El cura de ars sentía inseguridad

Es emocionante leer algunos retazos de la vida del cura de Ars. Parece que los santos han de tener todas las virtudes y no es así. Nuestro patrono se encontraba enormemente inseguro toda su vida. Le asustaba la carga pastoral. Le aterrorizaba la idea de los propios pecados. (¡común en todos los santos!).
Y tengo aquí anotado, sobre la mesa una oración de él al Señor en los momentos de mayor depresión "¡Si por lo menos pudiera llevarte, Señor, conmigo! No me importaría estar durante toda la eternidad sufriendo, si estuviéramos juntos. Pero entonces no sería infierno: las llamas del amor apagarían las de la justicia".
¡Quién pudiera amar así al Señor! Esta oración la tengo copiada para recitarla de vez en cuando. Me recuerda aquello de "No me mueve mi Dios para quererte..."
El cura de Ars era un hombre inseguro. Tal vez como fruto de sus dificultades en los estudios. No hay más que ver sus huidas de la parroquia en repetidas ocasiones. Cuando en los santos vemos un rasgo de esta clase nos parece que se trata de humildad profunda.
Los santos han tenido defectos naturales, lo mismo que tú y yo. Pero aquí viene el caso. Coexistiendo con esta inseguridad, arraigaron en San Juan María dos profundas convicciones: que Dios le ha elegido porque es nada, y que da igual lo que los demás piensen de él. Y por supuesto que no todos pensaban de él que era un santo. Alguna vez le elogiaban.
Pero él respondía con total convicción: "Mi tentación es la desesperación. Tengo miedo de ser hipócrita a Dios." A mí me encanta leer vidas de hombres santos. ¿Verdad que en ellas aprendemos de manera muy concreta a reaccionar positivamente ante Dios?
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