Especial Semana Santa 2020 La Pasión Acto 2º La Vida pública de Jesús

La Pasión Acto 2º La Vida pública de Jesús
La Pasión Acto 2º La Vida pública de Jesús VLG

Dar "vida" a los pasajes del Evangelio 

Durante los años que estuvimos en activo llegamos a mantener contacto con otros grupos de teatro de otras localidades del Norte, donde más se ha dado la tradición de los autos sacramentales en Semana Santa. Daroca, Balmaseda o Castro fueron sitios donde nos inspiramos porque gozaban del apoyo institucional que nunca tuvimos, y por lo tanto más medios. Lo nuestro se parecía más al autobús del Jesucristo SuperStar. 

Pero hagamos un poco de historia de las últimas décadas de este gusto por escenificar la Pasión que empieza con la imaginería procesional, procesiones y Via Crucis, que aunque las obras se remontan a siglos atrás, no siempre han salido a la calle con la misma acogida popular y eclesiástica.

Tras el Concilio Vaticano II las celebraciones religiosas en general fueron experimentando un fenómeno, abanderado de manera especial por eclesiásticos, de apuesta por la sencillez y el minimalismo, de alejamiento de ritualismos y boatos, de rechazo de ornamentaciones barrocas y churriguerescas, un intento de sintonizar con una sociedad que reclamaba un tratamiento diferente de lo religioso, y entre otras consecuencias se produjo el carpetazo, por decreto parroquial en muchos casos, de tradiciones y manifestaciones religiosas. En los 80 comenzó un tímido repunte que se materializó en la recuperación de procesiones.

Un gran conocedor y estudioso de la Semana Santa en Cantabria, Francisco Rodríguez Díaz, esboza una pincelada del discurrir de la Semana Santa en su tierra a lo largo de la segunda mitad del siglo XX: “Hasta los años 60 había procesiones de Semana Santa en bastantes lugares de Cantabria, los dos más importantes eran Santander y Reinosa, pues estas localidades tenían incluso Junta de Cofradías. Pero además existían buenas “Semanas Santas” en Laredo, Santoña, Torrelavega, etc. y otras dignas de tener en cuenta en Novales, La Cavada, El Astillero, Valdecilla, etc. Los años 60 y 70 fueron duros, pues por citar solo Santander, desaparecieron seis de las doce cofradías que existían, aunque se fundó una nueva en 1965. En Reinosa fueron disueltas todas las cofradías y suprimidas las procesiones por voluntad del clero parroquial ya en los 70. Y lo mismo en Torrelavega o Laredo, aunque este último caso resulta curioso, pues las instancias clericales decidieron la desaparición de las hermandades y de las procesiones que se hacían a lo largo de la semana pero no así la del cortejo principal, el llamado de la Soledad, que continuó haciéndose con todos los pasos pero organizado desde la parroquia y saliendo todo el mundo de calle.”

Pero esta tendencia daría un vuelco en los años 80 que supusieron desde el comienzo un cambio de signo: “En Santander, entre 1980 y 1996 se consolidaron seis de las cofradías que perduraban, renacieron tres de las desaparecidas y se fundaron otras tres nuevas; solo murió, a partir de 1984, la que se había creado en 1965, y eso porque la imagen era de la parroquia de San Román de la Llanilla y el nuevo clero parroquial decidió no permitir la salida del paso. Total, que, sin contar el resto de abundantes desfiles que se hacen en la ciudad a lo largo de la Semana Santa, solo en el general del Santo Entierro del Viernes Santo por la tarde salen 23 pasos, cuando en 1979 lo hacían tan solo 8 pasos.”

Este remontar de las procesiones continúa: “En 2013 ha recuperado sus procesiones, después de más de 50 años, el Ayuntamiento de Ribamontán al Monte, haciendo la del viernes, con media docena de pasos, en el pueblo de Hoz de Anero, y la del Domingo de Resurrección, con dos, en Pontones.”

