CIENCIA Y METAFISICA (parte 1)

I) Observando la “realidad”

1- Información y cultura contemporánea

La cultura contemporánea, por lo menos en estos dos últimos siglos, se ha convertido en esquizofrénica (del griego schizein=dividido), dividida entre las ciencias humanas, especialmente la filosofía (en su concepción del mundo), y las ciencias experimentales y la matemática, que son los fundamentos de nuestras nuevas tecnologías.

Nuestra sociedad teledirigida, por las noticias y el entretenimiento, como toda la humanidad está en una etapa de primacía de la imagen causada por los medios de comunicación (Tv e Internet) que como lo demuestra Sartori (Sartori,1998) está disminuyendo la capacidad de estudio, de concentración y de pensar del ser humano, al dirigir la mirada de lo conceptual para lo icónico (imagen), tratándose de una involución mental (Yunes, 2005) simplificadora de la compleja realidad humana y cósmica.

Con esta concepción simplificadora, el hombre de una manera espontánea e instintiva se ve inclinado a buscar la satisfacción inmediata, individual, terrena y temporal, independiente de toda norma. Desea la autonomía y la libertad absolutas. La autonomía para definir él, que es lo bueno y que es lo malo, sustituyendo a Dios, por esto aborrece la muerte, el dolor y cualquier limitación a su bienestar propio. Y su libertad, porque nace libre- como un obsequio- pero sin preguntarse “para que”, así no asume ninguna responsabilidad, no debe dar respuesta de sus actos frente al prójimo y frente a su comunidad, se trata de un comportamiento “infantil”, de una disociación entre lo instintivo (su ego inconsciente que denomine reptilico (Yunes, 2017) egocéntrico, impersonal, violento, dominador por una parte y su realidad espiritual (su ego inconsciente “espiritual”), lógico, comunitario, solidario, misericordioso y de amor (Op. cit.).

De esta forma el hombre ha creado esta civilización altamente tecnológica, pero con tecnologías que, creadas para el beneficio de todos, fueron manipuladas por diversos y nada transparentes intereses, que resultan destructivos al concentrar las riquezas y el poder cada vez más, entre países y dentro de los países, como lo demuestran los informes de la Oxfan, en base al ocultamiento de la verdad y de la justicia, que viven en el corazón del ego espiritual humano. Sin lugar a dudas esta situación, que es una sombra que se extiende amenazando el bienestar y la libertad humanas, dará lugar a luchas, con o sin violencia entre países y entre hermanos de un mismo país, en la búsqueda de un cierto equilibrio en la distribución de los bienes materiales y culturales.

Pienso que esta sombra se está expandiendo especialmente por los medios de comunicación (TV, Internet, diarios, libros, etc.) que ya no trasmiten la “realidad” como es, sino manipulada por una interpretación sesgada de verdad absoluta, la realidad económica, social y política es ocultada sistemáticamente. En estas circunstancias es actualmente una obligación moral, especialmente de periodistas, docentes, religiosos, intelectuales alertar la consciencia del pueblo sobre esta trama oculta que nos puede llevar a un abismo apocalíptico.

Esta opinión está fundamentada en una demostración de Chomsky (Chomsky, 2007) que explica que Woodrow Wilson electo presidente de EEUU en 1916 y duraste la primera guerra mundial tomo la decisión de involucrase y Chomsky escribe “Y se creó una comisión de propaganda gubernamental conocida con el nombre de Comisión Creel, que, en seis meses, logró convertir una población pacífica en otra histérica y belicista que quería ir a la guerra y destruir todo lo que oliera a alemán, despedazar a todos los alemanes y salvar así el mundo. Se alcanzó un éxito extraordinario que conduciría a otro mayor todavía: precisamente en aquella época y después de la guerra se utilizaron las mismas técnicas para avivarlo que se conocía como Miedo rojo. Ello permitió la destrucción de los sindicatos y la eliminación de problemas tan peligrosos como la libertad de prensa o de pensamiento político”.

