En un texto publicado el miércoles por el diario de la Santa Sede, l'Osservatore Romano, el cardenal suizo alemán Kurt Koch, encargado en la Curia del diálogo con el judaísmo, recalca que la declaración "Nostra Aetate" no ha perdido un ápice de su valor.
Esta declaración histórica adoptada en el Concilio Vaticano II expresaba el respeto por las religiones no cristianas, pero albergaba sobre todo la intención de poner fin a cualquier actitud contra el judaísmo y al antisemitismo en la Iglesia.
La FSSPX (Fraternidad Sacerdotal de San Pío X), donde los prejuicios antisemitas siguen siendo frecuentes, rechaza esta declaración.
Varios rabinos han expresado su preocupación por la insistencia del Papa en querer reintegrar a estos tradicionalistas por considerar que equivale a renegar de "Nostra Aetate".
"A la intención de los judíos, el Santo Padre me encargó presentar el tema de forma correcta: Nostra Aetate no queda en entredicho ni un ápice, como el propio Papa demostró más de una vez en sus discursos, sus escritos y sus gestos pastorales", escribe el cardenal Koch.
"Un acercamiento a la Fraternidad San Pío X no significa para nada que se acepten o apoyen las posiciones de dicha Fraternidad", añadió, según los fragmentos publicados por l'Osservatore Romano sobre una declaración ante una comisión vaticana para las relaciones con el judaísmo.
"Nostra aetate" no es un meteorito aislado, caído del cielo y sin relación con los otros textos del Concilio", añadió el cardenal suizo. (RD/Agencias)