Sólo el amor crea. Mexicanos llevan la vida de San Max Kolbe a Polonia



Guillermo Gazanini Espinoza / 15 de julio.- ¿Algo increíble? Sí, mexicanos haciendo teatro en polaco para el pueblo polaco sobre un hombre sacrificado en los campos de exterminio. Y loable que un obispo los inspire en esta puesta que lleva dos años de preparación. El impulsor es el auxiliar de Monterrey, monseñor Alfonso G. Miranda Guardiola nombrado a la dignidad episcopal apenas en marzo de 2014 por el Papa Francisco. Una pregunta en messenger fue el inicio de una entrevista que monseñor Miranda me respondió reflejando la gran versatilidad, disposición y amabilidad para dar a conocer la satisfacción de cincuenta mexicanos en Varsovia en lo que calificó como un éxito por el caluroso recibimiento de “Sólo el amor crea”, puesta en escena sobre la vida de san Maximiliano Kolbe (1894-1941). La idea de llevarla a Polonia nació el 31 de julio de 2013 después de la novena presentación en español. Comenzó a cristalizar hasta los preparativos los cuales, como dice el obispo, tuvieron sus altas y bajas. Monseñor Alfonso Miranda ha estado cuatro veces en Polonia desde septiembre de 2013 y para concretar el propósito de “Sólo el amor crea” recibió todo el apoyo del obispo Tadeusz Pikus, auxiliar de Varsovia.

El 11 de julio, el grupo de cincuenta mexicanos, entre actores y músicos, realizaron la premier de “Sólo el amor crea” en Varsovia. La obra consta de catorce escenas, los diálogos son en polaco y la música es en el mismo idioma, además del latín y el español. Tres personas encarnan al personaje principal siendo el obispo Alfonso Miranda quien asume el papel durante la última etapa de la historia del santo cuando los oficiales de la Alemania nazi aprehenden al Caballero de la Inmaculada para enviarlo al campo de la muerte de Auschwitz. Al momento, se han realizado dos presentaciones en Varsovia y a decir del obispo auxiliar de Monterrey, el grupos de mexicanos ha suscitado gran interés de los medios de comunicación polacos; el sábado 18, la vida de san Maximiliano será presentada a la comunidad franciscana en el convento dedicado en honor del mártir de la caridad beatificado por Paulo VI en 1971 y canonizado por san Juan Pablo II en 1982. ¿Sus formas de financiamiento? Las que todo grupo de emprendedores y entusiastas echan andar para cristalizar un sueño imposible: venta de cenas, bocadillos, bailes, rifas, canastas, aportaciones directas de los actores, donativos de amigos y fieles de la comunidad, y en mayor medida, por los recursos de los propios bolsillos de los protagonistas.

El elenco de “Sólo el amor crea” ya peregrinó al lugar del martirio de san Maximiliano. Monseñor Alfonso Miranda me expresa su impresión al estar en el lugar donde se escribió uno de los capítulos más siniestros de la historia de la humanidad: “Cuanto más horror y oscuridad se trasmina en Auschwitz, más brilla y resplandece la luz que emerge de la celda de Maximiliano Kolbe. Sólo en Polonia existe un lugar donde se vivió tanto horror y crueldad y también donde se irradió universalmente al Señor del amor y de la misericordia”.

Estos fieles de la Arquidiócesis de Monterrey regresarán a México entre el 20 y 21 de julio. Ya tienen algunas invitaciones de las diócesis del país para presentar “Sólo el amor crea”, entre ellas la Arquidiócesis de León, sin duda con la gran experiencia de sus vidas por visitar el país de dos santos: Maximiliano Kolbe y Juan Pablo II.

En la vocación del joven obispo Alfonso Miranda está el gusto por el teatro y la especial devoción a san Max Kolbe. ¿Por qué llevar adelante esta singular puesta y sobre todo en un país con una cultura distinta, pero similar en cuanto a la fe y devoción? El obispo no lo duda en decir, “porque queremos enseñar a los jóvenes que los sueños se pueden alcanzar, luchando por ellos con tenacidad, sin dudar y tomados de la mano de Dios”.

“Sólo el amor crea” tiene otro motor que podría ser paradójico, sin embargo refleja el aprecio por México. ¿Por qué a Polonia? El obispo auxiliar de Monterrey afirma: “Porque creemos en México, porque necesita de ideales grandes y hermosos que lo inspiren a salir adelante realizados por hombres y mujeres que no se dejan vencer, no se derriten ante las adversidades y sacan sus sueños adelante por encima de cualquier sacrificio. Es lo que México necesita”. Y es evidentemente un sueño realizado por la inspiración, amor y devoción a un santo que evangelizó a través de los medios de comunicación y la Palabra viva, de mexicanos convencidos por su intercesión, hombres y mujeres encabezados por un obispo creyente, entusiasta y dinámico, pastor y padre de una Iglesia de salida fincada en la alegría del Evangelio.

Y es seguro que san Maximiliano Kolbe derrama su bendición sobre ellos y otorga una sonrisa agradecida a esos peregrinos de la tierra de la Virgen del Roble y del Cerro de la Silla.
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