Desde inicios de agosto su estado de salud era delicado Muere arzobispo emérito Sergio Obeso Rivera, último cardenal mexicano creado por el Papa Francisco

Muere arzobispo emérito Sergio Obeso Rivera, último cardenal mexicano creado por el Papa Francisco
Muere arzobispo emérito Sergio Obeso Rivera, último cardenal mexicano creado por el Papa Francisco

Uno de los artífices del actual reconocimiento jurídico de las iglesias, el arzobispo veracruzano impulsó la causa de san Rafael Guízar y Valencia, patrono de los obispos.

Gran pesar causó a la Iglesia de México el deceso de uno de los prelados más grandes del Episcopado Mexicano, el último cardenal creado por el Papa Francisco y emérito de la arquidiócesis de Xalapa, don Sergio Obeso Rivera (1931-2019).

A principios de agosto, el arzobispado de Xalapa había reportado que la salud de Mons. Obeso era delicada. Recibía tratamientos en su domicilio y según reportes, se desmintió que hubiera caído en agonía.

Cerca de las 21 hrs del domingo 11 de agosto, don Sergio Obeso murió. Mons. Hipólito Reyes Larios, a través de un comunicado, expresó: Luego de dar la última batalla de su vida y haber recibido los auxilios espirituales de la Santa Madre Iglesia, en compañía de su apreciable familia, en su domicilio particular, y acompañado con la oración de innumerables personas, debo informarles que en este día domingo, a las 8:40 pm, nuestro querido Arzobispo emérito y Cardenal Don Sergio Obeso Rivera ha partido a la casa del Padre. Rogamos a Dios nuestro Padre que lo reciba con los brazos abiertos y lo introduzca en las moradas eternas.

Igual conmoción fue manifiesta por el presidente y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano quienes, con gran tristeza y pesar, anunciaron el sensible deceso de "nuestro hermano en el Episcopado, el Cardenal Sergio" a través de un mensaje publicado en el sitio de la CEM.

Obispo de Cuernavaca. Cardenal, ejemplo a seguir.
Obispo de Cuernavaca. Cardenal, ejemplo a seguir.

La historia personal del cardenal Obeso fue la de un hombre dedicado y de cara a Dios. A los 13 años ingresó al Seminario Conciliar de Veracruz y su larga formación hacia el sacerdocio incluyó la especialización en teología en Roma. Ordenado en 1954 sus primeras encomiendas pastorales las hizo en la formación sacerdotal siendo rector del Seminario. En 1971, san Pablo VI lo designó obispo de Papantla y en 1974 fue coadjutor de la arquidiócesis de Xalapa sucediendo en 1979 a Mons. Emilio Abascal Salmerón. Apacentó a esa Iglesia desde entonces y hasta su renuncia por motivos de edad en 2007. No obstante, su labor pastoral continuó fecunda y reconocida. Por haber sido promotor de la reapertura de la Universidad Pontificia, se le concedió un doctorado honoris causa en 2012. 

Según señaló el actual arzobispo Reyes Larios, su antecesor “vivía con mucha discreción y no le gustaba hablar de sus cualidades y de sus logros. Sin embargo, todos nosotros somos testigos de sus dones y de sus virtudes…”

Efectivamente, era de gran talante, pero humilde y discreto. Con el particular don de gentes, creo puentes que, en gran medida, permanecen en la actual configuración eclesiástica de México. “Su grandeza interior le permitía apreciar la belleza de este mundo sin perder la mirada en las cosas del cielo. Fue un pastor cercano con las personas de bajos recursos, y por eso muchas veces recorrió las comunidades rurales y los pueblos de la sierra del estado de Veracruz con una gran disposición y caridad pastoral”,afirmó el sucesor de don Sergio Obeso, Mons. Reyes Larios.

Su ministerio episcopal fue de grandes claves en la historia de México. Siendo tres veces presidente de los obispos fue uno de los promotores del nuevo orden constitucional y jurídico de las iglesias y el Estado. Como bien reconocieron el cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM y el secretario general del organismo, el auxiliar de Monterrey, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, cuando le fue concedido el capelo cardenalicio en 2018, los grandes méritos del neocardenal eran los de ser “un hombre sencillo, austero, sumamente servicial y atento a las realidades sociales de México; impulsor hasta sus últimos esfuerzos de la causa de canonización de San Rafael Guízar y Valencia. Arzobispo Emérito prudente, que en la generosidad y la alegría de su ministerio, continúa celebrando el culto y anunciando el Evangelio”.

En 2018 el Obeso Rivera concedió una entrevista a Religión Digital en la que hizo revisión de su notable trayectoria eclesiástica y pública. En esa ocasión expresó que representaba para él la dignidad cardenalicia: "Pienso que yo no era para esto; sin embargo, cambio de opinión al ver el júbilo de tanta gente al enterarse de este reconocimiento. Es una alegría grande y auténtica de mucha gente, vale la pena asumir esto y nunca lo tuve en cuenta porque lo consideraba totalmente fuera de mi ambiente, pero así fue. Lo tomo, dada la edad en la que me encuentro, como una forma de agradecer a mi Señor por tantas posibilidades que me ha dado de servir a mi Iglesia".

Una de las últimas apariciones fue en ocasión del XV aniversario de la oficina de comunicación social del arzobispado de Xalapa. En videomensaje manifestó su agradecimiento al equipo del semanario arquidiocesano: “Yo fui fundador de ‘Alégrate’, entonces nunca había tenido la oportunidad de decirles muchas gracias porque nuestro periódico ha ido creciendo, creciendo, creciendo… Y ahora lo veo muy acreditado. En mis tiempos, como todo lo que comienza, es más proyecto que realidad, pero ahora veo hecho realidad lo que comenzó conmigo como proyecto. Muchas gracias por representar este sector tan importante en nuestros días que es el de la comunicación…”

De acuerdo con el arzobispado de Xalapa, los restos mortales del prelado estarán en catedral de la Purísima Concepción el 12 de agosto y finalmente descansará en la cripta de los arzobispos cerca de las reliquias del obispo que fue promovido a la santidad por Mons. Obeso, san Rafael Guízar.

Descanse en paz.

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