Actualmente este hecho se clarifica y confirma con el problema con Mark Zuckerberg CEO de Facebook, la noticia tomada de página 12 (Pagina 12; 21/03/18) explica “Analistas coinciden en que es la propia plataforma de Facebook la que- con fines publicitarios- brinda las herramientas para segmentar las audiencias en función de sus gustos (sociales, etarias, geográficas, políticas y hasta sexuales) y para amplificar los mensajes, funciones que luego son aprovechadas con fines políticos. Además, se ha vinculado este nuevo incidente con el escándalo sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016”. Esta información tendenciosa fue distribuida entre millones de votantes norteamericanos. Este método también fue usado en otras regiones del mundo incluidas las de Nigeria, Kenia, República Checa, India y Argentina.

Entre las principales causas de esta situación se encuentra el desenvolvimiento científico-tecnológico producido entre los siglos XVII, XVIII y XIX, que dio origen a la modernidad

2) Información y nihilismo

Paul Davies (2000) explica en su libro “O Quinto Milagre”: “Durante 300 años la ciencia se fundamentó en el reduccionismo y en el materialismo, lo que conduce inevitablemente al ateísmo y a una creencia en la falta de sentido de la existencia física” y adiciona “En la historia de la ciencia, ninguna idea golpeó tan profundamente en la autoestima de la humanidad cuanto la teoría de la evolución de Darwin”. Al perder el sentido de sus vidas los hombres perdieron los valores que se fundamentan en el mismo. Así todo se hace relativo, todo vale lo mismo, creando una cultura nihilista que aumenta junto con un producto, de esta época de competición desenfrenada, la depresión.

Casualmente considerando la teoría de Darwin, Dennett (1998) escribe que el Dios creador de este universo es como un Papa Noel, un mito de la infancia, nada que un adulto puede creer. Y textualmente dice: “Ella no es apenas una maravillosa idea científica. Ella es peligrosa. Mi admiración por la magnífica idea de Darwin no tiene límites”.

Esta idea realmente es peligrosa dio origen a las Sociedades Eugenésicas que llevaron a la castración legal de personas consideradas débiles mentales o dementes en 18 estados de USA, hasta 1944. Y en la Alemania Nazi que buscaba preservar la raza germánica pura se estima que esterilizaron forzosamente 400 mil personas entre 1934 y 1937. Hitler (Hitler ,1933-45) afirmaba: “La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de antiguas civilizaciones” y además “Toda la naturaleza es una formidable pugna entre la fuerza y la debilidad, una eterna victoria del fuerte sobre el débil”. Así exterminó millones de personas “indeseables”, incluyendo gitanos, homosexuales y principalmente judíos durante el holocausto (Hitler 1933-45; ver Steven Weinberg, Daniel Dennett y la peligrosa idea de Darwin).

Sin embargo el peligro es que si eliminamos a todos los débiles y enfermos mentales descartaríamos a Beethoven que escribió sus últimas sinfonías, especialmente el himno a la alegría, sordo y enfermo (era hijo de un sifilítico), a Van Gogh epiléptico y esquizofrénico, que pintó sus más extraordinarios trabajos durante sus crisis, a Stephen Hawking, con esclerosis múltiple desde su juventud, sus mejores aportes los hizo desde una silla de ruedas, a Isaac Newton que tenía trastorno bipolar, a Kurt Gödel, creador del importante teorema de la incomplitud y estaba afectado por un mal que lo llevo a morir por decisión propia y a muchos más.

Vitor Frankl (1989) considerado uno de los mayores psicólogos del siglo XX, que estuvo en los campos de concentración nazistas hasta el último día, denuncia claramente: “No fueron apenas alguno ministerios de Berlín que inventaron las cámaras de gas de Maidanek, Auschwitz, Triblinka; ellas fueron siendo preparadas en los escritorios y en las salas de aulas de científicos y filósofos nihilistas, entre los cuales se contaban y cuentan alguno pensadores anglosajónicos laureados con el Premio Nobel. Es que, si la vida humana no pasa de ser un insignificante producto de la combinación accidental de algunas moléculas de proteínas, poco importa que un psicópata cuyo cerebro necesita algunos reparos sea eliminado por inútil, y que al psicópata se sumen algunos pueblos inferiores. Todo esto no es sino un raciocinio lógico y consecuente cuando el hombre pasa ser cínico y nihilista”.

Por este motivo debemos dar una seria visión histórica, necesariamente simplificada, del proceso de cambio cultural que ocurrió con la caída de la cosmovisión cristiana sobre el hombre, el origen del universo, de la vida y la presencia de Dios y los valores fundamentados en ella producidos por el desenvolvimiento científico realizado entre los siglos XVII y XIX, como explica Davies, que llevó al nihilismo observado por importantes filósofos que, en especial, debemos analizar y comprender.

