Está claro que los ángeles bendicen al Padre Fortea

Visto desde España, el fenómeno del Padre Fortea en Costa Rica es algo increíble. Y les aseguro que los angelitos de Rumores no suelen casarse con nadie. A no ser con la verdad. Y lo que están comprobando, en vivo y en directo, es algo extraordinario. El Padre Fortea no sólo es aquí un fenómeno social y mediático, sino tamibén, ante todo y sobre todo, un fenómeno espiritual. Con gente que se cura de influencias diabólicas, gente que dice haber experimentado sanaciones y, sobre todo, gente que reza y canta y alaba a Dios. Asu paso, se huele, se palpa, se toca la fe de los sencillos. Y hasta la gloria de Dios.

La fe aquí no se esconde. Se proclama a los cuatro vientos. Hay sed de Dios. Y el Padre Fortea es capaz de calmarla. A veces, sólo con su presencia. Otras veces, con su palabra. La gente le para por la calle o en los restaurantes: "Padre, béndígame". Nunca dice que no, aunque esté cansado. Aunque, como ayer, en San Ramón, se tirase más de dos horas imponiendo las manos a más de mil personas.

Si en San Ramón fue algo extraordinario (y que los angelitos nunca habían visto), hoy, en San José, fue la apoteosis. Imaginen entre 25.000 y 3.000 personas en un polideportivo enorme. Gente de toda edad y condición. Muchos jóvenes. Muchas monjas. Una muchedumbre que comienza a llegar a las 8,30 de la mañana. A las 9,30 ya está el pabellón abarrotado. No cabe ni un alma.Y allí estarán hasta las 7 de la tarde. Con una parada de hora y media para comer.

La escenografía y la dirección artística del acto la llevan a cabo la Renovación carismática. Gente de Dios: Adrián y su esposa, Ronnie, Javier, Jorge....y cientos más. Antes de la llegada del Padre Fortea, la gente reza y, sobre todo, canta y baila a Dios. MIles de personas alabando a Dios con todo su ser. Impresiona.

El Padre Fortea es recibido como una estrella. Aplausos atronadores. El sonríe, sin darse importancia. No va de divo. Gana a la gente por su sencillez y su dulzura. Y con su verbo suave cautiva al auditorio. Habla de Dios y del diablo, de exorcismos y de influencias, pero, sobre todo, de oración. Y explica las últimas verdades (los novísimos) con un lenguaje asequible para el pueblo.

Una conferencia de hora y media, seguida de preguntas del público sin filtrar. Contesta a todo. Incluso deja que alguna gente, en vez de preguntar, eche su pequeño sermón. Aclara, matiza y reenvía siempre a la comunión eclesial y, sobre todo, a la oración y a Dios.

Tras la pausa del almuerzo (de 12 a 1.30), más preguntas, más dudas, más aclaraciones. La gente tiene sed de que le expliquen las cosas de Dios.

De 3 a 5, la eucaristía. Larga, solemne. Celebrada con suma unción y sin apenas concesiones carismáticas. Y tras la eucaristía, la imposición de manos. Es difícil creerlo, sin verlo. El Padre Fortea bendice de dos en dos a los que se van acercando. Más de dos horas imponiendo las manos. Dicen (eso los angelitos de Rumores todavía no lo han experimentado, pero lo harán) que sus manos desprenden calor. Y, sobre todo, energía. Una energía especial. Muchos (un centenar)caen al suelo, en lo que los carismáticos llaman "el descanso del Espíritu", utilizando la denominación acuñada por el cardenal Suenens. Cuatro casos de posesión que se manifiestan. Y varios más de influencias satánicas. Aquí fluye la gloria y el poder de lo Alto. De una forma tan evidente que se palpa y llega al fondo del corazón.

Vuelvo a repetir: Los escépticos angelitos si no lo viesen, no se lo creerían. Y tras ver lo que están viendo les da pena que algo así no pueda hacerse en España, fuera de los estrictos círculos carismáticos. Y sienten, quizás más, que algunos se empeñen en denostar la figura del Padre Fortea. Sin datos, sin conocerlo, sin tratarlo. Por simples prejuicios.

Y los angelitos han podido comprobar tamibén que la fe sigue viva y ardiente por estos lares latinoamericanos. Mientras en España se agosta. Algo tendrán que hacer nuestros obispos para remediarlo. Y el Padre Fortea podría ayudarles en este entido. Tiene don. Aquí ya es una figura, pero los angelitos apuestan a que, dentro de unos años, se convertirá en una auténtica superfigura eclesial en toda Latinoamérica. Desde el Norte hasta el Sur. Los angelitos profetizan (pronostican) que superará al emblemático Padre Tardiff. Y si no, al tiempo.

Qué pena que, en España, se le corten las alas y se le recluya en una pequeña parroquia de Alcalá. Déjenlo volar. O simplemente, ponganlo a prueba y verán cómo es capaz de llevar a mucha, mucha gente a Dios. Y despertar la fe dormida de otros muchos. Y acercar a la gente la doctrina (puritita doctrina de la Iglesia de la que no se aparta ni una coma). Quizás no lo hagan. Son muy "prudentes" y están entregados al simple mantenimiento. O quizás, alguno, al menos alguno se atreva. En cualquier caso, hagan lo que hagan, él seguirá obedeciéndolos y cumpliendo la voluntad de Dios.
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