Esta mañana de 6 de noviembre se da a conocer el nombramiento de Mons. Eduardo Cirilo Carmona Ortega, Operario del Reino de Cristo, como obispo coadjutor de Córdoba. Dicha diócesis tiene por pastor a Mons. Eduardo Porfirio Patiño Leal quien ha gobernado esa Iglesia desde junio de 2000 cuando fue instalado como primer obispo al ser erigida debido al desmembramiento territorial de la arquidiócesis de Xalapa creándose, de igual manera, la diócesis de Orizaba.

Este movimiento prevé así la sucesión en Córdoba debido a la ausencia de Mons. Patiño Leal quien padece una grave enfermedad incapacitante para el cargo. Nacido en Monterrey el 22 de noviembre de 1949, fue ordenado para el clero de esa arquidiócesis en 1977 y nombrado obispo en 2000. Sin embargo, el 4 de agosto, el obispo revelaría en sus perfiles sociales del inminente tratamiento al que sería sometido en Monterrey debido a un linfoma:

“Les comparto que después de varios estudios médicos, se me ha diagnosticado un linfoma en el abdomen, que va a requerir de tratamiento especializado. Tengo la confianza y esperanza en Dios de que podré vencer este mal, ya que los médicos prevén un buen pronóstico de curación completa, habiéndose detectado este mal oportunamente…”

En mayo pasado, el nuncio apostólico estuvo en Veracruz para atender la designación de un coadjutor para Córdoba realizándose este día en la persona de Carmona Ortega, II obispo de Parral.

El coadjutor de Córdoba nació en marzo de 1959 en Ciudad de México. En 1974 ingresó a la Congregación de los Operarios del Reino de Cristo. En 1983 fue ordenado y incardinado a la diócesis de Tacámbaro; posteriormente, desde 1991, en la Sociedad de Vida Apostólica Confraternidad de Operarios del Reino de Cristo.

Especialista en teología dogmática, en noviembre de 2003 fue nombrado por Juan Pablo II primer obispo de Puerto Escondido, consagrado al episcopado el 7 de enero de 2004; posteriormente, en junio de 2012, Benedicto XVI le nombró II obispo de Parral.