2009: La cabeza fría y los pies calientes
Por Jorge Pérez Uribe
Termómetro de fin de año
Si bien hubiera cabido esperar una “tregua navideña” por parte de los medios masivos de comunicación, no hubo tal, las malas noticias y las dudosas estadísticas -en un país en donde no abundan-, fluyeron todos los días: crisis económica, desempleo y narcoterrorismo; así nos “obsequiaron” con las fotos de los militares decapitados en estos días.
La última acusación –antes de tomar sus merecidas vacaciones-, de los “líderes de opinión” fue de qué los principales funcionarios del Ejecutivo se habían ido ya de vacaciones, aunque sus sustitutos reportaron después que dichos funcionarios seguían trabajando y de hecho ya tuvieron la primera reunión de gabinete de 2009.
Para ejemplificar el ánimo de un “líder de opinión” que no tomó vacaciones transcribo el inicio de la columna titulada Mañana empieza el año horrible de Mauricio Merino: “Ya conocemos los pronósticos: se perderán empleos, el dinero valdrá menos, la guerra contra el narcotráfico será más cruenta, habrá elecciones plagadas de problemas, el gobierno seguirá atrapado en sus paredes, la 60 Legislatura seguirá vigente (hasta septiembre) y las televisoras seguirán decidiendo el ánimo de la nación. Todo esto es casi un hecho. ¿Cómo puede imaginarse algo bueno con un escenario como ése?
La verdad es que 2009 se presenta, en casi todos los sentidos, como una amenaza para la vida del país. Como si fuera un sino, nos acercamos a la conmemoración de los famosos centenarios en circunstancias que cortan la respiración.
El encabezado de la revista Proceso de esta semana reza: Narcotráfico La guerra perdida, en el mismo tenor el subcomandante Marcos afirma que: “el presidente Felipe Calderón está perdiendo la guerra emprendida contra el narcotráfico”.
El diario Milenio sentencia: Feliz 2009: suben agua, predial, actas, licencias… Además de enfrentar el encarecimiento de alimentos, transporte y energéticos y los efectos de la crisis financiera mundial, los capitalinos deberán prepararse para vaciar sus bolsillos por los aumentos que se presentarán en este 2009 en impuestos y servicios.
Después de leer líneas como estas y recibir “el parte de guerra” de las cifras de muertos en la guerra contra el narcotráfico, amén de chabacanas opiniones que convierten a los futuros desempleados en seguros delincuentes, no quedaría sino cortarnos las venas ante esta realidad tan terrible y amenazante.
Pues bien el principal reto que enfrentaremos en 2009 será el conservar nuestra estabilidad emocional y fisiológica, más que nuestra estabilidad financiera; ya que solo de esta manera podremos aportar soluciones y esfuerzos para salir delante de los problemas que enfrentaremos.
El principio de realidad
No se trata de ninguna manera de negar la difícil situación actual por la que atravesamos. Tampoco se trata de evadirnos de ella; por el contrario hay que reconocer que este año enfrentaremos tres difíciles situaciones:
La crisis económica
Es un hecho que el tsunami financiero y ahora económico generado por la economía norteamericana, golpeara con toda su fuerza en este año tanto a la economía nacional como a la personal. Si bien los analistas políticos y financieros ponen demasiadas esperanzas en Barack Obama que tomará posesión el 20 de enero, es una incógnita si realmente logrará sacar a estados unidos de la recesión a corto plazo.
En México casi todos los partidos y políticos le echan leña al tema de la crisis económica para sacar beneficio de ello, y los periodistas y analistas se disputan el título del “mayor catastrofista”. A pesar de ello se filtran noticias optimistas como el seguro del precio del petróleo en 70 dólares, el hecho de que en la semana terminada el 27 de diciembre descendieron en 94 mil las solicitudes por desempleo en Estados Unidos o bien que la Bolsa Mexicana de Valores despidió el 2008 con una baja de 24.23 por ciento en pesos y 39.18 por ciento en dólares, siendo ésta inferior a la caída reportada en las bolsas de Estados Unidos, Brasil y Argentina. Están también las declaraciones del embajador Tony Garza, en el sentido de que México disfruta de un crecimiento económico continuo, de baja deuda externa, de fuertes reservas en dólares, de tasas de inflación controladas y de instituciones financieras sólidas, y que si bien, su país ofreció una línea de crédito especial por 30 mil millones de dólares para satisfacer las necesidades de liquidez, “debido a su buen manejo financiero, México no ha hecho uso de este crédito”.
La guerra contra el crimen organizado
Es una verdad innegable que la guerra que inició el gobierno federal contra el crimen organizado continuará, quizás con mayor virulencia, en este año. Ello debido al desmantelamiento del cártel de Tijuana y a la extinción de la “Federación”, que ha llevado a los 4 carteles principales a librar una guerra sin cuartel por el control de los territorios. Por otra parte el narcotráfico, inició en 2008 la ofensiva de la guerra sicológica, mediante mantas, actos terroristas como el efectuado contra los celebrantes del “grito de independencia” en Morelia y recientemente con el decapitamiento de 9 militares, lejanos de la función de lucha contra el narco, bajo el lema de “diez de ustedes por cada uno de nosotros”.
