Cristianos, dianas de los extremistas Un Papa valiente

(Jumana Trad, Beirut).- Las autoridades libanesas están dedicando su tiempo a la preparación de la visita del Papa Benedicto XVI a su país. Esta visita que se inicia el 14 de septiembre, día de la fiesta muy celebrada en las Iglesias de Oriente de la Exaltación de la Santa Cruz, está considerada como un reto en las circunstancias actuales y es muy importante, incluso esencial, en esta etapa especialmente crítica para la región, en particular para los cristianos de Oriente.

En opinión de los organizadores libaneses de la visita, el Papa está demostrando una gran valentía al visitar la Región en este momento.

De hecho, la situación en Oriente Medio, hoy en día, es muy diferente de la que existía en el momento que se estaba preparado y que tuvo lugar la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos de Oriente Medio (octubre de 2010). En dos años, la zona se ha visto sacudida por levantamientos populares que han cambiado completamente el paisaje geopolítico, sobre todo en los países con presencia de cristianos árabes (especialmente Egipto y Siria).

Toda la región está en crisis, y se sabe ya que los cristianos orientales son dianas de los extremistas y sufren especialmente en situaciones de inestabilidad política, como ocurrió ya en el Líbano, Iraq, Egipto y ahora Siria.

La Iglesia tiene que hacer frente a una situación en evolución, muy diferente de la que la precedió, y con un futuro muy incierto. La ola islamista que ha sumergido los países de la primavera árabe ha traído la inquietud a las minorías cristianas ya preocupadas por su supervivencia y que temen que el Medio Oriente multirreligioso cambie de cara.

Es en este contexto, que Benedicto XVI se va dirigir a las Iglesias católicas de Oriente Medio, pero también a las otras confesiones y religiones, mediante la entrega de la exhortación apostólica post-sinodal "La Iglesia en Oriente Medio", cuyo lema es "Pax Vobis" ("La paz sea con vosotros"), para ofrecer un mensaje de paz y fraternidad a todos.

El Santo Padre eligió personalmente remitir este documento en el Líbano, porque lo considera como « un tesoro », por el hecho de « su experiencia de vida y de colaboración intercomunitaria e intercultural ». Por ello, viene a este país a confirmar de nuevo, porque es consciente de ello, que el Líbano, tal y como lo describió su antecesor el beato Juan Pablo II en su visita de 1997, "es más que un país es un mensaje".

Un lema adoptado ya por todos los libaneses sin excepción, cristianos y musulmanes. Efectivamente este país, es desde una perspectiva civil, una excepción en la región, es el único país árabe donde prevalece la libertad religiosa, una comunidad cultural y la igualdad civil absoluta, entre cristianos y musulmanes, un país donde todos tienen los mismos derechos y los mismos deberes.

En el plano religioso, también el Líbano es una excepción, es un concentrado de todos los fieles de los ritos cristianos en Oriente Medio. Los católicos (maronita, melquita, armenio, caldeo, siríaco, copto, latín) y los que no están en plena comunión con Roma (griego ortodoxo, armenio apostólico, asirio, ortodoxo siríaco, copto ortodoxo y protestante de varias denominaciones). Sin olvidar que allí también están representados todas las corrientes del islam (sunitas, chiítas, drusos y alauitas).Un hecho particularmente propicio para el diálogo ecuménico e interreligioso.

Probablemente, la Exhortación Apostólica propondrá directrices para hacer frente a los problemas causados por la situación social y económica de cada país tales como: el colapso de las estructuras familiares, la crisis del empleo, la inmigración, la "islamización de la tierra", el compromiso político, la presencia cristiana en la vida pública, etc.

Pero también abordara problemas como: la presencia de la minoría cristiana y su relación con el islam, y con ello la importancia de la libertad religiosa, la libertad de conciencia y de culto y el diálogo interreligioso.

Pero y sobre todo se abordaran los problemas inherentes a la Iglesia. La descristianización de las elites, el cristianismo identitario, la secularización de los fieles, el repliegue de cada comunidad volcada en sus propios intereses, la corrupción del clero, la brecha entre los jóvenes y la jerarquía, la tentación de emigrar, la necesidad de una nueva evangelización.

Todos estos temas, que afectan directa o indirectamente a la fe cristiana, la presencia cristiana y / o la coherencia de la vida cristiana en Oriente, son preocupación de la Iglesia católica.

Tal y como lo dijo su Santidad en su audiencia del miércoles, se trata de "pedir a Dios de fortalecer la fe de los cristianos en el Líbano y el Oriente Medio, para que se llenen de esperanza... para que puedan continuar a dar testimonio de Cristo en estas tierras bendecidas buscando comunión en la unidad".

La unidad de vida a nivel individual, dentro de cada Iglesia, en la cooperación entre las Iglesias católicas de diferentes ritos y finalmente, entre católicos y ortodoxos para que los cristianos de Oriente sigan siendo fieles a Cristo y a su Iglesia y puedan vivir sin miedo, con esperanza y sean "constructores de paz y actores de reconciliación" en sus países.


Dra. Jumana Trad
Patrono de la Fundación Promoción Social de la Cultura

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