Uriarte alude a la misión de los educadores para que jóvenes sean pacíficos
Uriarte ha emitido este mensaje con motivo de la celebración de la Semana de la Paz, que tendrá lugar entre el 26 de enero y el 5 de febrero, organizada por la diócesis de San Sebastián y la red de centros religiosos "Kristau Eskola", integrada por 57 centros en Guipúzcoa, que cuentan con más de 27.000 estudiantes.
El prelado donostiarra se ha dirigido a estos educadores para indicarles que es preciso creer de partida que "es posible una efectiva educación para la paz" incluso en este "ambiente crudo y crispado".
Ha señalado que "la sociabilidad y la agresividad son dos componentes básicos del psiquismo humano", aunque ha apuntado que "es posible potenciar la sociabilidad y encauzar la agresividad dirigiéndola hacia objetivos socialmente nobles".
"Un requisito imprescindible es la progresiva educación de los impulsos infantiles y juveniles. La dictadura de los impulsos sobre el comportamiento engendra seres violentos. El fenómeno de la violencia escolar que tanto preocupa tiene aquí una de sus raíces", ha agregado.
Ha añadido, en este sentido, que una "autodisciplina moderada, escalonada, razonada, dialogada y gratificada es necesaria", ya que "un muchacho con el fondo anímico revuelto es carne de cañón para cualquier ´reclutamiento´ por parte de grupos violentos".
El obispo de San Sebastián ha indicado además que entre los "impulsos juveniles" figura frecuentemente una "pasión política ciega".
"Es noble la pasión política, pero si es ciega lleva en su seno una carga ´radiactiva´", ya que "debajo de esa ceguera hay muchos factores", entre ellos "el déficit de reflexión", ya que "al impulso le cuesta mucho pensar y le falta información histórica depurada, análisis riguroso de la situación y formación política elemental", ha precisado Uriarte.
Ha destacado asimismo que en el "encauzamiento de los impulsos juveniles juega un papel importante aprender a dialogar", ya que "sin espíritu dialogante no es posible un corazón pacífico".