#Adviento. 2024 El Kairos Divino
| Martha Eugenia Camarillo
El tiempo o kronos, qué es. Para la humanidad una herramienta para medir entre algo transcurrido y otro momento. Para nuestra Madre/Padre celestial, totalmente otra cosa, es el kairos al que sólo podemos tener un acercamiento pálido cuando en nuestro diario caminar con el Señor, vamos desenmarañando lo que nos enseña con paciencia amorosa y perseverante.
En 2 Pedro 3:8 se dice: “Pero, amados, no ignoren esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”.
Esta idea se interpreta como que Dios tiene un tiempo perfecto, nunca es temprano ni tarde, y siempre llega a tiempo.
Vivir el kairos divino es algo que requiere varios elementos: Conocer la Palabra del Señor, confiar en ella aunque no se pueda entender el por qué del actuar de Dios en determinado momento y tener la firme convicción de que aunque no entiendo tu tiempo Señor sé que has escuchado mi plegaria.
En este tiempo en que la inmediatez es algo cotidiano, la espera es vivida por muy pocos con inteligencia, aunque todos tengamos que esperar, pero una gran mayoría lo hace con molestia tácita o implícita, siendo que en muchos casos cuando se presenta el actuar divino, ni siquiera se disfruta y menos se percata de que el obrar divino es en el momento perfecto.
Si por lo menos recordáramos y viviéramos el refrán "Dios aprieta pero no ahorca", la vida sería menos desesperanzadora.
El pasado 12 de diciembre en México celebramos a Santa María de Guadalupe, la advocación mariana que se hizo presente en nuestro país hace casi cinco siglos. Y con su mensaje de esperanza, consuelo y protección, es cáliz para traernos continuamente a su Hijo, el Salvador. Aunque extendió su manto protector a toda América Latina de la cual es patrona y a otras partes del mundo donde se le venera como es en Filipinas.
Aquí en casa siendo una casa familiar donde convivimos varias familias todas unidas consanguíneamente, una de ellas como otros años por estas fechas en que se venera a la virgen de Guadalupe, les da hospedaje a personas originarias de comunidades indígenas del interior de nuestro extenso país, en este caso a los Antorchistas Guadalupanos. Mi hermana y mi cuñado, prepararon comida y hospedaje para recibir a 30 de esos peregrinos, que se sumaron a los 12 millones que su meta era rendir homenaje a la Guadalupana en su fiesta. En esta ocasión venían 17 adultos entre jóvenes y personas mayores, una de ellas con 84 años y cinco niños entre tres y once años.
Eran esperados desde el miércoles 11, para que pudieran pernoctar, comer, cenar y descansar para que al otro día muy temprano después de desayunar concluyeran su peregrinar hasta el santuario mariano, la Basílica de Guadalupe. Así pasó y muy temprano apenas amaneciendo el 12, se escuchaban las voces de los que estaban listos rezando el rosario, esperando a los otros que se fueron sumando de forma muy fervorosa. Varios se turnaron en la dirección del rezo, y al último una mujer que conocía y que había venido el año anterior en similar peregrinaje empezó a hacer peticiones en náhuatl su idioma originario. Ruegos a las que nos agregamos mi hermana y yo. Al término desayunaron mientras yo le preguntaba a Hortensia, la MUJER que había realizado las súplicas cuál había sido el contenido de éstas.
Me dijo que era una ferviente veneradora de Santa María de Guadalupe, porque ella es intercesora ante la Madre/Padre celestial y la había escuchado. Era mamá de un varón, su primogénito y después de ocho mujeres, pero deseaba otro varón porque su hijo mayor le decía que quería un hermanito. Por lo que cuando se embarazó por última vez, teniendo un mes empezó a hacer el rosario todos los día, pidiéndole a nuestra madre santísima que intercediera para que le concediera un niño varón pero que estuviera sano y salvo porque no quería pisar cada rato el médico, unos minutos después supe que vivía con diabetes y sus palabras para describir esta enfermedad es que es muy fea. Yo soy orientadora en diabetes y sé del peligro tan grande que tanto la mujer con diabetes como el producto tienen durante el embarazo y parto, además del alto porcentaje de muertes infantiles específicamente en esos medios donde el desconocimiento casi total del manejo de la enfermedad es latente. Pero siguió testimoniando la presencia de Dios en su vida y la existencia amorosa de María de Guadalupe, prometiéndole que cuando naciera lo llevaría a la Basílica a presentar como una ofrenda.
Nació el niño grande y hermoso con cuatro kilos, palabras expresadas por Hortensia, de ello hace 24 años y que en la actualidad es soldado y papá. Así que recordando su promesa, cuando el niño tenía tres meses lo trajo a la Basílica y subiendo al cerrito, lo puso con varias veladoras y mientras el niño pataleaba, Hortensia hacía oración ofreciéndolo como una ofrenda, pidiendo que creciera sano y salvo y que Santa María de Guadalupe la acompañara como mamá a cuidarlo.
Mientras esta mujer narraba esto, yo recordaba a Ana otra MUJER en el Antiguo Testamento que al ser estéril rogó al Señor diciendo: Comenzó a orar al Señor con gran angustia y a llorar desconsoladamente. Entonces hizo esta promesa: «Señor de los Ejércitos, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida y nunca se le cortará el cabello. Ana concibió y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que le puso por nombre Samuel, pues dijo: Al Señor se lo pedí. Este es el niño que yo pedí al Señor, y él me lo concedió. Ahora yo, por mi parte, se lo entrego al Señor. Mientras el niño viva, estará dedicado a él». 1Sam 10-12.20.27-28
Al ir escuchando el testimonio de Hortensia, yo veía su inmensa fe y daba gracias al Señor por permitirme vivir esto. Entonces experimenté una vez más que el kairos divino se manifiesta en el momento justo. Pues para Hortensia era su testimonio de vida, para mí era constatar de nuevo que Dios madre/padre en su inmensa misericordia escucha nuestra oración, y que tenemos una gran intercesora que es nuestra Madre Santísima en especial en la advocación de Santa María de Guadalupe además que Él sabe en qué momento se llevarán a cabo nuestras peticiones siempre y cuando sean para Su gloria y nuestro bienestar.
¡Para gloria del Señor, como MUJER que espera que el patriarcado fenezca y la dignidad de las MUJERES sea reconocida y puesta en práctica!