Ramón Regueiro hace el Camino con una escultura de 21 kilos Con Jesús a cuestas

Los peregrinos que durante este Año Santo realizan el Camino de Santiago a pie cargan en sus espaldas con pesadas mochilas. Ramón Carlos Regueiro Mosteiro es uno de esos caminantes que estos días se lanzó a hacer la ruta, pero en sus espaldas no lleva su ropa y productos de aseo, sino una figura de Jesús "para llamar la atención y que nos eche una manita", explica, mientras realiza en solitario por la carretera los últimos kilómetros para finalizar la etapa que separa Triacastela y Samos. Lo cuenta L.P. en El Progreso de Lugo.

Ésta es la primera ocasión en que se anima a hacer el Camino "no por motivos de la Iglesia", aclara. La figura que carga en su espalda pesa 21 kilogramos, mide más de un metro de altura y fue elaborada en madera en un taller de Valencia expresamente para realizar esta peregrinación. Con dos piezas acolchadas sobre sus hombros, Ramón Carlos Regueiro carga con la figura, "que merece más respeto del que se le está dando". Además de la escultura, el caminante lleva un pequeño bolso con sus objetos personales y un bastón con el símbolo de las peregrinaciones, la vieira.

Se lanzó a hacer la ruta porque, dice, "hay que demostrar algo por Él, por Jesús, darle ejemplo a toda la socialdemocracia y la sociedad. Él tiene que ver con la humanidad, con el sacrificio". "La porquería que hay perjudica el futuro de la figura que llevo a mi espalda. En honor de esta figura, que fue un hombre, se hicieron edificios monumentales y Él murió sin presumir de lo que hizo", argumenta.

Regueiro es natural del municipio de Palas de Rei, aunque vive desde 1961 en Santiago de Compostela, donde trabaja. Este hombre inició su peregrinación en solitario el lunes en O Cebreiro y tiene previsto completar su ruta en una semana. Este martes cubrió por carretera la más de una decena de kilómetros que separan Triacastela de Samos, llamando la atención de los numerosos vehículos que transitaban por la mañana por el vial, y tiene previsto continuar este miércoles la travesía.

Muralla

"Cuando acabe el Camino, si puedo, quiero dar una vuelta a la muralla de Lugo con el Jesús para que así nos eche una manita", señala emocionado el hombre, quien no se muestra cansado a pesar de cargar 21 kilos durante ya cerca de 40 kilómetros y espera poder continuar su travesía en la capital lucense.

Los peregrinos con los que se encuentra a lo largo de la ruta se sorprenden de su compañero de viaje y no dudan en fotografiarlo y ofrecerle su ayuda, lo que él rechaza, "porque hay que cumplir llevándolo".

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