Argüello abre la asamblea de CONFER pidiendo a los religiosos a ser "signos de presencia y esperanza" Avendaño: "La Iglesia os necesita así: consagrados y consagradas, libres, alegres, disponibles, fieles"

El obispo auxiliar de Getafe pidió a los religiosos "mirar con realismo y con fe, para compartir lo que somos, y para dejar que el Espíritu nos muestre por dónde anda —por dónde quiere andar— la esperanza hoy. No tengamos miedo de buscar juntos, de cuestionarnos, de abrirnos a lo nuevo"
La esperanza es "un grito que nace de la realidad concreta que vivimos: marcada por la incertidumbre, por el cansancio, (la tan evidente indiferencia), por tantas heridas abiertas en nuestra sociedad y también en nuestra Iglesia"
El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, quiso acercarse a la asamblea plenaria de CONFER, reunida esta semana en Madrid. Y lo hizo recordando al Papa Francisco, y pidiendo a los religiosos ser "signos de presencia y esperanza" en la Iglesia de hoy.
Por su parte, el obispo auxiliar de Getafe, José María Avendaño y responsable de la Vida Consagrada en España, mostró su "alegría y honor" poder dirigirse en nombre del obispo de León, Luis Ángel de las Heras. "El lema que nos convoca —“Esperanza, ¿por dónde andas?”— resuena como una pregunta profundamente humana y profundamente evangélica", trazó Avendaño, quien incidió en que este es "un grito que nace de la realidad concreta que vivimos: marcada por la incertidumbre, por el cansancio, (la tan evidente indiferencia), por tantas heridas abiertas en nuestra sociedad y también en nuestra Iglesia".
En este punto, apuntó Avendaño, "la vida consagrada está llamada a responder a esta pregunta no con teorías, sino con vida (desde el carisma que anima la vida de cada una con sus realidades particulares, que han de ser fruto del evangelio)". "Vosotros sois —vosotras sois— rostro visible de esa esperanza que busca caminos nuevos. Sois memoria del futuro. Sois profecía encarnada de que otra manera de vivir, de amar, de servir, (Sí) es posible", recalcó.
"Vosotros sois —vosotras sois— rostro visible de esa esperanza que busca caminos nuevos. Sois memoria del futuro. Sois profecía encarnada de que otra manera de vivir, de amar, de servir, (Sí) es posible"
La esperanza que "no se esconde", sino que "camina donde hay consagrados que escuchan el clamor de los pobres, que acompañan con ternura, que rezan en silencio, que anuncian con gozo el Evangelio". Una esperanza que "anda donde hay comunidades que viven la fraternidad en medio de las diferencias, que no se resignan, que se levantan una y otra vez, porque saben que Cristo está vivo", trazó Avendaño, quien pidió a los religiosos "mirar con realismo y con fe, para compartir lo que somos, y para dejar que el Espíritu nos muestre por dónde anda —por dónde quiere andar— la esperanza hoy. No tengamos miedo de buscar juntos, de cuestionarnos, de abrirnos a lo nuevo".
"La Iglesia os necesita. Os necesita así: consagrados y consagradas, libres, alegres, disponibles, fieles. Gracias, de corazón, por vuestra entrega silenciosa y constante. Gracias por ser esperanza en camino. Que María, mujer de la esperanza confiada, y tantos santos y santas de la vida consagrada, intercedan por nosotros", finalizó.
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