Entendemos por cultura “el sistema vital de ideas de cada tiempo” (Ortega, 2001), o sea, aquellas ideas que forman una cosmovisión que predomina en la sociedad y en su organización. En esta actualidad de nihilismo debemos comenzar con Nietzsche (1844-1900).

Para Nietzsche (Nietzsche, 2001; Minaya, 2007), no es ni la ciencia, ni la metafísica lo determinante de la llegada del nihilismo sino los valores tradicionales que se esconden tras de ellos. Los valores del cristianismo habían perdido su poder en las personas y en la sociedad lo cual expresó con una frase simple “Dios ha muerto” (Nishitani, 2003). Esta opinión era justificada por la fábula del otro mundo, que venía desde Platón con su tesis de un mundo de ideas, inventadas por la razón humana, que eran eternas y la idea del bien supremo. Este autoengaño producido por las sucesivas abstracciones de conceptos se extendió a través de la historia.

La metafísica es una forma de mentira, de huida de la “verdad”, de negación de la verdad junto con la religión, la ciencia y la moral. Propone decir “si a la vida” en contraposición a la voluntad de verdad que se desenmascara en la “voluntad hacia la nada” porque es para un mundo que no existe en la realidad.

Es importante ver que para Nietzsche (Nietzsche, 2013) es la compasión cristiana la que tiene un efecto depresivo, se opone a la ley de selección natural y persuade a la nada. En vez de decir “nada” se dice el más allá, o Dios, o vida verdadera.

Los valores tradicionales enseñaban una “moralidad esclava”, una moralidad de personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo que servían a sus intereses, así originaron el nihilismo pasivo. El nihilismo activo es signo de fortaleza, reconoce los valores falsos y puede crear nuevos valores.

Dentro de esta concepción, más que voluntad de vivir el hombre desea infligir su voluntad sobre otras, convencer a la gente de su verdad, es una voluntad de poder. Es un principio psicológico del comportamiento humano. El eterno retorno es una concepción del tiempo en Nietzsche que piensa que todos los acontecimientos, situaciones presentes y futuras se repetirán eternamente como afirmación de la vida y del aquí.

Debemos destacar como fundamentos de esta metafísica: i) No existe una intuición que puede captar lo que “es la cosa en sí”, o la esencia de las cosas, todo conocimiento obedece a una “perspectiva”, llegamos así al perspectivismo; ii) el conocimiento último de las cosas es imposible porque lo real está en permanente evolución, devenir determinado por el eterno retorno sin substancia última; iii) el nihilismo deviene de las valoraciones morales, y no de la metafísica. Porque la moral determinó el proceso histórico que culmina con el positivismo, que solo acepta lo sensible.

Para Heidegger (Crespo, 1987), Nietzsche debe ser considerado entre los grandes representantes del pensar metafísico, no como un literato o un pensador aislado, pues su pensamiento responde a las grandes cuestiones de la metafísica occidental.

Heidegger (Heidegger, 1997) se pregunta sobre el sentido del ser, que realmente existe, por esta razón se debe pensar a partir de su manifestación en el ser humano donde se manifiesta por excelencia. Esto no quiere decir caer en el subjetivismo, sino partir del hombre que es el único abierto al ser.

En Platón el ser del ente, la “Idea” se identifica con el “ente verdadero” como “lo verdadero”, porque es lo constante, lo que no cambia, lo permanente en todas las modificaciones de la Gestell (Gestell = composición, conjunto, dispositivo), constancia que no estaría en la idea sino en el eterno retorno de lo sensible mismo. Heidegger interpreta el ser a partir de la temporalidad. Así la concepción del “ser del ente” en Nietzsche significaría la inversión de la metafísica de Platón.

Heidegger interpreta la ‘voluntad del poder’ y del ‘eterno retorno’, metafísicamente como esencia y existencia. La voluntad del poder como el ¿qué es? El que es decir la esencia y el eterno retorno el ¿cómo es? Es decir, la existencia de la voluntad del poder.

