"El mundo espera de Francisco medidas ejemplarizadoras tras el caso Karadima" Que al Papa no le tiemble la mano

(Jaime Escobar, en RyL).- No se conocerá en detalle todo lo que los tres denunciantes y víctimas de Karadima conversaron en forma sincera y amigable con el Papa, pero de la declaración que entregaron en Roma se pueden deducir algunas importantes ideas de la fuerza que ya el Santo Padre tiene y ejecutará, sin duda, una vez que sostenga las reuniones con la CECH que en pleno arribará los próximos días a la Santa Sede.

Lo que está pasando -y pasará- a contar de las próximas semanas en la Iglesia chilena y universal sobre los casos de abuso sexual y de poder de clérigos y obispos será sin duda una nueva forma de proceder, especialmente, para con las víctimas de los abusos y no se tolerará el escandaloso encubrimiento que han hecho en forma institucionalizada las jerarquías episcopales locales y romanas.

Ya nadie podrá decir que "no sabía" o que por una mal entendida "prudencia" se desacredita a las víctimas y personas que levanten su voz denunciando estos crímenes. Desde ahora, sí debe haber una auténtica Tolerancia Cero y que esta frase no sea solo un slogan para la Prensa y para todo el Pueblo de Dios.

El ejemplo de tenacidad y verdad de los tres denunciantes de Karadima, debe ser un faro en la praxis de toda persona y Comunidad que sienta que sus derechos de cristiano-católico vulnerado por ciertas jerarquías eclesiásticas que se apropian de un poder divino para falsear y descalificar a quienes no se "alienean" con las directrices que ellos siempre buscan imponer sin el necesario diálogo serio y respetuoso.

Hoy, más que ayer, el mundo espera del Papa Francisco medidas ejemplarizadoras, creíbles y drásticas por dolorosas que sean para que se restablezca la credibilidad y sea esto un auténtico signo de unidad pero en la verdad y la justicia. La Iglesia en su conjunto ya no soporta más encubrimientos e intrigas cuando se detecta y denuncia algún abuso sexual, de poder o psicológico de los ministros consagrados, eso es rechazar la esencia de lo que debe ser un Servidor para una vida buena y justa.

Desde Chile, saludamos y valoramos todo lo que se expresó en esta histórica conferencia de prensa celebrada en Roma. Nos identificamos y apoyamos, plenamente, los puntos expuestos por Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, tal como lo hemos manifestado en todos estos duros años, pero siempre animados por el signo del Evangelio de que "nada permanecerá oculto...".

Y, reiteramos que la mejor forma para empezar este nuevo tiempo de la Iglesia en Chile y a la luz de todo lo que se ha conocido, se hace imprescindible que salgan de sus puestos de poder: en primer lugar el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, el Nuncio en Chile, Monseñor Ivo Scapolo y los obispos diocesanos Juan Barros de Osorno, Horacio Valenzuela de Talca y Tomislav Koljatic de Linares.

A nombre de tantos cristianos y personas de buena voluntad -en especial a la Comunidad Laical de Osorno- y de no pocos religiosos y religiosas no solo de Chile, con humildad y esperanza grande le decimos a nuestro Papa Francisco que "no le tiemble la mano" para proceder en justicia y verdad ante los graves escándalos que no pueden continuar en la oscuridad de la impunidad intoxicando a toda una Iglesia que está llamada a ser Discípula, Servidora y Misionera.

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