Don Gabino, de los sacerdotes secularizados III

Jesús González Lobo 03.10.2015 | 05:14
Gabino Díaz Merchán saluda a una asistente a la misa de celebración de sus 50 años como obispo. lne



• Con frecuencia iba a visitarle, recibir sus sugerencias y consejos pastorales. En cierta ocasión en la que me encontraba hundido, se lo comenté y me aconsejó hacer un mes de ejercicios espirituales. Ante mi negativa me dijo que él iba a hacer una semana en el Seminario con un obispo amigo suyo y que les acompañara. Acepté y allí pensé y repensé en mi vida y en mi futuro. Cuando al final me preguntó cómo me encontraba yo le respondí: "Don Gabino, alea jacta est", con lo que quise decir "voy por otro camino". Llegado el tiempo, él y quién por entonces era su obispo auxiliar, don Elías, lo tramitaron todo y en unos meses más o menos yo era persona libre. Estudié magisterio, aprobé las oposiciones con el número tres. Esto ya ocurrió en julio del año siguiente y el 7 de diciembre me casé. Tengo un hijo que fue lo que dio sentido a mi vida. Cierto día, cuando venía de clase, me encontré con don Gabino y le invité a mi casa. Estuvo allí, en mi casa, cogió a mi hijo en brazos y eso constituyó para mí una alegría inmensa. Siempre le digo a Jesusín, mi hijo, que había estado en los brazos de don Gabino. Mis relaciones con él han sido frecuentes en todos estos años. Hace unos dos meses que fui a la Casa Sacerdotal a visitarlo.

• El día del 50 aniversario de su consagración episcopal acudí a la Catedral. Al terminar la santa misa yo me encontraba en la esquina del banco y al pasar él a mi lado me emocioné e instintivamente le llamé: "¡Don Gabino!" Y él me dijo: "¡Jesús!". Don Gabino ha sido para mí, no sólo un amigo, sino un verdadero padre y estoy seguro de que ha sido con todos igual. En los 33 años que sirvió como arzobispo en Asturias hemos sido muchos los sacerdotes que nos hemos secularizado y nadie se ha quejado, que yo sepa, del comportamiento de don Gabino.
• Recuerdo una manifestación en la que el Grupo Socialista reprochaba el comportamiento de la Iglesia y Antonio Trevín, que era uno de los organizadores, dijo en voz muy alta: "¡Don Gabino, esto no va por usted!" ¡Qué hermoso es amar a nuestros semejantes y dejarse amar! Solamente vale la fe que actúa mediante el amor.
• Gracias, don Gabino, en mi nombre y en el de todos los sacerdotes secularizados. Somos conscientes de que su comportamiento con nosotros le ha perjudicado ante la alta jerarquía de la Iglesia. Alguien puede pensar que su caridad se limitaba a los suyos. Nada más extraño. Hay que pensar en los encerrados en la catedral, las huelgas de los obreros en la Iglesia de San José de Gijón, en los Mensajeros de la Paz y tantos casos que yo podría recordar al lector. Don Gabino, al contrario de Pío XII, en todo momento estuvo al lado de los sacerdotes secularizados. A muchos de ellos nombrándoles profesores de religión y a algunos pagándoles incluso reconocimientos médicos y medicinas cuando su situación quedaba ya fuera del Régimen General de la Seguridad Social.
• En la sociedad civil, cuando un obrero abandona una empresa, con cualquier categoría y en relación con el tiempo trabajado, la empresa tiene que retribuir a dicho obrero. Esto es ley. Es lo que la legislación obliga a todas las instituciones e incluso debe incluir a la Iglesia, pero ¿que ocurre con el sacerdote secularizado? Dejando aparte la macabra postura de Pío XII y de los jerarcas que con él comulgaban y comulgan, muchos sacerdotes secularizados quedan desprotegidos por los que un día fueron sus superiores jerárquicos. Aquí quiero y debo ser sincero: nunca pedí indemnización a la Iglesia por los años trabajados y los servicios prestados.
• En mi primer curso en Valdediós, mis padres tuvieron que pagar 1.800 pesetas. A partir de entonces, siempre estudié con becas, incluso también en Salamanca, en la licenciatura y en el curso de doctorado. Así y todo, reconozco que debo mucho a la Iglesia. Y cuando hablo de la Iglesia quiero referirme a su jerarquía, pues la Iglesia ya habría desaparecido si su vida dependiera de la existencia de una jerarquía. Estoy convencido de que la Iglesia es divina y pervive a pesar de los ministros que ha tenido (papas, obispos y clero en general). Nos basta con leer detenidamente en relación a la vida de los 265 papas.
• Cuando yo me secularicé e inicié mi vida "civil", tuve como norma "lo comido por lo servido", en relación a lo económico con la Iglesia. Ella me facilitó una formación y yo le presté mis servicios. Ahora que estoy jubilado he publicado un libro relativo a las "Principales religiones del Mundo y el Vademecum de la Religión Cristiana", advirtiendo de que el beneficio que pueda obtenerse será destinado a Cáritas. Me "repatea" la postura de la Iglesia con los curas secularizados y estoy convencido de que esta situación cambiaría si todos los papas fueran como Francisco, todos los obispos como el arzobispo don Gabino y todos los sacerdotes como don Ezequiel y don Jesús Porfirio.
• Felicidades don Gabino en el aniversario de su consagración episcopal. Y que la Santina de Covadonga le siga protegiendo y bendiciendo por partida doble: como Madre en el Cielo y como la Madre en la Tierra, que tanto usted como yo no pudimos disfrutar de su compañía. Estoy seguro que ambos estuvimos y estamos protegidos por ella, la suya y la mía.


José María Lorenzo Amelibia
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