Para Heidegger, Gestell es el conjunto de los modos que se imponen al ser humano hoy, donde existe una relación de producción y consumo cuyo imperativo es el progreso. El problema es como el hombre puede salir de ese imperativo de producción, que a su vez es un imperativo de necesidades siempre nuevas que impide la sobrevivencia de cualquier tradición. Esto no es producto de una maquinación, es el modo extremo de la historia de la metafísica, del destino del ser. El hombre pasó de la época de la objetividad para la época de la disponibilidad. No existen objetos solo bienes de consumo y entre ellos el mismo hombre como bien de producción-consumo.

La carencia de sentido lleva a un movimiento afectivo de “sin objeto” que según Heidegger sería o significa: la angustia de la nada. La angustia de reconocer que es un ser que va morir, que su vida está fundada en la nada. Así la filosofía debe reconocer que el hombre no tiene ninguna razón para existir. Nuestra existencia es para la muerte que debemos considerar para obtener un sentido del ser y de la libertad. El ser es básicamente temporal, es acontecimiento y no eternidad.

Finalmente, para Heidegger (Heidegger, 1980), la metafísica es como la raíz de un árbol, y en el tronco estarían la ciencia y la técnica, son distintas formas de desvelamiento del ser, usando metodologías diferentes.

Vattimo (Vattimo, 2001) demuestra que en Netzsche la “realidad” del mundo se reduce a la percepción del sujeto, pero el sujeto al percibir tiene un estatuto menos sólido de aquel de sus llamadas ilusiones.

De aquí la hermenéutica y la ontología que esta presupone (más o menos explícita y conscientemente) de estos realistas pecan por el poco realismo, no consiguen describir adecuadamente la experiencia de la cual parten, sobre la cual se fundamentan. Esta es la experiencia que constituye efectivamente la “realidad” de muchas filosofías contemporáneas de Nietzsche a Heidegger, de varias escuelas de psicoanálisis, y de posiciones filosóficas y epistemológicas post-analíticas

Para Vattimo (1985) la modernidad consiste en la racionalidad del proceso histórico y proviene de la Ilustración. Estamos en la posmodernidad que significa asumir la experiencia del discurso, a partir del fracaso del modernismo, la ciencia no explicó con fundamentos ciertos los grandes problemas del hombre, ni fue responsable por la felicidad humana, ya no es posible explicar la historia de manera unitaria: es una experiencia de fin de la historia y de nihilismo. El nihilismo observado como decadencia nos impide observarlo como condición de posibilidad.

Esta hermenéutica nihilista que pretende representar el espíritu de este tiempo, es producto de la difusión de los medios de comunicación masiva que son agencias de interpretaciones no” neutras” y menos “objetivas”, de su esquema histórico que es solo un esquema retórico, y de su fe psicoanalítica que destruye la ultimidad de la consciencia. La frase de Nietzsche “no existen hechos solo interpretaciones y esta es también una interpretación” es auto-contradictoria, porque si todo es una fábula entonces su interpretación es la mayor fábula.

No aceptar esta hermenéutica nihilista, que aparece junto a una metafísica relativista, es necesario en primer lugar porque mina la validez de las ciencias naturales, y así también mina graves problemas sociales y políticos. Vattimo cita el caso del “método Di Bella” como terapia del canecer que fue demostrad ser ineficaz, lo mismo que en Brasil ocurrió con la fosfoetanolamina como panacea para el cáncer.

Pero como bien lo explica Gianni Vattimo (2012), Heidegger y Nietzsche siempre han afirmado de diferentes formas que no hay metafísica absolutista de la verdad sin autoritarismo. La política concebida por Platón responde bastante a esto. Pero, Vattimo también observa que el nihilismo contemporáneo implica a mediatización de la sociedad (influencia notable de los medios de comunicación masiva), la secularización de la religión y sobre todo el desenvolvimiento “imaginario” de las ciencias y de la epistemología que la acompaña.

En un excelente trabajo José I. L. Soria (2009) demuestra que la verdad para Vattimo se constituye en el proceso de interpretación, es así retórica y el ser que está en declinación se torna simple transmisión.

Al observar la historia considera que el proceso de emancipación de una metafísica violenta que solo considera lo eterno y es indiferente frente a lo contingente y caduco, porque quela esencia está en lo inmutable. La metafísica es violenta porque también identifica la universalidad con un ente: el primer “principio”. Para evitar esta violencia Vattimo que hoy se observa un debilitamiento tanto del ser como del pensamiento, esto es un evento de la historia, del darse del ser, y así con conceptos como kenosis y secularización se despide, sin olvido, el pensamiento fuerte de la tradición occidental.

