Díaz Sariego y Perramón desgranan, al alimón, los retos de la vida consagrada en España El 'salto' hacia el futuro de CONFER: "Es el momento para hacer realidad el mejor profetismo de los sabios y la mejor sabiduría de los profetas"

CONFER, en busca de 'Los rostros de la luz'
CONFER, en busca de 'Los rostros de la luz'

"Por necesidad, sí, hemos programado algunos cambios. Pero nos preocupa nuestra fidelidad. ¿Por qué no hacer de la necesidad una virtud? La necesidad puede llevarnos a la fidelidad. Por fidelidad hemos de procurar los cambios que los nuevos tiempos nos demandan"

"Cada uno y cada una tenemos nuestro propio rostro, irrepetible, único. Trasluce nuestra humanidad. La espiritualidad que nos sostiene y alimenta"

"Es el momento de iluminar de nuevo nuestros rostros, que resplandezcan transparentando la luz del Señor"

"Todas las Congregaciones experimentamos el duelo en la escasez de vocaciones, el envejecimiento y la pérdida de dinamismo comunitario, unos desafíos que interpelan a nuestra identidad y a nuestra razón de ser como religiosos y religiosas para la Iglesia y para el mundo"

"Hemos de ser lo suficientemente sabios y proféticos para percibir los giros del mundo y para situarnos en ellos"

Tras los discursos episcopales, los protagonistas, los responsables de la vida religiosa. El presidente, el dominico Jesús Díaz Sariego, y la vicepresidenta, Lourdes Perramón, de las oblatas, reivindicaron, al alimón, el "eslogan claro y contundente" de la Asamblea de CONFER. 'Rostros de la luz', porque "solamente los seres humanos tenemos 'rostro'. Cada uno y cada una tenemos nuestro propio rostro, irrepetible, único. Trasluce nuestra humanidad. La espiritualidad que nos sostiene y alimenta". 

La luz fue el eje del discurso 'programático' de los responables de CONFER. La luz como misterio y como transmisión. "Si la luz se transmite por ‘ondas’ expansivas como el sonido, entonces tiene la fuerza de la palabra; de la Palabra que ilumina, de la Luz hecha Palabra en medio de la oscuridad. Pero si la luz es un conjunto de partículas en expansión, entonces tiene la fuerza de la cohesión, de la sinodalidad; de la presencia viva en comunión", indicó.

Mesa presidencial de CONFER
Mesa presidencial de CONFER

Y es que 'Rostros de la luz' se inspira "Además, "en la experiencia bíblica de la fe", pues "nos evoca las raíces y nos lanza esperanzados hacia el futuro". La luz que "alumbra la vida, ilumina los pasos del camino, ofrece calor y humanidad a nuestro trabajo, nos abre horizonte hacia lo transcendente".

"Somo hijos e hijas de la luz"

"Somos hijos e hijas de la luz", glosaron Sariego y Perramón, invitando a todos a "contemplar con actitud comprometida la Luz que Jesucristo, en su Pascua, nos ofrece", una luz que resplandece "en el rostro personal de nuestros hermanos y hermanas; en el rostro institucional de los carismas; en el rostro apostólico de las obras".

Entre los objetivos de la Asamblea, apuntaron, están "detectar algunos desafíos más importantes que tenemos, como Congregaciones, en estos momentos". Unos retos que afectan "tanto a nuestra identidad como religiosos y religiosas, como a la misión a la que estamos llamados a desempeñar desde cada uno de nuestros carismas".

Asistentes a la Asamblea de CONFER
Asistentes a la Asamblea de CONFER

Escasez, envejecimiento y pérdida de dinamismo

"Tenemos desafíos que afectan especialmente a la vida comunitaria, sororal y fraterna", en un momento en que "todas las Congregaciones experimentamos el duelo en la escasez de vocaciones, el envejecimiento y la pérdida de dinamismo comunitario", unos "desafíos que interpelan a nuestra identidad y a nuestra razón de ser como religiosos y religiosas para la Iglesia y para el mundo".

"Estamos en un tiempo nuevo", admitieron desde CONFER, con "nuevas preguntas que debemos identificar bien para hallar las respuestas más apropiadas desde nuestra condición de consagrados". "Observamos que la relación con el mundo ha cambiado. Hemos de ser lo suficientemente sabios y proféticos para percibir los giros del mundo y para situarnos en ellos. Nuevos modos de relación se nos piden. Aquí y ahora", insistieron.

"A lo largo de estos últimos años hemos experimentado muchos cambios en nuestras estructuras y modos de organizarnos", subrayaron Sariego y Perramón, que recordaron las "importantes reestructuraciones institucionales" vividas en el seno de las congregaciones para "responder a los nuevos tiempos". "Por necesidad, sí, hemos programado algunos cambios. Pero nos preocupa nuestra fidelidad. ¿Por qué no hacer de la necesidad una virtud? La necesidad puede llevarnos a la fidelidad. Por fidelidad hemos de procurar los cambios que los nuevos tiempos nos demandan", incidieron.

"Es el momento para hacer realidad el mejor profetismo de los sabios y la mejor sabiduría de los profetas. La sabiduría de los sabios y el profetismo de los profetas van de la mano. No puede existir la una sin la otra"

Lejos de echar la culpa de todos los males al mundo, los religiosos trazaron la realidad de "un escenario donde todas y todos estamos llamados a discernir la Palabra de Dios", en una tarea que calificaron como "apasionante". "Es el momento para hacer realidad el mejor profetismo de los sabios y la mejor sabiduría de los profetas. La sabiduría de los sabios y el profetismo de los profetas van de la mano. No puede existir la una sin la otra".

Asistentes al congreso de CONFER
Asistentes al congreso de CONFER

Las tres grandes preguntas

En cuanto al programa de la asamblea, los líderes de CONFER apuntaron a tres preguntas: "¿Qué somos? ¿Cómo ser lo que estamos llamados a ser? ¿Para qué?". En primer lugar, ¿qué somos? "Debemos ‘recrear’ nuestra identidad. Cuando decimos ‘recrear’ estamos queriendo decir que nos vemos necesitados de novedad evangélica, de conversión y de renovación".

En segundo término, "¿Cómo ser lo que estamos llamados a ser? ¿Cómo lo vamos a hacer?". "Nos proponemos discernir juntos sobre algunos aspectos fundamentales y que afectan a la identidad de la vida consagrada; sobre nuestras relaciones con Dios, con el mundo, entre nosotras y nosotros, aquí, justo aquí y ahora; durante estos años hemos escuchado no pocos discursos sobre los odres y el vino", recordaron ambos, señalando cómo "aún queda pendiente en los institutos seguir esculpiendo las decisiones que hayamos tomado sobre la reestructuración organizativa de los mismos para redimensionarlos mejor, de forma más fiel, con el Evangelio que profesamos", porque "los hijos e hijas de la luz miran a lo alto, para descender con su mirada a la tierra que pisan. Este ejercicio físico y espiritual nos ayuda a percibir los signos de los tiempos, de nuestro tiempo, siempre iluminados desde la Palabra de Dios que proclamamos".

Finalmente, "¿Para qué?". "Para que podamos iluminar a otros", porque "todos y todas sabemos que una cosa es ‘deslumbrar’ y otra bien distinta ‘iluminar’." "Es el momento de iluminar de nuevo nuestros rostros, que resplandezcan transparentando la luz del Señor", finalizaron. "La alborada está, nace de Él, nos impulsa a ser en comunión sumando como vida consagrada, una luz real y esperanzada a la vez para el mundo de hoy. Lo espera la Iglesia, y lo espera nuestro mundo".

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