Esta semana, para esta publicación, existe un momento especialmente emotivo por su significado, en torno a la historia de quienes nos precedieron en la fe en España, dando su sangre, su vida, sus bienes y perdiéndolo todo por ganar al Jesús que habían descubierto en un Evangelio renovador de gracia y amor para con el ser humano; que venía físicamente de Europa y espiritualmente de la Biblia.
El Premio Unamuno amigo de los protestantes, que se entregará esta semana a la escritora y periodista Eva Díaz Pérez, es por encima de cualquier otro aspecto un acto de agradecimiento. Podemos constatar que esta sevillana tiene el alma con ventanas abiertas a la inquietud, a la búsqueda de la verdad, y al sentido de justicia. Todo ello lo hemos comprobado no ya sólo en su obra “Memoria de cenizas”, que rescata la historia olvidada de la actuación de la Inquisición en la Sevilla del siglo XVI. También en una entrevista muy personal, llena de complicidad, que le ha realizado Esperanza Suárez y que podemos decir que nos ha emocionado (audio, 6 Mb).
Creemos que tenemos una deuda humana y espiritual impagable con quienes nos precedieron en el camino de la fe en general, de una forma especial por nuestros conciudadanos del siglo XVI, perseguidos, acosados, encarcelados, torturados, exiliados o asesinados por defender los principios de la Reforma, de la fe en un Cristo liberador, la libertad de conciencia.
Esta semana, para esta publicación, existe un momento especialmente emotivo por su significado, en torno a la historia de quienes nos precedieron en la fe en España, dando su sangre, su vida, sus bienes y perdiéndolo todo por ganar al Jesús que habían descubierto en un Evangelio renovador de gracia y amor para con el ser humano; que venía físicamente de Europa y espiritualmente de la Biblia.