Kenosis significa vaciamiento (Cristo según San Pablo (Fil 2:6-8) se vació de sus tributos divinos para hacerse hombre. Soria indica claramente “La plenitud no se entiende sino como correlato del vaciamiento, así como lo sagrado no se puede concebir sino por su relación con lo profano” y adiciona “Para que la kenosis y la secularización rindan todo su frutoi de que son capaces en beneficio de la “des-violenciación” del ser, el saber y el poder, es preciso que sean entendidos como co-perteneciéndose respectivamente con la, plerosis (=plenitud) y la sacralidad”

En mi modesta opinión fue Xavier Zubiri, el filósofo español, el que cambió y revalorizo la noción de lo real y de lo físico. Lo físico no se opone a lo metafísico, sino que es lo metafísico: “realidad física es realidad qua realidad; por tanto, su carácter físico es eo ipso un carácter formalmente metafísico” (Zubiri, 1985).

De esta forma frente al positivismo que solo considera los fenómenos sin buscar su contenido y frente a una filosofía tradicional, aislada durante siglos de las ciencias experimentales que de ella se desprendieron, Zubiri piensa que la ciencia y la filosofía tienen una íntima conexión.

Pero la mayor contribución de Zubiri tal vez fue su concepto de la verdad como un ingrediente esencial del hombre, y que todo intento, teórico o práctico, de aplastar la verdad sería en el fondo un intento, teórico o práctico de aplastar al hombre (Zubiri 1999). El hundimiento de la verdad sería a última hora el hundimiento mismo del hombre, porque existe una relación intrínseca y radical entre el hombre y la verdad, el hombre es el que piensa en la verdad, habla de la verdad y debe realizarse por la verdad. Pero buscar la verdad seriamente ocurre raramente en la historia humana. Pero este es un problema que escapa, en cuanto tal, del objetivo de este trabajo y por este motivo debemos abordar con más detalles en otros trabajos.

La metafísica que emerge, con el desenvolvimiento matemático de la mecánica cuántica, que es la ciencia actual encargada de analizar la realidad de nuestro universo, es diferente. Los conceptos usados en los principios de la metafísica clásica deben ser cambiados. La física cuántica es la encargada de buscar que es lo real, y junto con las ciencias antropológicas, biológicas, matemáticas, neurológicas definir que es el hombre, o sea todos los grandes problemas de la filosofía occidental ahora son objetivo de las ciencias experimentales dentro de sus límites, dado que sus posibles interpretaciones pueden ser diferentes.

3) Información y el Problema de la Realidad

Si seguimos el concepto de Hans Halvorson (2015) sobre que nos dice la mecánica cuántica sobre lo que percibimos, observamos que percibimos realmente solo una astilla de la realidad. ¿Por qué? Porque solo vemos en el campo de radiación electromagnética el espectro visible, no vemos en el ultravioleta, ni en de Rayos X. Sabemos que somos constituidos por células y estas por moléculas y átomos y sin embargo no lo percibimos.

La física cuántica nos dice que la parte de la realidad que percibimos es completamente diferente de la que no percibimos. Es tan profunda que aún no comprendemos completamente como es la realidad cuántica. Observamos un problema sobre la verdad de la realidad, una es la que percibimos y otra realidad es la que nos constituye en el microcosmos. No solo es el problema de la conformidad del pensamiento con las cosas, es algo más hondo, el fundamento de dicha conformidad.

Lamentablemente no existe ninguna analogía entre la realidad que percibimos y la realidad cuántica. Esto se debe al principio de incertidumbre de Heisenberg. Este principio nos dice que si una partícula elemental tiene una localización entonces no tiene movimiento y si tiene movimiento no tiene localización.

Heisenberg y Wigner pensaron que en el acto de ver la partícula toma una posición o un movimiento. O sea, la realidad inicia a existir en el acto de ver. Esto lleva a un idealismo subjetivo. El problema es: ¿el universo existe antes de ser visto?

La mecánica cuántica de Bohm postula la existencia de un campo oculto que guía las configuraciones de las partículas, es una interpretación realista y así el mundo real sería muy diferente de lo que percibimos.

Existen otras interpretaciones que describen la realidad que es oculta para nuestra percepción. Dos de las más posibles y primitivas son: la interpretación de configuración del espacio y la de “muchos mundos” de Everett.