Las elecciones intermedias
Otro hecho que afectará nuestra estabilidad emocional serán las campañas políticas por la gubernaturas y las elecciones para diputados y senadores. Andrés Manuel López Obrador, tras el rotundo descalabro que le significó el 2008, en donde perdió el control del Partido de la Revolución Democrática; encabezará el llamado Movimiento Nacional por la Defensa de la Economía Popular para tratar de polarizar nuevamente a la población. Nuevas movilizaciones de “maestros”, campesinos, deudores de la banca, etc., iniciarán el 25 de enero en el Zócalo de la ciudad de México, donde dará el arranque de una serie de acciones para protestar por la política económica aplicada por el presidente Felipe Calderón. Por otra parte el PRI piensa ganar terreno con el sofisma de que “ellos si saben gobernar” y de que “cuando gobernaba el PRI si se tenía bajo control a la delincuencia”, cuando la realidad es que bajo esos gobiernos nació y se desarrolló el crimen organizado y que si el PRI recuperará la presidencia sería solo para estar bajo control de las mafias. El ejemplo más claro nos ha sido revelado la lucha contra el narco en el estado de Michoacán, en donde el 60% de los municipios están bajo el control de los distintos carteles. Y esta es la realidad política no reconocida: el crimen organizado, sin constituir un partido político, es quién gobierna, impone funcionarios, jefes policíacos y cobra impuestos bajo el sistema de “venta de protección”.
Humanamente podría pensarse que no hay solución, que como una nave que se hunde hay que abandonar el país al grito de ¡sálvese quién pueda!, hay que huir del país tal como lo han hecho “reconocidos patriotas” como el dueño del diario Reforma o el cantante Luis Miguel.
Un camino de esperanza y de crecimiento personal
El Papa Benedicto XVI durante su intervención con motivo de las Primeras Vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y el Te Deum, de acción de gracias por el año 2008, en la Basílica de San Pedro expresó:
“Este año se cierra con la conciencia de una crisis económica y social creciente, que interesa ya al mundo entero”.
“Aunque en el horizonte van apareciendo no pocas sombras en nuestro futuro, no debemos tener miedo. El espíritu santo nos asegura la fuerza necesaria para testimoniar la alegría de la fe y la belleza de ser cristianos".
“El año que termina y el que se anuncia en el horizonte están ambos puestos bajo la mirada bendiciente de la Santísima Madre de Dios”.
“La presencia maternal de María nos asegura esta noche que Dios no nos abandona nunca, si nos confiamos a Él y seguimos sus enseñanzas. A María, por tanto, con filial afecto y confianza, presentamos las esperanzas y deseos, como también los temores y las dificultades que llevamos en el corazón, mientras que despedimos el 2008 y nos preparamos para acoger el 2009”.
Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Plasencia (España) nos recuerda que: “quizás sea este un buen momento para recordar el valor de la Providencia divina, tan devaluada en el reciente pasado, quizás porque se nos había subido a la cabeza la abundancia.
Ahora nos conviene saber que "en todas las cosas interviene Dios para el bien de los que le aman" (Rm 8,16). En estos momentos, quizás nos purifique y aliente reconocer y proclamar de nuevo que Dios es el Señor de la historia y del mundo, aunque los caminos de su providencia frecuentemente no los conozcamos. Quizás sea bueno rebajar la confianza en los dominadores del mundo, que habrán de ganársela en la medida que trabajen por mejorarlo en caridad, justicia y paz. No obstante, esa confianza en las capacidades humanas no nos hará olvidar que también en las decisiones del G8 y el G20 se muestra providente el Señor, que nos sostiene con el concurso de sus criaturas; pues a veces Dios se sirve de nosotros para la realización de sus designios”.
Pero el llamado del Santo Padre es principalmente a la acción: "Este año se concluye con la conciencia de una creciente crisis social y económica que afecta al mundo entero, una crisis que pide a todos sobriedad y solidaridad para ayudar especialmente a las personas y a las familias en más serias dificultades".
Amadeo Rodríguez nos establece la gran relación que existe en la solidaridad y la austeridad al afirmar que “la austeridad, si es sana, es la clave de la solidaridad: cada cual ayuda en la medida que comparte lo que tiene, y eso le lleva a situar su modo de vida al nivel de los que lo están pasando mal, a cuyo servicio se pone lo que se es y lo que se tiene”.
Un plan de supervivencia
• Confianza plena en ese Dios providente, del que nunca nos acordamos cuando la “suerte” nos sonríe y al cuál hay que confiarle nuestras penas. Recurrir a esa Madre celestial que vela por sus hijos.
• Salir de nuestras preocupaciones para vivir las de los más desprotegidos y necesitados. Aunque parezca increíble, esta es la mejor terapia para resolver nuestros problemas.
• Cambio de hábitos que nos puede llevar a una situación de máximo estrés y angustia:
Considerar no sólo las noticias negativas (que son las que más abundan), ponderándolas con las positivas.
Cambiar los noticieros nocturnos por “veladas familiares” o lectura de un buen libro.
Evitar en nuestras conversaciones ese juego favorito de las mentes morbosas que los sicólogos conocen como “batir la caca” y que consiste en empezar a hablar mal de alguien, de la inseguridad, de la corrupción, de enfermedades sin fin, etc. y cuyo resultado es que nos deja precisamente “batidos” y con nauseas.
Realizar ejercicio y comidas moderadas, en especial las cenas.