Más sobre el niño Tim Guénard
| José María Lorenzo Amelibia
Más sobre el niño Tim Guénard
Sí; seguimos un poco más con Tim Guénard, el niño francés de la mala suerte, el que oraba al Gran Jefe desconocido para él, y ha terminado triunfando. Antes de los 18 años consiguió su diploma de obrero cualificado, y en una bici robada corrió setenta y cinco kilómetros para enseñarlo a la juez, la madre de sus sueños. “Estoy orgullosa de ti” – le dijo.
“Naciste delincuente; creciste y continuarás delincuente”, le decían sus amigos. Pero él confiaba; estaba seguro de que iba a cambiar y lo consiguió. Comenzó a trabajar con niños discapacitados; allí se aficionó a hacer el bien; allí recibió una carta de felicitación: el primer regalo de su vida. Y allí también se encontró con un cura que le miró con buena cara e intimó con él. “Gracias a este sacerdote soy creyente” – decía años más tarde.
“He perdonado a mis padres con mi cabeza y con mi corazón. Fui niño abandonado. Pero he superado mi destino. Me casé con una mujer encantadora, y tenemos cuatro hijos. El amor ha sido más fuerte que el odio”. Escribía a sus cuarenta y un años. Hoy trabaja como apicultor y es auxiliar en el tour de Francia.
Un autodidacta creyente. Una persona que ha sufrido mucho. Estaba abocado a la ruina, a la delincuencia, a la cárcel. Pero supo confiar en Alguien. Lo hizo primero en el Ser Supremo, cuando comenzó a descubrirlo y a lanzar hacia Él los primeros suspiros y esperanzas. Confío en la juez, a la convirtió con su buen corazón en buena. Confió en el sacerdote, en el vagabundo que le enseñó las letras. Desoyó las voces necias de compañeros que le arrastraban hacia el mal.
De nadie se puede decir que no tiene remedio. El pesimismo es mal consejero. La religiosidad es digna de ser acogida en nuestra mente y corazón. No estamos solos. Aun los seres más desgraciados tienen cerca de sí a Dios Providencia. Es cuestión de ser dócil a su llamada, como lo fue Tim Guénard. Fue un niño de la calle, abandonado de sus padres, con una infancia llena de violencia y de maltrato y, siguiendo la ayuda de la Providencia, ha sabido convertirse en un hombre de bien.
José María Lorenzo Amelibia Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/ Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2