De acuerdo a la primera nuestro universo es una proyección de una increíble alta configuración espacial. Es realista porque el espacio de todas las configuraciones tiene una existencia y propiedades independientes de nuestras observaciones. Nosotros solo podemos ver los efectos en nuestro mundo tridimensional. De esta forma el mundo físico real escapa a nuestra percepción.

Otra conocida interpretación es la de “muchos mundos” de Everett, en este caso la configuración del espacio no causa problema, pero la función de onda del universo debe ser considerada real. Así tenemos un mundo real en el cual explicamos porque una experiencia que parece tener determinadas propiedades no las tiene por ocurrir en otros mundos. Según esta teoría cada propiedad matemática de la función de onda corresponde a una propiedad real del mundo físico. Sin embargo, una función tiene un grupo de pares ordenados. Puede ser un set vacío o un número. La función de onda es una situación, o un posible mundo, una forma de ser. Las situaciones no tienen propiedades, entonces la función de onda no es una cosa, es real pero no una cosa que tiene propiedades.

El problema es como localizar la función de onda en nuestra ontología: ¿es meramente un resumen de la configuración de la partícula, es semejante a una ley de la naturaleza, o es un campo físico y si es un campo, es definido en el espacio físico o en un campo dimensional más elevado? Existe un problema aún no determinado sobre si las leyes de la mecánica cuántica se aplican al mundo físico total o solo al microcosmos.

Como bien lo señala el conocido matemático Roger Penrose (1977) la física cuántica tiene 3 grandes misterios: 1- El misterio de la medida que aparece cuando se pasa del micro al macrocosmos; 2-El misterio de los efectos no-locales que aparece cuando dos fotones enmarañados, que pueden estar a años luz de distancia, pero se comportan como si fueran un solo objeto; 3- El misterio que toda partícula elemental se comporta como partícula y como onda. Este de principal importancia para nuestra discusión.

Si bien es cierto que no podemos explicar totalmente el mundo cuántico es también claro que una interpretación materialista es imposible. Esto no significa que solo una interpretación idealista es posible. Esta es la falsa dicotomía que domina la cultura occidental.

Aquí aplicamos el método que denomine “reduccionismo ontológico” (Yunes, 2005) que va más allá del reduccionismo clásico en el cual un sistema puede ser explicado como la suma de sus partes sin considerar la naturaleza última de las partes y si estas son coherentes con la naturaleza del sistema como un todo.

Así lo físico puede ser considerado desde dos puntos de vista: un primero como lo real del saber positivo, y un segundo como estructura ultima de la realidad en cuanto tal y del saber metafísico Lo físico es así lo metafísico por excelencia. De esta forma se aleja del positivismo para el cual la realidad es solo lo experimental y de una metafísica tradicional separada de la investigación empírica de la naturaleza; y la coherencia de las partes mismas experimentadas con el sistema como un todo.

La onda cuántica envuelve una realidad informacional: la onda y una realidad material: la partícula. Necesitamos entender esa realidad, pero también necesitamos entender el propósito y sentido de nuestra vida.

Es la realidad informacional que existe en la realidad del micro y también en el macrocosmos la que fue dejada de lado durante mucho tiempo, y actualmente está siendo cada día más observada como fundamento de la realidad. De esta forma, Anton Zeilinger puede escribir “En conclusión, se puede muy bien decir que la información es lo más importante de lo que todo lo demás fluye. Entonces, la cuestión de porque la naturaleza aparece cuántica es simplemente una consecuencia del hecho que la información misma es cuántica o discreta por necesidad”.

La diversidad de interpretaciones que existen ha llevado a muchos físicos a intentar una reconstrucción de la física cuántica desde la nada, basados en pocos y simples principios; Los fundamentos de la mecánica cuántica son endebles Consideremos la ecuación de Schrödinger para calcular las probabilidades de las partículas cuánticas. Ellas son descritas por una función de onda que codifica todo lo que debemos saber sobre ellas.

Si deseamos saber la probabilidad que una particular tiene de ser observada en un determinado lugar, debemos calcular el cuadrado de la función de onda aplicando una función matemática, llamada operador, a la función de onda. Esto fue una conquista intuitiva de Max Born, como fue igualmente la ecuación de Schrödinger. Ninguna fue demostrada por rigurosa derivación. La mecánica cuántica parece grandemente construida sobre reglas arbitrarias como estas.

