Así fue la elección de León XIV

¿Qué pasó entre los muros de la Capilla Sixtina? ¿Quién votó a quién? ¿Qué sucedió para que Pietro Parolin entrara Papa en el cónclave y saliera cardenal? ¿Por qué Robert Francis Prevost se llamará León? ¿Qué cardenales tuvieron opciones reales

Primera votación: el principal candidato, Pietro Parolin, fue el más votado, con una horquilla que va de los 35 a los 50 votos. Tras él, no demasiado alejados (en torno a 25 sufragios) tanto el filipino Tagle como el norteamericano Prevost, aunque otras fuentes sugieren que Prevost lideró desde el principio las votaciones. Otros candidatos, como Zuppi, Aveline, Vesco, Ërdo, Arborelius o Artime, con menos votos, pero con opciones

Segundo escrutinio: Parolin seguía en cabeza, incluso sumó algún apoyo más, pero comenzó a atisbarse lo que se confirmó algo más tarde: que había tocado techo. Tagle empezó a perder fuerza y emergió ya, casi como único candidato bergogliano, la figura de Prevost

Tercera votación: la segunda fumata negra, que salió a las 11,51. Aquí ya Prevost se puso por delante, Tagle se hundió y Parolin, aunque mantenía sus apoyos, ya tuvo claro que sería una sorpresa revelarse como el ganador

Con una cifra levemente superior a los dos tercios, en la primera votación de la tarde. El agustino, visiblemente emocionado, aceptó el encargo, entró en la Sala de las Lágrima y eligió su nombre: León XIV

El saludo de León XIV

¿Qué pasó entre los muros de la Capilla Sixtina? ¿Quién votó a quién? ¿Qué sucedió para que Pietro Parolin entrara Papa en el cónclave y saliera cardenal? ¿Por qué Robert Francis Prevost se llamará León? ¿Qué cardenales tuvieron opciones reales? Los grandes secretos del Cónclave, que no se conocerán en su totalidad hasta que el Papa no permita revelarlos, son los tesoros más buscados entre los periodistas que deambulan por las calles de Roma, el día después de la fumata blanca.

Especial Papa León XIV

RD ofrece una reconstrucción, “bastante verosímil”, tal y como admiten algunos purpurados presentes, que no quieren romper el secreto pontificio, de lo que pudo ocurrir desde que los 133 cardenales escucharon el ‘Extra Omnes’ a las 17,45 horas del 7 de mayo, y hasta que a las 18,08 del día siguiente el humo de la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina sacó un humo blanco.  A las 19,12, León XIV salió del balcón de la Logia y pronunció su primer discurso como Papa.

Cardenal Juan José Omella

1.- Una votación que se retrasa

El mundo se paró durante algo más de cuatro horas. En concreto, desde que se cerraron las puertas hasta que a las 21,01 salió el primer humo negro. Con mucho retraso, por cierto. ¿A qué se debió? Ha habido todo tipo de interpretaciones: desde la enfermedad de algún purpurado, a un error en las votaciones o, incluso, la elección de un candidato que no estaba en la Sixtina, y al que hubo que buscar para preguntar si aceptaba o no la elección. La realidad fue mucho más prosaica: el predicador pontificio, Raniero Cantalamessa, extendió su reflexión durante más de 50 minutos (estaba prevista una breve alocución de no más de 15 minutos).

Al acabar, y tras el sorteo de las bolas (para los lugares, y las funciones de cada elector), se produjo la votación. 133 personas mayores escribiendo, caminando hacia la mesa presidencial y depositando su voto con la fórmula en latín, se demoraron más de dos horas, a lo que hay que sumar otros 45 minutos para el recuento, la confirmación de que no había mayoría, y la quema de las papeletas.

Primera fumata negra 2025

2.- ¿Cuál fue el resultado?

Tal y como apuntan nuestras fuentes, el principal candidato, Pietro Parolin, fue el más votado, con una horquilla que va de los 35 a los 50 votos. Tras él, no demasiado alejados (en torno a 25 sufragios) tanto el filipino Tagle como el norteamericano Prevost, aunque otras fuentes aseguran que, por poco, Prevost lideró desde el principio. Otros candidatos, como Zuppi, Aveline, Vesco, Ërdo, Arborelius o Artime, con menos votos, pero con opciones.

3.- La clave: la cena de la primera noche

Entre fogones, cafés y una cena frugal, hubo movimientos, cambio de mesas y un gran trabajo de los cardenales kingmakers, entre los que muchos ubican al cardenal Omella, capaz de unificar criterios en torno a la figura de Prevost. Se habló, también, de un posible acercamiento del sector Parolin a Tagle, aunque esto no está confirmado.

Segunda fumata negra

4.- Segunda votación

A primera hora de la mañana, de vuelta a la Sixtina, en una votación más rápida (no hubo reflexión, pero sí más agilidad en el sufragio y el conteo). Parolin seguía en cabeza, incluso sumó algún apoyo más, pero comenzó a atisbarse lo que se confirmó algo más tarde: que había tocado techo. Tagle empezó a perder fuerza y emergió ya, casi como único candidato bergogliano, la figura de Prevost.

5.- Sin solución de continuidad, la tercera votación

Y la segunda fumata negra, que salió a las 11,51. Aquí ya Prevost se puso por delante, Tagle se hundió y Parolin, aunque mantenía sus apoyos, ya tuvo claro que sería una sorpresa revelarse como el ganador.

6.- La comida

Mucho más eficaz (ya solo había dos candidatos reales), en la que los seguidores de Parolin, especialmente algunos italianos y curiales, se decidieron a trasvasar sus votos a Prevost. El prefecto de Obispos ya se veía Papa.

A la cuarta votación, fumata blanca RD/Captura

7.- Una intuición que se confirmó

Con una cifra levemente superior a los dos tercios, en la primera votación de la tarde. El agustino, visiblemente emocionado, aceptó el encargo, entró en la Sala de las Lágrima y eligió su nombre: León XIV. Sucediendo a León XIII, el Papa de la Rerum Novarum, de los derechos de los trabajadores. Sucediendo a Francisco (usando el mismo nombre que el principal discípulo del santo de Asís, León). Y convirtiéndose en el primer norteamericano, muy a pesar de Donald Trump, en convertirse en Obispo de Roma.

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