre para siempre... Clara Janés explora el otro lado de la relación: se es hija para siempre... La vida es tan intensa que uno siente la necesidad de acurrucarse y llorar o reír de nuevo en el regazo de mamá que, aunque un día se fue, acaso todavía, invisible, nos protege y ama...

MADRE

CORTA la madre el cordón umbilical,
mas no renuncia al vínculo.
Te empuja a la otredad
pero desesperadamente bebe en tu vida,
pues en ella,
terrible
y mutilada,
su entraña
aún palpita.
¡Qué deuda irreparable la del hijo!

Y sin embargo, a veces, al pasar
la página del libro de los días,
se rasga, fiera, el vientre,
y te envuelve una vez más en su carne
para que no te pierdas,
para que no te mueras
solo,
como un náufrago abandonado al pánico
en el inmenso océano.




NOTA IMPORTANTE. Os invito a saborear emocionalmente el mensaje de estos poemas, disfrutando la Presentacion PPS del vídeo "ANGELITOS" (2 MB) (pulsar aquí).


OTROS POEMAS A LA MADRE:



NO SEAS NIÑA, MADRE,
de Ramón de Garciasol
FILIAL,
de Susana March
PUES ARDES POR ENCIMA DEL TIEMPO,
de Jesús Mauleón
LA MADRE LA QUIERE EN SU VIENTRE,
de Osvaldo Ulloa


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