Un esfuerzo de reconstrucción de la mecánica cuántica fue realizado por Lucien Hardy (2003) que deriva la teoría cuántica de 5 axiomas razonables. En la mecánica cuántica una partícula puede existir en distintos estados y también en superposición (una especie de combinación de dos estados). Sin embargo, cuando medimos siempre dará como resultado 1 o 0. Este es el misterio denominado colapso de la función de onda. En una función de onda están codificados muchos estados, pero solo es posible medir dos: 1 o 0.

De lo arriba mencionado podemos decir que la mecánica cuántica puede ser considerada una teoría inherentemente probabilística, pero resta saber que puede ser denominado un axioma y que puede ser derivado del mismo.

Cuando los físicos iniciaron a buscar los principios fundamentales de la mecánica cuántica observaron que tenían mucho en común con problemas encontrados en la teoría de la información (Brukner e Zeilinger 2003). Clifton, Bub y Halvorson realizaron un trabajo que influyo en todo el desenvolvimiento de esta línea de pensamiento basados en 3 axiomas de la información: i) Es imposible trasmitir un estado desconocido; ii) Es imposible implementar un bit de información seguro y iii) Es imposible trasmitir una información más rápido que la luz.

Esta aproximación a la mecánica cuántica es la que en este momento mejor se adecua a la ciencia y metafísica de lo real. Zeilinger (op cit) afirma que: i) en la descripción del universo la información de los objetos físicos se expresan en términos de preposiciones en conexión con sus valores verdaderos; ii) todo sistema sea cuántico o clásico puede ser considerado como consistente de varias preposiciones; iii) en el caso de lo clásico el objeto puede codificar infinito número de valores verdaderos en lo cuántico, la algebra no-conmutativa (diferente de la multiplicación que es conmutativa), no se puede asignar todas las posibles preposiciones simultáneamente. Por esto no se puede saber al mismo tiempo a velocidad y localización de las partículas elementales: “El principio de incertidumbre”.

Así, se concluye que el contenido de información de un sistema cuántico es finito, y como el verdadero valor “cierto” o “falso” solo puede ser expresado por un bit de información llegamos al principio fundamental: un sistema elemental transporta solo un bit de información. Se puede predecir solo el resultado de una particular medida y así todas las otras observaciones contienen un total azar, son fortuitas. Este azar distingue la mecánica cuántica de la clásica.

En la mecánica clásica el resultado es predeterminado significando que las propiedades de los objetos son independientes de la observación y son asignados al sistema antes de la medida. En la mecánica cuántica, por el contrario, el resultado es fortuito excepto cuando el estado cuántico es un valor propio del operador que describe la medida.

Sin embargo, Zeilinger (Zeilinger, 2005) tiene una posición radical a respecto de la distinción entre información y realidad, para él esa distinción no puede ser realizada. Esta afirmación lleva a una tautología como fue demostrado por Timpson (2010).

Para Zeilinger y Brukner (op.cit. 2003) cualquier concepto de una realidad existente es una construcción mental basada en la respuesta a la pregunta sobre la naturaleza: si o no. Existen en nuestras observaciones sobre objetos una serie de preposiciones que no varían según los modos de observación y descripción, son “invariantes”. Estas invariantes pueden ser confirmadas por cualquiera y así se consigue un acuerdo intersubjetivo que lleva a un sentido de una realidad independiente de los objetos construidos mentalmente.

La “objetividad” del mundo cuántico es así basada en ciertas invariantes y el acuerdo intersubjetivo sobre la información captada y su sentido. De esta forma podemos hablar de un mundo inter-subjetivo de información, pero no del mundo real al cual esta información se refiere y que debe ser la base de la objetividad. No respondemos a las importantes preguntas: ¿Información sobre qué? Y también ¿Información de quién? No es claramente explicada.

Concluimos que la teoría de Zeilinger y Brukner sobre información=realidad es radicalmente anti realista, así como la crítica de Timpson es radicalmente realista. Una superación de estas posiciones fue propuesta por Bilban (2014), afirma que la información es sobre lo observado. La información describe lo observado en el contexto de una particular medida y no puede ser generalizado a otras medidas en otros contextos, porque el quantum observado es cambiado por la medida. La información es causalmente conectada con lo observado, lo que conocemos está conectado con lo que “es”. La información es lo observado como percibido por el observador en el contexto de un particular proceso de observación.