Otra diócesis que vive desde hace años el resurgir de la Semana Santa entre sus fieles es la de Calahorra y La Calzada- Logroño. La Semana santa de San Vicente de la Sonsierra es desde 2005 declarada de interés turístico nacional.

Uno de los aspectos más destacados de la Semana santa riojana es el alarde de las bandas de tambores y cornetas. En La Rioja la tradición del tambor es relativamente reciente y llegó desde el Bajo Aragón a través de Zaragoza. Las primeras bandas de tambores se organizan en las cofradías de Logroño a comienzos de los años setenta y luego aparecen también en otras localidades incorporando cornetas. El auge real de las bandas comienza a principios de los años noventa y continúa hasta hoy en alza. 

En la actualidad existen en la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño 35 cofradías de Semana Santa erigidas canónicamente y otras muchas asociaciones parroquiales cofrades, casi en todos los pueblos.

Y en este repaso por algunas diócesis del Norte traemos también el Via Crucis del Mundo que organiza la agrupación Berakah ligada a las parroquias de la zona  Medieval de la ciudad de Vitoria-Gasteiz. Este Via Crucis se inició hace varios años y su singularidad es que personas llegadas de África y Latinoamérica ponen su sello propio a las catorce estaciones por el Casco Viejo de la ciudad. Este Via Crucis se realiza el sábado previo al Domingo de Ramos y colectivos representantes de países latinoamericanos y africanos participan con sus reflexiones y cantos en sus idiomas nativos. 

Por último hablamos de  la bilbaína Hermandad Penitencial de Begoña. Y empezamos por un hecho que marcó su historia: el Viernes Santo de 2013 en el que la Hermandad de Begoña iba a sacar en la Procesión del Santo Entierro el paso de misterio del Santo Cristo de la Humildad, lamentablemente, la lluvia no lo permitió. Iba a ser la primera vez, desde 1929, que un paso de misterio, que representa una escena de la Pasión, iba a salir a hombros por las calles de Bilbao, llevado por 40 cargadores. 

La tradición de indultar un preso se mantiene en muchos puntos de España. En Bilbao la recuperaron el Domingo de Ramos de 2009. 

Juan Pablo II introdujo en el año 2000 los misterios de la Luz en el rezo del Rosario, y en Bilbao se le dio forma procesional en el 2004. Por sugerencia de Don Ricardo Blázquez, entonces Obispo de Bilbao y por ello Hermano Mayor Honorario de la Hermandad de Begoña, la Hermandad de Cofradías Penitenciales de Bilbao organiza desde el 2012 la Procesión de la Luz y la Resurrección el Domingo de Resurrección.

Aunque la imagen de los costaleros se asocia más quizá con Andalucía, en el Norte también existía esta tradición y en Bilbao se recuperó hace ya bastantes años, concretamente en la Semana Santa de 1997. La Hermandad de Begoña comienza a recuperar la tradición bilbaína de llevar los pasos a hombros, en la Procesión de la Virgen de la Caridad, el Domingo de Ramos por la tarde. Siguiendo su ejemplo, ahora lo hacen también la Cofradía de la Pasión con Nuestro Padre Jesús de Pasión, el Viernes de Dolores y el Jueves Santo, la Cofradía de la Vera Cruz con Nuestra Señora de la Soledad, el Miércoles Santo y la de la Cofradía de la Santa Eucaristía con Jesús atado a la columna, el Sábado de Dolores.

Y a estas tradiciones hay que sumar los autos sacramentales, las representaciones de la Pasión. Las más conocidas en el Norte, la de Balmaseda y la de Castro. El pueblo se vuelca en estas representaciones que son fuente de ingresos por la cantidad de público que congregan durante los días de la representación.  Por unos días los empedrados de estas localidades nos trasladan a la Galilea y Judea de Herodes y Pilatos.

Todo esto queda en suspenso este año. Quizá alguna localidad apueste por ofrecer estos ricos tesoros del arte y  la interpretación en otro momento del año, y, por muy anacrónico que resulte, seguro que sabrá mantener la tensión y la emoción que siempre han tenido.

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