Estoy ante dos relatos: 1Re 11,4-13 y Mc 7, 24-30. Me introduzco en la narración y en realidad, así fue: las mujeres desviaron su corazón. Pero hay dos escenarios ¿Qué tal si los ponemos en la balanza?

Como podemos observar, hay dos hombres, mujeres extranjeras y desvió en el corazón y en las decisiones. En defensa de las primeras mujeres, puedo decir que el corazón de Salomón se había perdido antes de conocerlas y esto lo ratificamos en el siguiente comentario de la Biblia de nuestro Pueblo:

Las sombras de reino salomónico se resumen en una sola palabra: idolatría. En el aspecto religioso, el establecimiento de las tribus israelitas en la tierra de Canaán supuso un grave deterioro. El contacto con los cananeos, sus santuarios, sus dioses y sus cultos, tuvo para el yahvismo fatales consecuencias. Este deterioro religioso se agravó más con el establecimiento de la monarquía.

Las mujeres de 1Re, fueron parte de una estrategia política y militar que incluyo lo religioso. En cuanto a la mujer pagana que nos presenta Mc, descubro otra forma de desviar un corazón y es el amor sincero y creo que por eso Jesús accedió a sanar a su hija, pues ella no llegó con segundas intenciones, sino con un corazón limpio y lleno de amor por su hija que sufría terriblemente y este acto de humildad le abre paso al evangelio:

A Marcos, que evangeliza en medio de paganos, le interesa subrayar la actividad de Jesús entre los no judíos. Los planes misioneros de Jesús contemplaban en una primera etapa la evangelización del mundo judío. Sin embargo, una mujer, pagana por su religión y sirofenicia por su nacionalidad, con una fe sencilla y firme, logra que Jesús cambie sus planes, permitiendo que la novedad del Evangelio también llegue a la casa de los paganos. (Comentario de la Biblia de nuestro Pueblo)

Siendo así, mujeres, las invito a seguir desviando corazones.

¿Sabes de algún caso de dureza, transformado por la intervención de una mujer? Cuéntanos.