De esta forma lo ontológico (lo que es) y epistémico (nuestro conocer) y las conexiones entre el observador, lo observado y la información son mutualmente dependientes. Estas conexiones definen la identidad y realidad de las cosas y, como veremos, de las personas.

Precisamente según el filósofo francés Roland Omnés (Omnés, 1995) añadir a los principios de la mecánica cuántica un principio de naturaleza lógica de tal forma que cualquier descripción de un sistema debe basarse en presuposiciones de una lógica simple y coherente. Esto nos permite un conocimiento objetivo, porque las estructuras lógicas tienen su fuente en leyes naturales y por eso no son meros productos de nuestra mente (Yunes, 2005).

Paul Davies (2014) en un capítulo denominado “el universo desde un bit”, explica que tradicionalmente la relación entre matemáticas, física e información puede ser expresada simbólicamente como:

Matemática—Física—Información

La matemática es lo más básico de la existencia, la realidad física es una expresión de un subset de relaciones matemáticas, mientras la información es secundaria.

Una forma alternativa está ganando popularidad, la información es observada como la entidad primaria de la cual la realidad física es construida. Esto es producto de los físicos que trabajan en computación cuántica y matemáticos que trabajan en los fundamentos de la computación. Este concepto representa un cambio radical en la concepción del mundo que fue capturado ya en 1998 por Wheeler con su frase “It from bit” (la cosa desde la información). El simbolismo sería:

Información → Leyes de la física → Materia.

Porque después de todo las leyes de la física son declaraciones informacionales.

Sin embargo, Davies no observa, tal vez llevado por su admiración a lo computacional, que precisamente la matemática es una de las más importantes informaciones que existen en la construcción de las leyes de la física, la computación y la materia. Así tendremos claramente este esquema:


Información → Matemáticas → Leyes de la Física → Materia

Este concepto es considerado fundamental incluso por biólogos que trabajan en señales moleculares, como Loewenstein que abrió el campo de las comunicaciones intercelulares. Este autor (1998) explica: “Hace 10 a 20 millones de años el universo se inició con una explosión. ¡Información que manaba de una fuente incomprendida y transferida por fuerzas que se desenvolvían en un espacio en expansión, engendraron organización!”.

Llegamos así a la conclusión de que nuestro cosmos sigue un orden que es indeterminado, con procesos probabilísticos y contingentes por depender de la información, que forma una unidad: realidad informacional-realidad física que no puede ser reducida a ninguna de estas, pero igualmente no pueden ser separadas.

Es evidente que existen aún grandes problemas por resolver y los científicos buscan por diferentes caminos una luz que pueda iluminar la solución de las diferencias entre las dos grandes teorías de la física actual: la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad.

Ahora precisamos determinar la fuente que según Loewenstein es incomprendida, y el sentido de esa información que emana de esa fuente, pero previamente debemos considerar, al mismo tiempo, un problema actual: que es si considerando el concepto de la relatividad general de espacio-tiempo, este puede ser formado por pedazos de información. De este problema podemos derivar algunas importantes conclusiones.

REFERENCIAS

Bilban, T. 2014. Realism and anti-realism. In Information Foundations of Quantum Theory. Quanta, 3: 32-42.

Bruknern, C., Zeilinger, A. 2003. Information and Fundamentals Elements of the Structure of Quantum Theory. In Time, Quantum, Information. Ed. Castell, L., Ischebeck, O., Springer.

Chomsky, N. 2007. El Control de los Medios de Comunicación. http://www.voltaire.net.org/article 45977. En 07/03/2007.

Crespo, R.A. 1987. Heidegger y la crisis de la época moderna. Cincel, Madrid.

Davies, P. 2000. O Quinto Milagre. Em busca da origem da vida. Cia das Letras, SP.

Davies, P. 2014. Universe from bit. In Information and the Nature of Reality. Eds. Davies, P., Gregersen, N.H. Cambridge Univ. Press, London.

Halvorson, H. 2015. What does quantum mechanisms suggest about our perceptions of reality? Big Questions Online, February 24.

Hardcy, L. 2003. Probability theories in general and quantum theory in particular. Studies in Historyand Philosophjy of Modern Physics, 34: 381-93.

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